Análisis de la gestión de emergencias durante la DANA del 29 de octubre de 2024 en Valencia
Contexto de la catástrofe
La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) acaecida el 29 de octubre de 2024 se convirtió en uno de los peores desastres naturales de la historia reciente de la Comunitat Valenciana. Según datos oficiales, el fenómeno dejó 224 fallecidos, tres desaparecidos y afectó a 82 municipios, causando daños materiales por miles de millones de euros. Las lluvias torrenciales, que superaron los 600 litros por metro cuadrado en zonas como Chiva, provocaron inundaciones masivas, desbordamientos en ríos como el Turia y el Magro, y escenas devastadoras en localidades como Paiporta, Sedaví y Catarroja. Miles de personas quedaron aisladas, sin suministro de luz ni agua, y muchas perdieron sus hogares y negocios.
Liderazgo durante la crisis
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana y líder del Partido Popular (PP), dirigía el gobierno autonómico en medio de la crisis. Su gestión ha sido objeto de un intenso escrutinio, principalmente por la demora en la respuesta, la ausencia de alertas tempranas y las decisiones adoptadas en momentos críticos. Además, el contexto político, marcado por la coalición entre el PP y VOX hasta julio de 2024, influyó en las políticas de emergencia previas, incluidas medidas de recorte en recursos clave.
Preparación previa a la DANA
La preparación para enfrentar desastres naturales como la DANA depende en gran medida de la planificación, los recursos disponibles y las políticas de prevención. En este sentido, la actuación del gobierno de Mazón fue criticada por diversas decisiones tomadas antes del 29 de octubre de 2024:
Recortes en emergencias:
Durante el primer año del gobierno (2023-2024), la coalición PP-VOX implementó recortes en áreas estratégicas. Uno de los más señalados fue la eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias, creada por el anterior gobierno del Botànic (PSPV-Compromís) para coordinar respuestas rápidas ante desastres. La disolución de este organismo, en el marco de una estrategia de reducción del gasto público alineada con las políticas de VOX —que ha adoptado una postura de negacionismo climático y ha rechazado medidas de adaptación— pudo haber contribuido a la falta de coordinación durante la DANA.
Actualización del Plan Especial de Inundaciones:
El Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones de la Comunitat Valenciana (PEIRCV), que debía guiar la respuesta ante eventos como este, no se actualizaba desde 2015, según críticas de la oposición (PSPV y Compromís). Este plan, obsoleto ante los nuevos patrones climáticos extremos, no incorporaba las lecciones de eventos anteriores ni los avances en la predicción meteorológica. Además, la Generalitat no implementó medidas preventivas suficientes, como la limpieza de cauces o la mejora de infraestructuras de drenaje, pese a las advertencias de expertos sobre el incremento de fenómenos extremos debido al cambio climático.
Relación con la Aemet y previsiones:
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió avisos previos sobre la DANA, pero la Generalitat no actuó con la celeridad necesaria para convertir estas alertas en medidas concretas. El 28 de octubre de 2024, Aemet advirtió sobre lluvias intensas; sin embargo, el nivel de alerta no se elevó a rojo hasta las 7:00 del 29 de octubre, cuando ya era demasiado tarde en muchas zonas. Aunque Aemet es responsable de la precisión y comunicación de sus previsiones, la autoridad competente debió adoptar medidas preventivas más contundentes, como evacuaciones o cierres de carreteras.
Respuesta durante la crisis
La actuación durante las horas críticas del 29 de octubre ha sido uno de los aspectos más cuestionados de la gestión de Mazón:
- Retraso en la activación del Cecopi:
El Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) es el organismo encargado de gestionar la respuesta en tiempo real. Mazón admitió que no se presentó en el Cecopi hasta las 20:28, varias horas después de las primeras muertes registradas (desde las 18:00). Mientras las inundaciones azotaban localidades como Paiporta, el presidente se encontraba en un almuerzo protocolar en el restaurante El Ventorro, acción que, según él, tenía el fin de «dar una buena imagen de la Comunitat Valenciana». Esta decisión ha sido ampliamente criticada por evidenciar una desconexión y falta de liderazgo en un momento crucial.
- Ausencia de alertas a la población:
La jueza de Catarroja, a cargo de la investigación, destacó la “palmaria ausencia de avisos a la población” como una de las causas principales de la elevada mortalidad. La Generalitat no activó el sistema ES-Alert, que envía mensajes masivos a teléfonos móviles, hasta las 20:12, cuando muchas zonas ya estaban inundadas y las víctimas habían perdido la vida. Además, el mensaje emitido fue genérico («Evite todo desplazamiento»), sin instrucciones específicas ni indicación de zonas de riesgo, lo que limitó su efectividad. En contraste, en situaciones similares en otras comunidades, como Cataluña, se han empleado sistemas de alerta más precisos y tempranos.
- Falta de coordinación interinstitucional:
La coordinación entre la Generalitat, los ayuntamientos, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y el gobierno central fue deficiente. La CHJ, responsable de la gestión de los ríos, no ajustó los caudales de los embalses con la antelación necesaria, lo que favoreció el desborde del Turia y el Magro. Asimismo, el gobierno de Mazón no solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) hasta las 23:00, un retraso que el propio presidente Pedro Sánchez criticó, señalando que la UME podría haber actuado antes si se hubiera pedido su apoyo de manera oportuna.
Decisiones cuestionables en plena crisis:
Mientras la DANA se desplegaba, el equipo de Mazón adoptó decisiones controvertidas. Por ejemplo, se permitió la realización de actividades públicas —como partidos de fútbol y eventos culturales— hasta última hora, exponiendo a más personas al peligro. Asimismo, la Generalitat no ordenó el cierre de carreteras ni la evacuación de zonas de riesgo, a pesar de las previsiones de Aemet. Esto provocó que muchas personas quedaran atrapadas en sus vehículos o en polígonos industriales, como ocurrió en Sedaví, donde decenas de trabajadores perdieron la vida al intentar escapar de las inundaciones.
Recuperación y respuesta post-crisis
La gestión posterior a la DANA también fue objeto de fuertes críticas, tanto por la lentitud en la recuperación como por la falta de transparencia:
Retraso en la entrega de ayudas:
Aunque el gobierno valenciano prometió apoyo inmediato para los afectados, la burocracia y la falta de coordinación retrasaron la implementación de las ayudas. Miles de personas se quejaron de no recibir apoyo económico ni alojamiento temporal, incluso semanas después de la tragedia. Según datos oficiales, hasta finales de noviembre de 2024 solo se habían procesado el 30 % de las solicitudes, dejando a numerosas familias en situación de vulnerabilidad.
Falta de transparencia:
Mazón fue acusado de evadir responsabilidades. En sus primeras declaraciones tras la DANA, evitó pedir disculpas y se centró en atribuir la culpa a factores externos, como la imprevisibilidad del fenómeno o la actuación del gobierno central. Esto contrastó con la exigencia pública de autocrítica y medidas concretas. Además, la Generalitat no publicó un informe detallado de su actuación en las primeras semanas, lo que alimentó las acusaciones de opacidad.
Tensiones políticas:
La respuesta post-DANA se vio empañada por enfrentamientos políticos. VOX, que había sido socio del PP hasta julio de 2024, criticó la «incompetencia» de Mazón, señalando al mismo tiempo al gobierno de Pedro Sánchez como el «gran culpable». Por su parte, la oposición (PSPV y Compromís) exigió la dimisión del presidente, mientras que movimientos sociales convocaron manifestaciones, como la del 1 de marzo de 2025 en Colom, Cantonda Russafa, bajo el lema «Mazón Dimissió». Estas tensiones dificultaron una respuesta unificada y centrada en las víctimas.
- Reconstrucción y presupuestos:
La aprobación de los presupuestos de 2025, indispensables para financiar la reconstrucción, se convirtió en un punto de fricción. Mazón dependía del apoyo de VOX, que inicialmente mostró reticencias. Finalmente, el 20 de febrero de 2025, VOX votó a favor de los presupuestos, pero a cambio exigió la presidencia de la comisión de investigación sobre la DANA en Les Corts, lo que generó sospechas de que el PP cedía ante presiones políticas para mantenerse en el poder.
Evaluación crítica de la gestión
La gestión de emergencias de Carlos Mazón y la Generalitat Valenciana durante la DANA del 29 de octubre de 2024 puede calificarse de deficiente en varios niveles:
- Preparación: Los recortes en emergencias, la falta de actualización de los planes de actuación y la negligencia en la prevención de riesgos (como la limpieza de cauces) dejaron a la Comunitat Valenciana mal preparada para un evento de tal magnitud. La eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias fue, en particular, una decisión que afectó directamente la capacidad de respuesta.
- Respuesta inmediata: La tardanza de Mazón en presentarse en el Cecopi, la ausencia de alertas tempranas y la deficiente coordinación interinstitucional reflejaron una gestión caótica. La decisión de priorizar un almuerzo protocolar en medio de la tragedia constituyó un error de liderazgo que minó la credibilidad de la administración. La falta de activación oportuna de sistemas como ES-Alert y el retraso en solicitar la intervención de la UME agravaron las consecuencias humanas y materiales.
- Recuperación: La lentitud en la entrega de ayudas, la falta de transparencia y las tensiones políticas obstaculizaron una recuperación efectiva. Aunque Mazón trató de mantener el control político, su negativa a asumir responsabilidades claras generó un profundo descontento ciudadano, evidenciado en protestas masivas y en las crecientes demandas de dimisión.
Comparación con estándares internacionales:
Si se contrasta esta gestión con la de países con amplia experiencia en desastres naturales —como Japón o los Países Bajos—, la actuación de la Generalitat resulta aún más cuestionable. En Japón, los sistemas de alerta temprana y la preparación ciudadana han permitido reducir significativamente el número de víctimas en eventos extremos; en los Países Bajos, la gestión de inundaciones se apoya en infraestructuras avanzadas y planes constantemente actualizados. La falta de preparación estructural y la respuesta tardía en Valencia sugieren que muchas de las pérdidas humanas y materiales pudieron haberse evitado, tal como señala la jueza de Catarroja.
Aunque Mazón ha sido el principal blanco de las críticas, las responsabilidades se extienden a otros actores. La Aemet no elevó la alerta a nivel rojo hasta la mañana del 29 de octubre, limitando el tiempo de reacción; la Confederación Hidrográfica del Júcar no gestionó adecuadamente los embalses; y el gobierno central, encabezado por Pedro Sánchez, fue criticado por su respuesta tardía, pese a haber actuado tan pronto como se solicitó ayuda. Además, las políticas de recorte de VOX, vigente durante la coalición con el PP hasta julio de 2024, también inciden negativamente en la preparación ante la DANA.
Conclusión
La gestión de emergencias durante la DANA del 29 de octubre de 2024 por parte de Carlos Mazón y la Generalitat Valenciana fue inadecuada en las fases de preparación, respuesta y recuperación. La falta de prevención, los recortes en recursos clave, la tardanza en la actuación y la ausencia de alertas oportunas agravaron las consecuencias del desastre, que dejó 224 muertos y miles de afectados. Aunque las responsabilidades son compartidas entre varios actores, el liderazgo de Mazón ha sido cuestionado por su falta de celeridad, transparencia y autocrítica, lo que ha generado una crisis de confianza reflejada en protestas y demandas de dimisión. Este caso evidencia la necesidad de reforzar los sistemas de emergencia en la Comunitat Valenciana, priorizar la adaptación al cambio climático y mejorar la coordinación entre administraciones para evitar tragedias similares en el futuro.
Paco Ciclón /AFPRESS