VIAJE | LAS ISLAS GRIEGAS
Día 23 de septiembre Atenas / Mykonos
MYCONOS
En el puerto de Lavrion embarcamos en el barco de la compañía Celestial Discovery, llegando a Mykonos y aprovechamos la tarde para recorrer esta turística isla.
El autocar nos recogió en el puerto y nos llevó a hacer un recorrido por la campiña de Miconos. Miconos, conocida como la Ibiza de Grecia, pertenece al grupo de las Cicladas, en el mar Egeo. Tiene una superficie de 85’5 km2, una altitud de 364 m sobre el nivel del mar y un suelo generalmente granítico. La orografía es suave, presentando onduladas colinas.La escasez de agua de la isla convierte la desalación de agua del mar en una alternativa.
Se conoce especialmente por su ambiente de fiestas de verano y por su animada vida nocturna. Innumerables establecimientos dedicados al ocio y a la diversión están abiertos las 24 horas del día. En los bares de las playas de Paradise y super Paradise retumba la música hasta el amanecer. Incluso hay enormes clubes de baile, imán de DJ famosos internacionalmente, que permanecen abiertos hasta después de amanecer.
Como nos explicó la guía, en esta isla los edificios no superan la altura de 2 pisos, porque la isla es una zona sísmica. Además, las casas, cúbicas y con esquinas redondeadas para resistir los vientos, suelen estar pintadas de blanco, porque este color refleja la luz solar, evitando el calor.
Como nos comentó la guía el interés turístico de Myconos radica en varios motivos, uno de los cuales es la proximidad de Myconos a la isla de Delos, uno de los cuatro principales yacimientos arqueológicos de Grecia, cuyos visitantes al no poder pernoctar allí, buscaron alojamiento en Myconos. Además, las playas nudistas de Myconos atrajeron a numerosas personas.Visitantes famosos como el magnate Onassis y su mujer Jackie, viuda del asesinado presidente de Estados Unidos Kennedy, aumentaron el interés turístico de Miconos.
Durante el pintoresco itinerario visitamos la alegre y hermosa playa de Kalafatis, deteniéndonos en el pueblo de Ano Mera, para visitar el monasterio de Panagia Tourliani, fundado en 1542, donde despertaron nuestra admiración la valiosa colección de íconos religiosos, el campanario y la fuente de mármol.
La acogedora plaza del pueblo de Ano Mera se convierte en el lugar ideal para hacer una pausa y probar un delicioso café griego. Allí también degustamos un apetitoso postre local, parecido a los profiteroles.
Ya en la ciudad de Miconos, llamada también Chora, paramos en la iglesia de Paraportiani, que significa “Nuestra Señora de la puerta lateral”, compuesta de 5 iglesias además del Museo del Folklore. En dicho museo había diversas exposiciones y contemplamos indumentarias tradicionales, mobiliario y objetos de la vida cotidiana de Miconos a finales del siglo XIX y principios del XX.
Nuestro paseo acabó en la Pequeña Venecia, en el barrio de Alefkhandra, donde se encuentran sus famosos molinos de viento, del siglo XVI, ubicados en una colina que sobrevuela la ciudad de Miconos.
Retomamos el barco y partimos hacia Kusadasi, Turquía. Pernoctamos en el barco.
Día 24 de septiembre Kusadasi (Turquía) / Patmos
ÉFESO
Desembarcamos en Kusadasi, Turquía, para realizar una excursión a Éfeso, inscrita por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 2015. Fue en la antigüedad una localidad de Asia Menor, en la actualidad Turquía. Constituía una de las 12 ciudades jónicas a orillas del Egeo, ubicada entre el extremo norte de Panayr Dâg y la desembocadura del río Caístro, contaba con un puerto. Esta ciudad era un importante centro religioso, cultural y comercial, cuyas ruinas en la actualidad son un foco de atracción turística. En esta isla la tierra es muy fértil y el clima agradable, así que constituye un lugar de vacaciones para las familias turcas que se lo pueden permitir.
Éfeso, ubicada en las colinas a las afueras de Kusadasi, en Turquía, fue fundada por los griegos alrededor del 2000 a. C. Se asentaron comerciantes dorios y la riqueza de la ciudad despertó el interés de los persas a los que combatió Alejandro Magno, de Macedonia. Con el dominio de Macedonia las ciudades prosperaron de nuevo. Un comandante de Alejandro Magno fundó la 3ªciudad de Éfeso.
Éfeso paso por la sucesiva fase de romanización y durante el imperio bizantino Teodosio forzó a la conversión al cristianismo, más adelante en el siglo X, los turcos tomaron el testigo del control, fundando una nueva Éfeso.
Éfeso, dedicada en el Pasado a la diosa Artemisa, constituye actualmente un valioso museo arqueológico al aire libre, en el que pudimos admirar los cimientos y algunos fragmentos del templo construido en honor a Artemisa, una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Dicho templo contaba con más de 100 pilares de mármol de 17 metros de altura, de los que sólo resta un solo pilar, hallado tras excavaciones en 1870.
Extasiados recorrimos el ágora, el odeón, la biblioteca de Celso, erigida el 135 a. C, decorada con portadas, columnas y esculturas. Constituyó una de las mayores bibliotecas del mundo antiguo, albergando 12000 libros manuscritos de papiro.
En las proximidades de la citada biblioteca se encuentra el espectacular teatro griego, con aforo para 24000 espectadores.
Además, recorridos la vía de los Curetes, pavimentada en mármol, los baños de Escolástica, la fuente de Trajano, el templo de Adriano, las casas de Coresus, o casas adosadas, lugar de residencia de familias acaudaladas…La conservación de estas villas es inmejorable. Las casas más antiguas de las desenterradas hasta la fecha son del siglo I a. C. Tenían 2 plantas y contaban con agua caliente y fría e incluso disponían de un sistema de calefacción por medio de cañerías de arcilla bajo el suelo.
Solo se ha descubierto el 13% de la ciudad de Éfeso y los hallazgos de las excavaciones realizadas, se encuentran en el Museo Arqueológico de Éfeso, situado en Selcuk.
Retomamos el buque para salir hacia Patmos.
PATMOS
Patmos, donde la tierra se abraza con el mar, es una de las islas griegas más septentrionales del archipiélago del Dodecaneso, en el Egeo. Tiene una superficie de 34’6 kim2 y una costa muy recortada e irregular, ornada con pequeñas playas y calitas, mientras el interior es montañoso y con escasa vegetación. La orografía de sus numerosas colinas es rocosa y agreste.
La población de Patmos, en torno a los 3.000 habitantes, se reparte generalmente entre la capital Patmos, conocida popularmente como Chora (pueblo en griego) y el único puerto de la isla, Skala.
Según la mitología griega, originariamente Patmos estaba en el fondo del mar Egeo. La diosa cazadora Artemisa frecuentaba la región de Caria, en la costa de Anatolia y en las proximidades de la isla sumergida. Allí, en el monte Latmos, se erigía un santuario, donde Artemisa se reunía con su amiga Selene, la diosa de la noche y diosa de la luna. Selene iluminaba el mar, logrando una vez divisar las tierras sumergidas de la hermosa isla. Selene, debido a la belleza de las tierras inundadas, anheló que estás salieran a la superficie y pidió a su amiga Artemisa, que mediara ante su padre Zeus, para que la bella isla emergiera a la superficie. Los dioses Artemisa y su hermano Apolo, persuadieron a Zeus. La isla salió de las aguas. El calor del sol secó la tierra y la isla se pobló con gente procedente de Caria, que en honor a Artemisa denominaron a la isla Letois o Letoida, ya que la citada diosa era hija de Leto.
La isla de Patmos se convirtió en el lugar donde Orestes, hijo de Agamenón, rey de Micenas, se refugió para evitar la persecución de las Eirines o Furias, que lo acosaban por haber matado a su madre Clitemnestra, para castigarla por haber ésta dado muerte a Agamenón.
Recorrimos las serpenteantes y laberínticas calles, para acceder al punto más alto de la isla, el monte Profitis Ilias, Profeta Elías, donde se sitúa el monasterio de San Juan, a 269 metros sobre el nivel del mar.
Muy cerca del monasterio en el camino que conduce al puerto de Skala, se encuentra la Gruta del apocalipsis, cueva en la que según la Biblia San Juan Evangelista tuvo la revelación del futuro de la humanidad. En la gruta pudimos admirar la cruz grabada por San Juan y la triple fisura en el muro a través de la cual el Apocalipsis fue revelado por Dios a San Juan. La solemnidad es tal, que una enmudece al empaparse de la grandeza histórica y religiosa de este lugar con gran significado para los cristianos. En el interior de dicha cueva pueden observarse 2 huecos, de los que se dice que uno era usado a modo de almohada para dormir y el otro, para apoyar el codo al escribir. En cualquier caso, no se puede negar, que independientemente de la existencia o no de sentimiento religioso o de fe, la atmósfera de este lugar impregna poderosamente el espíritu. Según la tradición cristiana San Juan se dirigió a predicar a Éfeso, donde fue apresado y llevado a Roma. Allí se le sometió a tortura por orden del emperador Domiciano y como sobrevivió fue desterrado a Patmos, lugar de exilio habitual en aquel momento. En la citada cueva le fue revelado el evangelio sobre los hechos y vida de Jesucristo y el Apocalipsis. Finalizado su exilio Juan regresó a Éfeso, donde terminó sus escritos y murió. Por las razones comentadas Patmos se convirtió en lugar de peregrinación.
A continuación, visitamos el monasterio, cuyos cimientos se apoyan sobre los restos del antiguo templo de Artemisa. Según la tradición, el monasterio de San Juan fue fundado a principios del siglo XI por San Cristódoulos, a instancias del emperador bizantino Alejo I Comneno. El monasterio de Patmos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, servía de fortaleza, para proteger los tesoros artísticos y culturales que iba a custodiar y de refugio ante los ataques de los piratas.Este monasterio, a cuyos pies se aferran blancas casitas, llegó a albergar unos 1700 monjes.
Inicialmente visitamos el patio del monasterio, donde están el refectorio de los monjes y la antigua panadería, además admiramos la iglesia bizantina de San Juan, ornada con un biombo, de una belleza exquisita, decorado con iconos tallados en madera y valiosos frescos de distintos momentos históricos.
Para finalizar nos dirigimos a un pequeño museo, donde se conservan tesoros religiosos de valor incalculable como manuscritos, textiles medievales e indumentarias.
La isla de Patmos, habitada desde la edad de bronce, sufrió invasiones de dorios procedentes de la Grecia continental y pasó sucesivamente al control de Macedonia, del imperio romano, del imperio bizantino, de Venecia, de los Caballeros de la Orden de San Juan de Rodas, del imperio Otomano, de Italia y de Alemania, incorporándose finalmente a Grecia en 1948.
Además de tranquilidad y espiritualidad Patmos cuenta con hermosas playas y una impactante arquitectura tradicional.
Embargada del profundo espíritu religioso, de la paz y de la serenidad, transmitido por esta plácida isla, embarqué con destino a Rodas, pasando la noche en el barco.
Día 25 de septiembre Rodas
RODAS
Desembarcamos para realizar una excursión por la isla de Rodas, recorriendo en autocar la pintoresca costa oriental con sus pueblos y casas blancas, con destino a Lindos, la más importante de las tres ciudades de la antigüedad de Rodas, que experimentó un gran desarrollo económico (s. VIII antes de Cristo).
La isla de Rodas, cuya capital se denomina asimismo Rodas, es la isla griega más extensa del archipiélago del Dodecaneso, tiene 1400 km2.
Rodas ha sufrido varias invasiones en el curso de su historia, que han marcado su impronta sobre la isla: aqueos, micenas, dorios, (fundaron Lindos) romanos, época cristiana, época bizantina, época medieval, italianos, otomanos…
Rodas cuenta con 2 acrópolis, una de las cuales está dedicada a la diosa Atenea.
Los rodios, rendían culto al dios del sol, cuyo nombre griego era Helios.El coloso de Rodas era una escultura del dios Helios, nombre griego o Apolo, nombre romano del mismo dios. Erigida en el año 280 a. C y con 30 metros de altura, conmemoraba la victoria de Rodas sobre Chipre. Se piensa que el Coloso de Rodas, una de las 7 maravillas del mundo antiguo, fue destruido por un terremoto. En cualquier caso, aunque desafortunadamente no se puede admirar actualmente el citado Coloso, pudimos disfrutar visitando otros muchos monumentos históricos.
Inicialmente nos detuvimos en Lindos, a unos 55 km de la ciudad de Rodas, para visitar la Acrópolis, que cuenta con un templo dórico dedicado a Atenea, erigido en el 300 a. C, ubicado en la parte más alta del pueblo, por lo que constituye un excelente mirador.
Desde la Acrópolis de Lindos pudimos contemplar la campiña de Rodas, en la que se observan montañas, salpicadas de blancas casitas, que trepan por las laderas. Estas casitas, de escasa altura, se adaptan al terreno escarpado. Hay que remarcar que el territorio griego, tanto la parte continental como las islas, es zona sísmica, por lo que las edificaciones no suelen ser muy elevadas.
Una vez en la capital, Rodas, recorrimos el casco antiguo o Ciudad Medieval, reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Allí pudimos observar y especialmente admirar los restos de la ocupación de los caballeros de la orden de San Juan, llegados en la Edad Media, durante las cruzadas. Atravesamos la puerta de Amboise, enfilamos la calle de los Caballeros y admiramos las fachadas de las casas de las diferentes órdenes, con sus escudos.
Es impresionante el imponente palacio del Gran Maestre de los Caballeros de Rodas.Este castillo medieval, erigido en el siglo XIV, conocido como “Kastello”, constituye uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica de Grecia. Estudios recientes señalan que el emplazamiento del citado castillo fue el lugar, donde se alzaba antiguamente el Coloso de Rodas.
Los caballeros de Rodas eran en principio monjes católicos, cuya función era la construcción de un Hospital y de una iglesia, concretamente, de la iglesia de San Juan.Trabajaban en hospitales para auxiliar a enfermos y heridos, pero se acrecentó la guerra con los musulmanes, y los caballeros decidieron convertirse en guerreros. Los caballeros se alojaban por nacionalidades.
Hasta 1522 fue la época más floreciente de la isla, pero con posterioridad a esta fecha, se sucede la dominación otomana y Rodas entra en una época más oscura. Los caballeros tuvieron que abandonar Rodas y se establecieron en Creta y posteriormente en Malta, adoptando la denominación de Caballeros de Malta.
Más adelante la isla cae bajo el control de Italia. Se establecen ingleses y alemanes y finalmente Rodas pasa a formar parte de Grecia.
Rodas también ofrece hermosas playas y una estimulante vida nocturna, para el solaz del turista.
Tras la visita, encantados y cautivados por la poderosa atmósfera medieval de Rodas, embarcamos, pernoctando a bordo.
Día 26 de septiembre Heraklion (Creta) / Santorini
CRETA
Llegamos a Heraklion, Creta, donde desembarcamos y nos dirigimos al palacio de Knossos.
Creta, cuya capital es Heraclión, es la isla más grande de Grecia, con una superficie de 8300 km 2, constituyendo un lugar estratégico entre Europa, Asia y África.
En Creta había un asentamiento neolítico, pero durante la edad del Bronce se produjo una migración por parte de poblaciones de Anatolia, que traían innovaciones, como la rueda. La mezcla de los recién llegados con la población local originó el pueblo minoico.
Creta fue el lugar donde se desarrolló la civilización minoica, en el periodo comprendido entre 2700 a. C hasta 1420 a. C. La antigua ciudad de Cnosos, la ciudad más antigua de Europa, próxima a Heraclión, fue la cuna de la citada civilización minoica, considerada una de las más antiguas civilizaciones europeas.
Como la isla de Creta carecía de metales, los minoicos se convirtieron en marinos y comerciantes por necesidad, intercambiando mediante el trueque productos de Creta como aceite de oliva y vino, por metales y otros productos.
Más adelante se produce la invasión micénica, que adopta invenciones de la anterior civilización minoica, como el sistema de escritura minoica lineal A y reconstruye el palacio de Cnosos. Más adelante surge la escritura lineal B, que constituye la forma más antigua del idioma griego. La escritura aparece como respuesta a la necesidad de disponer de registros contables, por lo que la escritura inicialmente es un sistema de contabilidad.
Las excavaciones en Cnosos fueron iniciadas por el cretense Minos Kalokairinos en la década de 1870. Poco tiempo después, a principios del siglo XX, el hallazgo del palacio de Cnosos se debió al británico Arthur Evans.
El palacio de Knossos era el centro administrativo, económico y religioso, funcionando al mismo tiempo como Ayuntamiento, almacén donde se almacenaban los productos agrícolas y templo.
Según la mitología griega el palacio de Cnosos constituía la residencia del sabio rey Minos. Entre las gloriosas y majestuosas ruinas, que dan fe del esplendor del que gozó en el pasado, pudimos contemplar el gran patio central, el fabuloso salón del trono, la imponente gran escalera y el fresco del “Príncipe de los lirios”. Transitamos las estancias del palacio, explorando la sala de la guardia real y la cámara del rey, que lograron trasladarnos mágicamente en el tiempo.
La sala del trono, concretamente, era el lugar desde el cual el monarca impartía justicia, ya que era simultáneamente rey, juez, legislador y sacerdote. De hecho, según la mitología griega Minos, antaño rey de Creta, era el juez en el Inframundo o Hades o dominios de Plutón.
El palacio de Knosos estaba decorado con bellas y vistosas pinturas al fresco, que actualmente se pueden admirar en el museo de Heraclión.Estos originales han sido sustituidos por reproducciones en las ruinas del palacio de Knosos.
De los citados frescos se sacan varias conclusiones. Las mujeres se representaban mediante el color blanco, mientras los hombres aparecían de color rojo. La mujer cretense participaba en los juegos acrobáticos de la tauromaquia.
Pudimos observar esculturas de ídolos femeninos, en las que las mujeres aparecen con el pecho descubierto, para simbolizar la fecundidad.
Las construcciones se orientaban a ser estructuras antisísmicas mediante la disposición de las vigas y el uso de columnas de madera, material que podía soportar las vibraciones sísmicas.
La palabra laberinto, procede del griego “labyrinthos”, compuesto por el término “labrys”, que alude a la “doble hacha” y la palabra “inthos”, que significa “lugar” o “casa” .La denominación de “casa de la doble hacha” para el palacio de Cnosos se atribuye al citado descubridor del palacio de Cnosos, Arthur Evans. La doble hacha era un objeto usado en el sacrificio del toro, que era un animal sagrado. La importancia de este animal se revela poderosamente en la mitología griega. El Minotauro era un ser mitológico, mitad hombre mitad bestia, que vivía confinado en el laberinto y que perdió la vida a manos de Teseo.
Escuchamos embelesados la leyenda cretense sobre el Minotauro, que nos relató la guía local.
Zeus se transformó en toro para raptar a la bella princesa fenicia Europa y convertirla en su amante. Europa dio nombre a todo un continente y uno de los hijos que tuvo con Zeus, Minos, llegó a ser rey de Creta, con la ayuda del dios Poseidón. El citado dios del mar le pidió a Minos, como agradecimiento, que sacrificara en su honor un hermoso toro blanco, que saldría del mar. El animal tenía tan bella estampa, que Minos decidió quedárselo para sí, y sustituyó al hermoso toro blanco, que tenía que sacrificar a Poseidón, por otro ejemplar. Poseidón no se dejó engañar por la artimaña, y encolerizado, planeó vengarse del rey cretense.
Poseidón castigó a Minos haciendo que Pasifae, la esposa del monarca cretense, se enamorara perdidamente del citado toro blanco.Para Pasifae el amor no tenía fronteras, no cabe duda.Para consumar su amor, acudió a Dédalo, el artesano y arquitecto real. Éste construyó un armazón de madera con forma de animal, cubierto con una piel de vaca, en cuyo interior se introdujo Pasifae, para lograr una cópula con el citado toro blanco, objeto de su amor.Es obvio que no hay nada mejor que un toro, para ponerle los cuernos a un marido.(Juego de palabras irónico).Especialmente si el esposo no está tan bien dotado como un soberbio bóvido.(Ironía).
De esta singular unión nació el Minotauro, monstruo de cabeza de toro y cuerpo humano, al que Pasifae llamó Asterión. Pasifae crio a su hijo, que conforme crecía se iba volviendo cada vez más peligroso, llegando a devorar carne humana. Minos, sobrepasado por la situación, requirió de la ayuda de Dédalo, que ideó un laberinto, donde confinar al monstruo y evitar que éste pudiera salir de allí, por lo intrincado de la construcción.
Como uno de los hijos de Minos, Androgeo, tras vencer en una competición olímpica, había sido asesinado en Atenas, Minos declaró la guerra a esta ciudad-estado.Con la ayuda de la terrible peste que azotaba la zona, logró la victoria e impuso un terrible tributo a los atenienses:siete muchachos y siete doncellas al año, para alimentar al Minotauro. Esta situación se prolongó durante un tiempo hasta que el príncipe Teseo, hijo del rey Egeo de Atenas, desafió la opinión de su padre, y se ofreció como víctima voluntaria, para derrotar al monstruo y terminar con el sangriento impuesto. Egeo le pidió a Teseo que si consiguiera regresar, reemplazara las velas negras del barco por blancas, para que al divisarlas en la distancia, Egeo pudiera saber que su hijo había sobrevivido.
Una vez en Creta Teseo contó con la ayuda de Ariadna, hija de Minos, que, tras conocerle, se había inflamado de amor por él.Ariadna entregó a Teseo un ovillo de lana, para que atara un cabo en la entrada del laberinto y lograra encontrar la salida, tras matar al monstruo. Teseo cumplió su misión con éxito, logrando librar a sus 14 compañeros de una muerte cierta y enfrentándose a la cólera de Minos, que, al enterarse de la contribución de su propia hija en el éxito de la empresa cinegética, ordenó que apresaran a Teseo y a Ariadna. Ambos lograron huir. El héroe ateniense no tuvo un comportamiento muy caballeroso con la hija de Minos, que mientras dormía, fue abandonada en la isla de Naxos.Sus llantos de dolor conmovieron al dios Dionisos, que la convirtió en su esposa.
Hay 2 versiones del desenlace de la historia. Según una historia Teseo en medio de la euforia por su victoria, olvidó cambiar las velas del barco negras por las blancas. Según otra narración las velas blancas fueron destrozadas por una tormenta y se tuvieron que volver a utilizar las velas negras. En ambos casos su padre Egeo, al divisar las velas negras, interpretó que el joven había muerto y cegado por el dolor, se suicidó, lanzándose al mar, que recibió su nombre.
Este mito tiene una base real, ya que durante los juegos acrobáticos de la tauromaquia muchos jóvenes perdían la vida.
En el curso de su historia Creta pasó de un periodo de paz a un periodo de guerra entre ciudades estado. Por esta razón disminuye el papel de la mujer en la sociedad cretense. Creta pasó sucesivamente bajo el dominio romano, bizantino etc.
Sin lugar a dudas esta memorable excursión nos permitió conocer uno de los tesoros arqueológicos más importantes de Europa, dejándonos profundamente impresionados con el rico legado cultural de la civilización minoica.
SANTORINI
En Heraklion tomamos el buque de nuevo, con destino a Santorini, llegando por la tarde.
El nombre de Santorini, cuyo nombre oficial es Thira, es una evolución de “Santa Irene”. Los mercaderes venecianos medievales llamaron a esta isla “Santa Irene”, en homenaje a la patrona de la isla, Santa Irene de Tesalónica.
Santorini forma parte del archipiélago de las Cícladas, islas de origen volcánico y sus costas están bañadas por el Egeo. Santorini tiene una superficie de 96 km2, una costa de 69 km y su población ronda los 7000 habitantes en invierno y alcanza los 11000 durante el verano.
Santorini es en realidad un volcán con una caldera o cráter submarino. La isla fue testigo de una de las mayores erupciones volcánicas en el mundo. Como resultado de la explosión volcánica el centro de la isla se hundió, dejando sólo el cráter e imponentes acantilados, donde se asientan pequeños pueblos. La devastación sufrida por esta erupción volcánica en el siglo XVI a. C, que destruyó los primeros asentamientos humanos, conformó su paisaje accidentado.
Algunas leyendas indican la relación entre la destrucción de isla de Santorini y la de la Atlántida. Platón, concretamente, describió con precisión la desaparición de la Atlántida. Según este filósofo griego la Atlántida era una isla circular, poblada con gente muy talentosa, civilizada y próspera, que formaba parte de un imperio, que abarcaba varios continentes y que desapareció de la noche a la mañana por un terremoto, seguido de un diluvio. Estudios geológicos y arqueológicos revelaron la relación de la desaparición de la Atlántida con una explosión volcánica masiva en el mar Egeo durante la Edad de Bronce.
Igualmente se especula con que la actividad volcánica de Santorini podría haber originado las famosas plagas egipcias, comentadas en el libro bíblico del Éxodo, explicando la salida de Egipto de Moisés y del resto de los judíos.
En el seno de la comunidad científica se apunta que la isla de Santorini, no se concibió a partir de un episodio volcánico único, sino que experimentó muchas erupciones en el curso del tiempo. Santorini es un territorio proclive a la actividad volcánica, ya que se ubica en zona de placas tectónicas. De acuerdo con investigaciones geológicas Santorini ha asistido al menos a 12 erupciones volcánicas masivas durante 1 millón de años. Se estima que la primera erupción del volcán, alrededor de 1500 a. C, desencadenó las enormes olas del tsunami que golpearon las costas del norte de Creta, destruyendo la floreciente civilización minoica. Los geólogos señalan particularmente la virulencia de la erupción de 1630 a. C. La última erupción data de 1956 y el volcán sigue activo.
Santorini se caracteriza por sus encaladas casas cúbicas, que escalan los acantilados sobre el cráter subterráneo, comunes en las 2 principales poblaciones: Fira y Oia. Destacan las peculiares playas de piedras de lava blancas, rojas y negras.
El clima muy árido, por las escasas precipitaciones anuales, se caracteriza además por la presencia de un fuerte y seco viento del norte, llamado viento Etesio, que azota la isla desde mediados de mayo hasta mediados de septiembre. Desde el punto de vista positivo esto proporciona a la isla un promedio anual elevado de horas de sol, lo que la convierte en destino turístico de primer orden. Esta climatología condiciona la economía y la arquitectura. La arquitectura, en concreto, tiene marcas características como los techos redondos para resistir mejor los vientos y los movimientos sísmicos y para recoger agua, ya que Santorini carece de agua. El agua dulce es un bien escaso y muy valorado, ya que la isla cuenta con pocas reservas de agua y no dispone de ninguna fuente natural. Los habitantes de Santorini aprovechaban en cisternas el agua de lluvia caída sobre los techos hasta el siglo XIX. Actualmente una planta de desalinización de agua de mar produce agua potable. La demanda de agua se ha incrementado por la construcción de numerosas piscinas, debido al desarrollo turístico experimentado por la isla.
Por lo que respecta a la agricultura local, ésta se adapta a la escasez de agua. La pobreza y acidez del suelo, cubierto de una gruesa capa de cenizas, solo permite el cultivo de la variedad de vid el Assyrtiko, cuyos ejemplares se espacian, beneficiándose del rocío y de la bruma marina, como principal fuente de agua, mientras las ramas se disponen en anillo espiral, para que no adquieran un tamaño o altura grande y de este modo precise la menor cantidad de agua posible. Dan como resultado un vino muy seco y ácido muy apreciado.
También se cultiva un pequeño tomate, el tomate de Santorini, una variedad autóctona de tomates cherri, con denominación de origen protegida. Su tamaño reducido hace que necesite poca agua.
Oia, actualmente el pueblo más bonito y pintoresco de Santorini, era un pueblo de pescadores, antes de convertirse en turístico, que se caracteriza por casas cueva, construidas en la roca, ideales para mantener una temperatura fresca en verano, mientras las calles son estrechas y laberínticas, para que los habitantes pudieran esconderse y escapar de los piratas. Este pueblo también se caracteriza por sus iglesias con cúpulas azules. Oia es un pueblo típico cicládico de casas blancas y marcos de ventanas y puertas en azul, similar a las construcciones de las costas de Marruecos o Túnez.
Las excavaciones realizadas revelan que los primeros asentamientos humanos en la isla datan del neolítico.
Los hallazgos, pinturas y murales, encontrados cerca de Akrotiri y de la famosa Playa roja demuestran la existencia de una colonia minoica, civilización altamente evolucionada con una economía próspera y con relaciones comerciales con otros países mediterráneos. Esta civilización fue desbastada por una erupción volcánica que tuvo lugar entre 1615 y 1645 a. C.
Hacia 1300 a. C. hicieron acto de presencia los fenicios y más adelante, alrededor de 1100 a. C , se asentaron en la isla los lacedemonios.Durante los siglos VII y VI a. C., la isla se relacionaba comercialmente con la mayoría de las islas y las ciudades-estado griegas.
El periodo helenístico asistió al florecimiento económico de la isla, que, por su posición estratégica en el Egeo, se convirtió en un emporio comercial. Entre 1200 y 1579, la isla cayó bajo el dominio bizantino y veneciano y desde 1579 hasta 1821, fue controlada por los turcos hasta la revolución griega y la independentista.
Al llegar a Santorini, aquella tarde, confieso que sentí una punzada de envidia, al ver a aquellas elegantes damas del crucero, muy acicaladas y ataviadas estilo bohemian chic, para dirigirse a “Oia”. Desafortunadamente no tendrían ocasión de lucir sus vistosas galas, por la razón que se expondrá a continuación.
Hay que recalcar que la espectacular belleza de Santorini junto con su animada vida nocturna, la han convertido en un imán para el turismo. Yo sabía, por las noticias, que los lugareños de Santorini no querían más turistas, pero no esperaba, ni de lejos, un nivel de turistificación tan elevado.
Al llegar a Oia, espectacular pueblo ubicado en el acantilado de la caldera de una antigua erupción volcánica, sentí un agobio inmediato por el torrente humano que atravesaba las angostas calles. La masa de gente era tal que dificultaba en grado extremo visitar los domos o características cúpulas azules de Oia, para hacerles las consabidas fotos.La molesta situación recordaba a la película de 1954”Cuando ruge la marabunta”, con la plaga de voraces hormigas que amenaza la plantación de cacao de Christopher Leiningen en Río Negro, Brasil.
Desistí de mi propósito inicial de recorrer el muy hermoso pueblo, y hacer fotos, volví sobre mis pasos y me refugié en una heladería local, “Lolita´s”, junto con otros turistas del crucero, abrumados también por la muchedumbre. Pese a que la guía local, en la citada heladería, expresó su lástima, porque no visitáramos el pintoresco pueblo, nosotros nos aferramos a nuestra decisión, decantándonos por la tranquilidad, comodidad y apetitosos helados, que nos ofrecía el establecimiento, en lugar de ser engullidos y “aplastados” por la multitud, que invadía las calles.
Ahora entiendo por qué los de Santorini están tan molestos por los turistas.! ¡Si es que somos demasiados! ¡Lo que no entiendo es como los de Santorini, no nos esperan a los turistas, para prendernos fuego inmediatamente! (Ironía).
Ya queda claro que el nivel de turistificación en Santorini es muy alto. Para demostrar la magnitud de la aglomeración, solo quiero añadir que aquella tarde una compañera de viaje aseguró, que había contado los autobuses de turistas y que eran 33 autobuses en total.
Recientemente he averiguado que el mejor momento para visitar Oia es a primeras horas del día o durante la noche o en la temporada de invierno, periodos en los que no se produce la pesadilla de la citada aglomeración y se pueden recorrer las calles del pueblo con tranquilidad.
Tras no poder visitar Oia, embarcamos con destino a Atenas, pasando la noche en el barco.
Por un lado, desde un prisma positivo, la mejora en las condiciones laborales y el consecuente aumento del nivel educativo y cultural, además del abaratamiento de los vuelos, han contribuido al aumento de la demanda turística por amplias capas de la población.Sin embargo, el aumento del precio de la vivienda y del coste de la cesta de la compra, la desaparición del comercio de proximidad, la saturación de los servicios públicos como transporte, recogida de residuos y atención médica, la congestión del espacio público, el aumento del ruido, la precarización del trabajo en el sector hostelero y turístico, entre otras variables, son resultado del fenómeno de la turistificación. Estos cambios en las condiciones de vida desencadenan el desplazamiento de los habitantes autóctonos del centro de las ciudades, siendo sustituidos por los turistas.
Se debería repensar el modelo de turismo actual, un modelo de masificación turística, que resulta lesivo tanto para los ciudadanos locales, cuyo modelo de vida se ve alterado, como para los mismos turistas, que como he podido comprobar personalmente, no pueden disfrutar la visita.
El día 27 de septiembre terminado un memorable crucero, amenizado con excursiones y distintos pasatiempos como bailes, espectáculos, música etc…, el barco nos dejó en el puerto de Lavrion, desde el que nos trasladaron al hotel.
En conclusión, por lo que atañe a las islas griegas, asentadas entre la carne y el espíritu, cada una de ellas tiene su seña de identidad y te desplazarás a una o a otra, en función de tus preferencias.
Los amantes de la vida nocturna y de la diversión encuentran su paraíso en Myconos, los que buscan recogimiento tienen un oasis de paz y tranquilidad en la espiritual Patmos y los que desean un reencuentro con la historia, habrán de ir a Éfeso, a Creta y a Rodas.
El último día en Atenas lo dediqué a subir en teleférico al monte Philopappou, un espléndido mirador desde el que se divisa la ciudad de Atenas, coronada por la Acrópolis. Aproveché también ese día para realizar las últimas compras y para repetir visita al muy recomendado por compañeros de viaje y por el Trip Advisor, excelente restaurante «Arcadia», situado en las inmediaciones del Museo de la Acrópolis.
En el restaurante “Arcadia” degusté más deliciosas especialidades de la gastronomía griega como la ensalada de tomate con queso feta, aromatizada con hierbas y especias, la exquisita musaka o pastel de berenjenas, elaborada a la manera antigua, con carne picada y salsa bechamel, aromatizada con un toque mágico de canela, y como postre la muy rica Baklava, pastel de capas finas de masa filo rellenas de nueces picadas y miel. El Baklava se hornea, hasta que queda dorado y crujiente y se sirve cubierto con una rica salsa de miel, aromatizada con canela y clavos de olor. Esta receta admite variaciones regionales, en las que se agregan pistachos y almendras, mientras en otras zonas se añaden especias como cardamomo o jengibre. Aunque el origen de esta receta está en la antigua Persia, se ha incorporado a la cocina de muchos países, entre los que se encuentran Turquía, Grecia y otras zonas de Europa y de Oriente Medio.
Al final tras mi odisea griega, como Ulises, regresé a mi Ítaca particular, que es Alicante o si la llamamos por su nombre griego “Akra Leuka,” que significa “punta o promontorio blanco.”
No puedo terminar sin manifestar mi gratitud más profunda por “Viajes Banaras”, de Alicante y “Grecia Vacaciones”, de Grecia, cuya organización del viaje, posibilitó la redacción del presente artículo.
Crónica: Beatriz Recio Inés
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