El «largo almuerzo» de Mazón durante la DANA genera indignación y cuestiona su liderazgo
La intensa DANA que azotó la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre ha desatado un debate nacional sobre la gestión de emergencias y la coordinación de las autoridades en situaciones de crisis climática. Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, enfrenta duras críticas por su aparente demora en la toma de decisiones clave durante el temporal, que provocó graves inundaciones y dejó a su paso un rastro de daños materiales en varias localidades de la provincia de Valencia.
El foco de las críticas a Mazón surge por su supuesta falta de celeridad en la gestión de la emergencia, especialmente durante los momentos cruciales de la tormenta. Según fuentes internas, Mazón asistió a una reunión con la periodista Maribel Vilaplana para discutir la posibilidad de su nombramiento como directora de À Punt, el canal autonómico, lo que retrasó su llegada al Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) hasta las 17:30. Durante ese tiempo, varios de sus consejeros ya se encontraban intentando coordinar acciones para contener los efectos de las lluvias torrenciales que azotaban la región, mientras se multiplicaban los avisos de instituciones como la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, comentó en el programa Hora 25 que intentó contactar con Mazón sin éxito en múltiples ocasiones para acelerar la respuesta institucional. Según Ribera, esta falta de comunicación agravó la situación y complicó los esfuerzos de coordinación en una crisis que requería una acción inmediata. A su vez, la falta de respuestas claras y rápidas generó preocupación entre los ciudadanos, ya que el temporal causó cortes de tráfico y daños en propiedades e infraestructuras.
El prestigioso Financial Times no tardó en hacerse eco de la noticia y publicó un artículo crítico sobre la actuación del gobierno autonómico valenciano. En su informe, el medio británico incluyó declaraciones de expertos en emergencias, quienes subrayaron la importancia de contar con funcionarios debidamente capacitados en protección civil y preparados para responder rápidamente en situaciones de emergencia. Entre los testimonios, destacó el del director de Bomberos Unidos Sin Fronteras, Jesús Lluch Ferrer, quien enfatizó que las decisiones ejecutivas y la preparación institucional son esenciales para mitigar los efectos de fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
A medida que las lluvias continuaban causando estragos, Mazón publicó en la red social X (antes conocida como Twitter) un mensaje que aseguraba que las lluvias ya se alejaban de la región. Sin embargo, poco después, localidades afectadas comenzaron a reportar inundaciones severas. La Generalitat Valenciana emitió una alerta oficial hasta 13 horas después del primer aviso de AEMET, una demora que fue ampliamente criticada y motivó una manifestación en Valencia en la que más de 100.000 personas pidieron explicaciones y soluciones ante la vulnerabilidad climática.
Este contexto también fue aprovechado por el Partido Popular (PP) para cuestionar la actuación de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, sugiriendo que no era adecuada para ocupar el cargo de comisaria en la UE debido a su gestión de la DANA. En el Parlamento Europeo, destacados miembros del PP plantearon dudas sobre su idoneidad y hasta sugirieron la retirada de su candidatura. Dolors Montserrat, eurodiputada del PP, llegó a cuestionar si Ribera dimitiría en caso de que se investigara su actuación por posibles responsabilidades. Algunos analistas han interpretado esta estrategia del PP como un intento de desviar la atención de las críticas hacia Mazón y la Generalitat Valenciana, trasladando el foco de la gestión de la emergencia a un plano político más amplio.
A nivel regional, esta crisis climática ha evidenciado la necesidad de revisar y optimizar los protocolos de respuesta de la Generalitat Valenciana para futuros fenómenos meteorológicos extremos, cuya frecuencia parece estar en aumento. Expertos en gestión de emergencias señalan la urgencia de capacitar a los responsables en protección civil y de mejorar la comunicación interinstitucional, de modo que los habitantes de la Comunidad Valenciana puedan contar con una respuesta efectiva y coordinada cuando enfrenten este tipo de catástrofes.