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El PP de Feijóo entre contradicciones y tensión interna en su defensa de Mazón tras la crisis de la DANA

Con el PSOE enfocado en reducir el enfrentamiento político y desescalar el debate por la gestión de la DANA, el Partido Popular (PP), bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, se enfrenta a un panorama complejo de contradicciones y cambios de estrategia. Estas tensiones, que han marcado las últimas dos semanas, han evidenciado una falta de coordinación interna que preocupa a la cúpula del PP, especialmente por el temor de que las críticas hacia la gestión de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana y compañero de partido, terminen por afectarles de forma duradera.

El pasado jueves 31 de octubre, en un contexto de incertidumbre tras la devastación causada por la DANA, Feijóo se adelantó a Pedro Sánchez y se presentó en el centro de coordinación de emergencias junto a Mazón. Durante esa visita, Feijóo defendió públicamente al president de la Generalitat y sugirió que la información crítica sobre el temporal debía ser facilitada por organismos dependientes del Gobierno central, como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Confederación Hidrográfica del Júcar. Con estas declaraciones, el líder del PP intentó trasladar la responsabilidad al Ejecutivo nacional.

Sin embargo, esta postura fue rápidamente abandonada cuando Mazón evitó en todo momento confrontarse con el Gobierno central y optó, en cambio, por una estrategia de colaboración y unidad. En una clara señal de distanciamiento, Mazón declaró el 4 de noviembre que era momento de dejar las disputas políticas a un lado y centrarse en los esfuerzos de recuperación. Estas palabras contrastaron con el tono de Feijóo, quien, por su parte, propuso declarar la emergencia nacional, lo cual implicaba centralizar la gestión y dejar al Gobierno de Sánchez en control de la situación. La propuesta fue vista por algunos como un intento de Feijóo por elevar su perfil a nivel nacional, a costa de la autonomía y protagonismo de Mazón.

En este contexto, Feijóo también defendió públicamente el papel de Mazón, llegando a afirmar en una entrevista en Antena 3 que «Mazón asumió sus deberes desde el primer momento sobre la DANA». Estas palabras pretendían enfatizar el compromiso de Mazón frente a la crisis, pero al mismo tiempo añadieron otro matiz de complejidad a la narrativa que Feijóo intenta mantener en torno a la responsabilidad del Ejecutivo central.

Las contradicciones dentro del PP se hicieron aún más evidentes con la manifestación del sábado 6 de noviembre en Valencia, donde miles de ciudadanos expresaron su descontento con la gestión de Mazón. En respuesta, Juan Bravo, vicesecretario de Asuntos Económicos del PP, intentó mitigar las críticas declarando el respaldo del partido tanto a los valencianos como al presidente de la Generalitat. Sin embargo, al día siguiente, Borja Sémper, portavoz nacional del PP, evitó confirmar ese apoyo en la misma sala de prensa, evidenciando una falta de unidad en la estrategia.

Desde Génova, el equipo de Feijóo intentó suavizar el mensaje y aclaró que el apoyo a Mazón era “total”, aunque internamente persisten voces críticas. La dirección nacional del PP se esfuerza en proyectar una imagen de cohesión, pero las divisiones sobre la gestión de la DANA y la estrategia de confrontación con el Gobierno central son palpables. La desconfianza hacia la gestión de Mazón ha crecido en ciertos sectores del PP, especialmente en aquellos territorios donde la actuación ante la crisis ha sido duramente cuestionada.

Por su parte, Feijóo intentó reconducir la situación pidiendo moderación en el tono, según declaraciones del propio Sémper. “No vamos a envenenar aún más la política española ni a practicar el acoso al Gobierno”, afirmó el portavoz en un intento de reflejar un enfoque más constructivo. Sin embargo, menos de 24 horas después, el propio Feijóo retomó su tono crítico inicial y calificó al Ejecutivo de «fallido», apuntando nuevamente a la Confederación Hidrográfica y a la ministra Teresa Ribera por lo que calificó como una “negligencia” en la gestión de los recursos hídricos durante la DANA.

En un contexto político complejo, Feijóo parece buscar un delicado equilibrio entre respaldar a Mazón y mantener una postura crítica hacia el Gobierno central, una estrategia que ha generado incomodidad y desconfianza en diversos sectores del PP. La apuesta por confrontar al Ejecutivo, aunque popular entre ciertos sectores del electorado, amenaza con profundizar las divisiones internas en el partido en un momento crucial para consolidar su liderazgo en el ámbito nacional.

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