CINE | CALL ME BY YOUR NAME
Película italiana dramática y romántica de 2017, de 130 minutos de duración, basada en la novela homónima de André Aciman, dirigida por Luca Guadagnino , con guion de James Ivory , música de Sufian Stevens, fotografía de Sayombhu Mukdeeprom, coproducida entre Italia, Francia, Estados Unidos y Brasil por Frenesy Film Company, RT Features, La Cinéfacture, Water’s End Productions, M.Y.R.A.Entertainment y Lombardia Film Commission y protagonizada por Timothée Chalamet, Arnie Hammer, Michael Stuhlbarg, Amira Casar, Esther Garrel, Victoire Du Bois, Vanda Capriolo, Antonio Rinoldi, Elena Bucci, Marco Sgrosso y André Aciman entre otros actores. Entre otros galardones ha logrado el Oscar al mejor guion adaptado.
ARGUMENTO
La película trata de Elio Perlman, joven judío-italiano de 17 años, que pasa el verano de 1983 en la casa de campo de sus padres, de forma contemplativa escuchando música, transcribiendo composiciones clásicas de piano, leyendo libros y nadando, hasta que hace acto de presencia Oliver, el nuevo ayudante de su padre. Oliver, más expansivo que Elio, es seguro de sí mismo y atractivo. Inicialmente Elio se muestra frío y distante hacia Oliver, pero empiezan a hacer excursiones juntos y a tratarse y surge una mutua atracción, que aumenta con el avance del verano.
LOS PERSONAJES
La película orbita en torno a Elio Perlman, reservado e introvertido. Bibliófilo y prodigio musical. Confuso, busca comprenderse y aceptarse. Acaba encontrándose a sí mismo a través del encuentro del otro. Busca la identidad mediante el amor, es decir a través de su íntima relación con Oliver. De ahí la frase “Llámame por tu nombre y yo te llamaré por el mío”, que condesa el concepto de “sé mi reflejo, sé yo mismo, para que pueda amar todo lo que soy”. los 2 amantes se funden en uno solo.
Lo que inicialmente despierta el interés de Elio hacia Oliver, es que este último es judío y no lo oculta, al contrario que Elio y sus padres, que él considera “judíos discretos”, que no muestran su judaísmo al exterior, porque no resulta prudente en un pueblo italiano, en el que aún se exhiben retratos de Mussolini a principios de los 80 del siglo XX.
Oliver, estudiante de postgrado, judío-estadounidense, es extrovertido y despreocupado. Es invitado por el señor Perlman, para ayudarle con la documentación académica. Oliver vive con naturalidad su cultura judía, colgando en su cuello una estrella de David. Inteligente, apuesto, seguro, desenfadado se convierte en el ideal de Elio.
En esta Arcadia que es la idílica villa italiana de los padres de Elio, los jóvenes viven su amor sin dramas. Merced a su elevado nivel educativo y a la generosidad y comprensión de sus padres, Elio vive su primer amor también sin los traumas y las crisis vinculados a la juventud del colectivo LGTB.
El señor Perlman, profesor italiano de arqueología e historiador del Arte, y su esposa Annella, experta en Literatura, padres de Eli, aceptan planamente los impulsos que tiene Elio hacia Oliver.
Marzia, joven francesa, es una amiga de Elio, con el que éste inicia una relación, no se sabe si por aclarar su tendencia sexual o para dar celos a Oliver. Marzia acaba aceptando la orientación sexual de Elio y ofreciéndole su amistad incondicional.
NOTAS SOBRE LAS DISTINTAS PERCEPCIONES DE LA HOMOSEXUALIDAD
En la antigüedad clásica, concretamente en el mundo grecorromano, había cierta tolerancia hacia la homosexualidad y bisexualidad, que se perdió posteriormente por la extensión del cristianismo en la sociedad romana. Colin Spencer en su obra “Homosexuality. A history” aventura que la necesidad de protección de la sociedad romana, tras una epidemia, podría haber aumentado la presión reproductiva. Este fenómeno, combinado con las demandas del cristianismo, desencadenaría una percepción negativa de la homosexualidad.
Los 3 cultos monoteístas judaísmo, cristianismo e islam, comparten un conocido componente homófobo. La presión reproductiva en las sociedades primitivas donde se gestó el primer culto monoteísta, es decir el judaísmo, puede explicar la homofobia inherente a los 3 cultos monoteístas: citados. El judaísmo se genera en pueblos originalmente de prácticas nómadas, con economías basadas en la ganadería, que necesitan amplios territorios para pastos, cuya conquista exige muchos hombres. Las bajas en el combate y la alta mortalidad infantil por ausencia de medios y medicamentos incrementaron la presión reproductiva. Esto explica que para el judaísmo el sexo deba estar orientado exclusivamente a la reproducción. La práctica de la poligamia de estos pueblos pastores y la prohibición de la homosexualidad aseguraban el aumento de la natalidad. Esta concepción restrictiva del sexo es recogida por el cristianismo y el islam. Como muestra se puede citar que, en el Antiguo Testamento, concretamente en el Levítico, en el versículo 18:22 se dice “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”, también en el Levítico, en el versículo 20:13, se dice “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre”.
En el Nuevo Testamento, concretamente en Romanos, en el versículo 1:26-27 se dice” Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” En Corintios versículo 6:9 se manifiesta “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”.
Aunque el cristianismo supone un avance, que proclama la igualdad de todos los hombres, el amor al prójimo, la instrucción de las mujeres y la separación entre la iglesia y el estado, asistimos a una flagrante contradicción del Cristianismo, ya que si según Jesucristo los mandamientos se resumen en 2,:amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, no se entiende que en el curso de la historia se le hayan reservado a los homosexuales tratos vejatorios, cuando no el desprecio y todo ello en nombre de una religión que proclama el amor a la humanidad.
El islam, cuando aparece en el siglo VIII, también supone un adelanto, al otorgar a las mujeres derechos económicos, que antes no tenían, al reconocerles derechos hereditarios. Sin embargo, también recoge la carga homofóbica del judaísmo. De hecho, la condenación de la homosexualidad está presente en el Corán, los hadices y la Sharía o Ley musulmana,
Los cultos citados, cristianismo e islam, no solo no reconocieron, en su tiempo, al colectivo LGTB (homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales), sino que por el contrario condenaron a este grupo a los márgenes del sistema, convirtiéndolo en objeto de persecución.
Se puede entender, que, en épocas pretéritas, con alta tasa de mortalidad infantil y con necesidad de abundante mano de obra, la homosexualidad se interpretara como una amenaza para la muy necesaria reproducción. Aunque la inteligencia suele funcionar mejor a nivel colectivo, que, a título individual, en el caso que nos ocupa, la sociedad no ha desarrollado la mejor opción para estimular el crecimiento de la población, como explicaré a continuación. Los homosexuales, de aquel tiempo, si hubieran seguido sus instintos naturales, no se hubieran reproducido y, por tanto, no hubieran transmitido sus genes a la siguiente generación. La persecución a la que se les sometió les indujo a llevar una doble vida, a casarse con una mujer y a tener descendencia, lo cual ha conducido a la aparición de más individuos con tendencias homoeróticas. O sea, con esta estrategia homofóbica el “peligro para la reproducción” aumentó, en lugar de disminuir.
De acuerdo con la obra “El mono desnudo” de Desmond Morris, la existencia de homosexuales puede representar una solución de la naturaleza para evitar la superpoblación. Lo que, es más, debido a las técnicas modernas de reproducción asistida, a la modernización de la maquinaria en los procesos productivos, que exige cada vez menos mano de obra y a los niveles, presentes, más que óptimos, de densidad demográfica, hoy en día la homosexualidad no constituye ningún problema para la sociedad.
En los 70, concretamente en España, todavía se practicaban terapias de aversión, basadas en descargas eléctricas, o bien mediante las lobotomías, se intentaba “curar” y modificar la orientación sexual de los gays.
En 1971 se funda FUORI, Frente Unitario Homosexual Revolucionario Italiano, primera organización homosexual en Italia. FUORI e alió políticamente con el Partido Radical en 1974. desapareciendo en 1982.
Algunos partidos italianos, en el espectro de la izquierda, como el Partido Comunista de Italia, fueron más receptivos a las reivindicaciones LGBT durante los 80 del siglo XX, estrechándose las relaciones entre estos partidos de izquierda, el movimiento feminista y el bloque LGTB .El colectivo cultural de izquierdas ARCI, originó Arcigay, sección gay fundada en 1980, que llegaría a ser la principal organización gay del país .En los 80 del siglo XX, las reivindicaciones se centraron en la lucha contra el sida y en la realización de campañas, orientadas a los homosexuales.
El 17 de mayo de 1990, la asamblea general de la OMS (Organización Mundial de la Salud) retiró la homosexualidad de su listado de enfermedades psiquiátricas, considerando a ésta como una mera orientación o condición.
SINOPSIS
La película se maneja dentro de la sugerencia y de la contención, dosificando las escenas eróticas al mínimo indispensable, para definir las pulsiones de los personajes.
En un ambiente idílico, en el que se suceden los perezosos días del verano, se asiste a los primeros despertares al amor y al sexo del adolescente Elio. El sexo y los sentimientos fluyen con naturalidad, sin estridencias y sin estallidos, acompasados con los ritmos de la naturaleza. Un verano del amor, pleno de la paleta multicolor de una naturaleza pletórica bañada en dorados, rojos y verdes, que da paso al monocromo blanco del letargo invernal.
Este verano utópico y al mismo tiempo típico de paseos en bicicletas, estimulantes lecturas, acariciadora música, zambullidas, deliciosas comidas al aire libre, vistosas fiestas e interesantes conversaciones, seduce al espectador hasta el punto de que le hace desear literalmente sumergirse en la pantalla.
El peso del pasado sobrevuela la película. La Historia se revela en las reescrituras de las partituras de Bach, ejecutadas por Elio, en la catalogación de esculturas que realizan el padre de Elio y Oliver, en las conversaciones sobre etimología, en las ruinas de la iglesia destruida en la Primera Guerra Mundial, en los retratos de Mussolini…Un pretérito represivo general que hace a los protagonistas oscilar entre refrenar sus instintos homoeróticos o liberarlos…
Intelectualismo y ocio, se unen indisolublemente, así como erudición y placer. El mensaje de “Carpe diem”, es decir el llamamiento al goce de vivir, se confirma con el sentido alegato final del padre de Elio, a favor del disfrute del amor, que confiere trascendencia a la fugacidad de las pasiones adolescentes. Las ascuas del amor estival dan calidez a los largos inviernos, como nos sugieren las imágenes de leña ardiendo en la chimenea, completadas por la nostálgica, impotente y ardiente mirada de Elio, recordando su relación romántica y apasionada con Oliver. Un pasado que fue y un presente que no puede ser.
En esta historia que se nos cuenta no hay némesis, ni antagonistas, ni conflictos que impulsen la trama. Tampoco palpita la tragedia en ninguno de los planos. La familia de Elio, que acoge a Oliver, pertenece a una élite intelectual y liberal, que acepta plenamente la orientación de Elio, al contrario del padre de Oliver, según le comunica Oliver a Elio, aludiendo a esta retrograda forma de pensar.
Lo único deplorable es que pare tener éxito en la vida y no tener que enfrentarse al rechazo de su familia y al de la sociedad, Oliver tenga que “adaptarse”, casándose con una mujer, en lugar de dar rienda suelta a sus verdaderos sentimientos. En muchos países, las demandas excluyentes de la sociedad obligan a abandonar o a camuflar las preferencias sexuales. Incluso en los países llamados “desarrollados”, hay una parte de la sociedad, estrecha de miras e incapaz de aceptar la diferencia. Esta estrechez de miras es imputable a un campo cultural muy limitado, porque una gran masa de la sociedad está abducida por espectáculos deportivos alienantes y carece de la visión polifacética que aporta la lectura.
Crónica: Beatriz Recio Inés
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