La actuación de Maribel Vilaplana y Carlos Mazón durante la DANA: ética profesional y liderazgo bajo crítica
La DANA que golpeó con fuerza la Comunidad Valenciana continúa siendo objeto de debate, esta vez por la actuación del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana. En medio de una emergencia climática que dejó daños materiales significativos y pérdidas humanas, ambos protagonizaron un controvertido encuentro que ha desatado críticas por su inoportunidad y la falta de profesionalismo demostrado.
La reunión, cuyo propósito era ofrecer a Vilaplana la dirección del canal autonómico À Punt, se llevó a cabo en las horas más críticas de la tormenta. Mientras se reportaban víctimas mortales y extensos daños, Mazón retrasaba su incorporación al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), y Vilaplana, una periodista reconocida, permanecía desconectada de la crisis que se desarrollaba en la región. Este hecho ha generado un amplio rechazo, no solo por el retraso en la actuación política de Mazón, sino también por la actitud de Vilaplana, que, según críticos, ignoró el deber ético de informar y dar prioridad al interés público en un momento de urgencia.
Mazón ha sido señalado por priorizar una reunión de índole laboral en lugar de atender una crisis que requería decisiones rápidas y efectivas. Su demora ha sido catalogada como una falta de liderazgo y de responsabilidad política, lo que ha alimentado las dudas sobre su capacidad para gestionar emergencias. Este incidente se suma a un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones públicas, particularmente en una era donde el cambio climático incrementa la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos.
Por su parte, Maribel Vilaplana enfrenta duras críticas sobre su ética profesional. Como periodista con amplia experiencia, se espera un compromiso con la información oportuna en situaciones de emergencia. Su decisión de permanecer en una reunión de carácter político en lugar de priorizar la cobertura o el análisis de la DANA ha sido percibida como una desconexión insensible con su entorno. Este comportamiento pone en cuestión su profesionalismo, especialmente cuando la ciudadanía necesita información precisa y confiable para enfrentar desastres naturales.
El incidente ha reabierto el debate sobre el rol del periodismo y la responsabilidad de los profesionales de la información en momentos de crisis. Expertos subrayan la importancia de que los periodistas mantengan un fuerte compromiso ético y se conviertan en un puente entre la ciudadanía y las autoridades durante emergencias.
A nivel institucional, este episodio evidencia deficiencias en la coordinación y comunicación durante situaciones de emergencia. La actuación de Mazón y Vilaplana ha resaltado la necesidad de contar con líderes políticos preparados y profesionales de la comunicación que prioricen su responsabilidad social. Mientras tanto, la polémica sigue escalando, con ciudadanos que exigen explicaciones y cambios para garantizar que situaciones similares no se repitan.
Raúl Velarde