Masacre en Örebro: el tiroteo más mortífero en la historia de Suecia
La ciudad de Örebro, situada a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, se convirtió ayer en el escenario de una tragedia sin precedentes en la historia de Suecia. Un tiroteo en la escuela para adultos Risbergska dejó un saldo de al menos diez personas fallecidas, incluido el presunto agresor, y varios heridos de gravedad. Se trata del ataque con más víctimas mortales registrado en el país, lo que ha conmocionado a la sociedad sueca y ha reabierto el debate sobre la seguridad en los centros educativos y el acceso a las armas.
Un ataque a plena luz del día
El incidente se produjo poco después del mediodía, cuando un individuo armado irrumpió en el centro educativo y abrió fuego contra estudiantes y profesores. Testigos presenciales han descrito escenas de pánico, con alumnos y docentes tratando de ponerse a salvo mientras el atacante continuaba disparando.
Las fuerzas de seguridad recibieron la primera alerta a las 12:10 h y desplegaron un amplio operativo en la zona. Agentes armados llegaron al lugar en cuestión de minutos y acordonaron el área. Según las primeras informaciones, el atacante fue abatido por la policía tras un enfrentamiento dentro del recinto escolar. La identidad del agresor aún no ha sido revelada, pero se ha confirmado que actuó en solitario.
Balance de víctimas y heridos
El ataque dejó al menos diez personas muertas, aunque las autoridades no descartan que la cifra pueda aumentar en las próximas horas. Entre los fallecidos hay estudiantes y personal del centro, lo que ha generado una profunda consternación en la comunidad educativa.
Además, cinco personas resultaron heridas de diversa gravedad. Cuatro de ellas tuvieron que ser sometidas a cirugía urgente, mientras que una permanece en estado crítico en el hospital universitario de Örebro. Equipos de emergencia y psicólogos han sido desplegados para atender a los familiares de las víctimas y a los testigos del suceso.
Investigación en curso y posibles motivos
La policía sueca ha abierto una investigación bajo sospecha de asesinato múltiple, incendio provocado y delitos con agravantes relacionados con armas de fuego. Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de un ataque terrorista, las autoridades han descartado vínculos con grupos extremistas.
El jefe de la policía de Örebro, Roberto Eid Forest, ha declarado que el agresor no era conocido por las fuerzas de seguridad y no tenía antecedentes criminales. No obstante, se están analizando sus posibles motivaciones y si sufría algún trastorno psicológico o tenía conflictos previos con la comunidad educativa.
Los investigadores también están examinando el arma utilizada en el ataque y cómo el atacante pudo obtenerla. En Suecia, la posesión de armas de fuego está altamente regulada, por lo que el acceso a este tipo de armamento suele ser difícil sin los permisos correspondientes.
Reacciones políticas y sociales
El suceso ha causado una gran conmoción en Suecia, un país que, si bien ha experimentado un aumento de la violencia en los últimos años, no está acostumbrado a ataques de esta magnitud.
El primer ministro, Ulf Kristersson, expresó su profundo dolor por lo ocurrido y envió sus condolencias a las familias de las víctimas. «Hoy es un día de luto para Suecia. No podemos permitir que hechos como este se repitan», afirmó en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Justicia, Gunnar Strommer, subrayó la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los centros educativos y anunció que el Gobierno revisará la legislación sobre armas de fuego. «Debemos asegurarnos de que quienes representen un peligro para la sociedad no puedan acceder a armamento«, declaró.
Impacto en la comunidad y medidas de seguridad
La ciudad de Örebro se encuentra en estado de shock tras el ataque. Las autoridades locales han decretado tres días de luto y han habilitado centros de atención psicológica para los afectados.
El centro educativo Risbergska ha sido clausurado temporalmente mientras se llevan a cabo las investigaciones. Además, se han reforzado las medidas de seguridad en otros colegios y universidades del país, con un mayor despliegue policial en los accesos a las instituciones educativas.
Este trágico suceso ha reabierto el debate sobre la violencia armada en Suecia y la necesidad de tomar medidas más estrictas para prevenir este tipo de ataques. En los últimos años, el país ha experimentado un aumento de la criminalidad relacionada con bandas, lo que ha llevado al Gobierno a endurecer las leyes sobre el uso de armas y aumentar los recursos destinados a la policía.
Sin embargo, la masacre de Örebro pone de manifiesto que aún queda mucho por hacer en materia de prevención y seguridad. Mientras las investigaciones avanzan, la comunidad sueca se une en el duelo por las víctimas de uno de los episodios más oscuros de su historia reciente.
Crónica: Alberto Carrillo / AFPRESS
Fotografías: RRSS