«Casas para vivir»: Alicante alza la voz contra los alquileres abusivos y la turistificación

El próximo sábado 19 de octubre, Alicante será escenario de una manifestación convocada bajo el lema «Casas para vivir», un grito de la ciudadanía ante la creciente crisis de acceso a la vivienda. La marcha, organizada conjuntamente por el Sindicat de Barri de Carolines y la plataforma Alicante Dónde Vas, comenzará a las 19:00 horas desde la estación de Renfe y culminará en la plaza del Ayuntamiento, donde se espera una gran concentración de personas que buscan hacer visible este problema urgente.

La movilización surge como respuesta a los efectos de la turistificación y el modelo económico especulativo que afecta de manera directa a los habitantes de la provincia, con especial énfasis en la grave crisis de vivienda. Los precios de los alquileres han alcanzado máximos históricos, lo que ha dejado a muchos residentes locales en una situación insostenible, donde una gran parte de sus salarios se destina únicamente al pago de la vivienda. Esta situación se ve agravada por la presencia de alquileres turísticos, de temporada y segundas residencias, lo que ha reducido drásticamente la oferta de alquileres asequibles a largo plazo.

«Con una media de cuatro desahucios diarios y el 40% de las viviendas destinadas a segundas residencias o vacías, estamos viendo cómo la especulación inmobiliaria expulsa a la población local de sus hogares. Es hora de que las ciudades estén al servicio de sus habitantes, no de los intereses especulativos.»

La crisis habitacional en cifras alarmantes

Alicante se ha convertido en la cuarta ciudad de España con más desahucios ejecutados, con una media de cuatro desalojos diarios. La crisis se extiende por toda la provincia, donde casi el 40% de las viviendas son segundas residencias o están vacías, mientras que un 12% se destina al alquiler turístico. Este uso especulativo de los inmuebles ha provocado que muchas familias y personas se vean desplazadas de sus hogares, ya que no pueden competir con los altos precios del mercado.

Esta situación no solo afecta al acceso a la vivienda, sino que tiene repercusiones a nivel medioambiental. El aumento de los apartamentos turísticos y de la población flotante ha tenido un fuerte impacto ecológico, generando más residuos, mayor consumo de agua y una sobrecarga en los servicios públicos. Los convocantes advierten de que la especulación urbanística está dañando los paisajes naturales de la región, empeorando las sequías, contaminando los recursos hídricos y aumentando los niveles de suciedad y ruido en las calles de la ciudad.

Un modelo insostenible que perjudica a la población local

Además de los problemas ambientales, este modelo económico basado en el turismo masivo y la especulación inmobiliaria está afectando gravemente a la economía local. La desaparición del pequeño comercio y la creación de empleos precarios son solo algunos de los síntomas de un sistema que, según los organizadores, «privatiza las ganancias y socializa las pérdidas», generando una mayor desigualdad económica y expulsando a la población local.

Los colectivos convocantes exigen medidas inmediatas para regular los alquileres turísticos y garantizar el acceso a una vivienda digna para todos los residentes. Esta manifestación no solo es un llamado de atención sobre la crisis habitacional, sino también una demanda de un modelo turístico más sostenible que respete la calidad de vida de los alicantinos.

Un llamado a la acción para toda la ciudadanía

El Sindicat de Barri de Carolines y Alicante Dónde Vas hacen un llamamiento a toda la ciudadanía y colectivos afines a participar en la manifestación del 19 de octubre. Los organizadores insisten en la urgencia de adoptar políticas públicas que protejan el derecho a la vivienda, así como la preservación del territorio y los recursos naturales para quienes habitan la provincia. La manifestación busca no solo denunciar el estado actual del mercado inmobiliario, sino también proponer soluciones para un futuro más justo y equitativo, donde las ciudades estén al servicio de sus habitantes.

Se espera que la protesta marque un punto de inflexión en la defensa de la vivienda como un derecho humano básico, y que promueva un modelo económico más inclusivo y sostenible en Alicante y su provincia.