LA BODA DE MANUEL & SANDRA

La boda de Manuel y Sandra, enlace celebrado en la finca Villa Vera, una increíble finca ubicada en la Daya Vieja, el día elegido por los novios para darse amor eterno fue el 8 de septiembre de 2018 a las 19.00 horas aunque se hicieron de esperar y llegaron media hora más tarde.
Una boda llena de emociones como podréis ver en las fotografías.

La entrada a la finca que te recibe con esa bonita fuente y de fondo la increíble Villa rodeada por mucha vegetación.

 

La entrada del novio acompañado por su madre hasta el altar.

La entrada de las damas de honor, prevén la llegada de la emocionada novia…

 

La entrada de la novia sensiblemente emocionada acompañada por su padre y dos niñas que le decoraban el camino hacía el altar con pétalos blancos, rojos y rosas, a la vez que llevaban un mensaje para el novio «Aquí viene el amor de tu vida».

 

Una vez en el altar se vio más tranquila a la novia y entre risas por las historias que le contaron las damas de como la conocieron y las anécdotas más graciosas.

 

Aunque en el momento cumbre de la ceremonia la novia se volvió a poner nerviosa y no conseguía meter el anillo en el dedo de su marido.

 

Uniendo sus jarrones de arena en uno, como símbolo de su unión de por vida.

 

Lluvia de arroz a la salida de los recién casados, fundiéndose en un apasionado beso.

 

Una vez en el banquete, dio comienzo la cena tras el brindis de los novios junto a sus padres.

 

El manteo al novio y la novia por sus amigos.

 

Más fotografías durante el banquete, con amigos y familiares.

 

Tras la cena, llegó la hora del postre, con el correspondiente corte de tarta por los novios, bajo una espectacular lluvia dorada de fuegos artificiales.

 

 

Justo después, se produjo el típico lanzamiento ramo de la novia desde el balcón de la villa. ¡¡¡Ya sabemos de quién será la próxima boda!!!

 

Nuevo espectáculo de fuegos artificiales, esta vez justo delante donde iba a dar comienzo la fiesta.

 

 

Una vez finalizados los fuegos artificiales, pasamos a la sala de fiesta, donde pudimos disfrutar con muchas risas y bailes alocados.

 

Y pongo la guinda final con la mejor foto que hice ese día, la novia desplegando las alas de su bonito vestido y como fondo la increíble Villa.

 

Crónica y fotografías: Pablo Muñoz Linde

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