CINE | REBELIÓN EN EL BOUNTY
Película norteamericana de aventuras de 1962, de 178 minutos de duración, cuyo título original es “Mutiny on the Bounty”, basada en la novela homónima de Charles Nordhoff y James Norman Hall, inspirada a su vez en hechos reales, dirigida por el director Lewis Milestone, con guion de Charles Lederer, música de Bronislau Kaper, fotografía de Robert Surtees, producida por Metro-Goldwyn-Mayer y protagonizada por Marlon Brando, Trevor Howard, Richard Harris, Hugh Griffith, Richard Haydn, Tarita Teriipaia, Percy Herbert, Duncan Lamont, Gordon Jackson, Chips Rafferty, Noel Purcell, Ashley Cowan, Eddie Byrne, Tim Seely y Frank Silvera entre otros actores.
ARGUMENTO
La película trata del motín que tiene lugar en el barco Bounty, a causa del despotismo del capitán Bligh.
LOS PERSONAJES
La película orbita en torno a 2 personajes antagónicos: el segundo de a bordo Fletcher Christian y el autoritario capitán Bligh.
El capitán Bligh, aferrado a su sentido del deber, no tiene en cuenta los sufrimientos de la tripulación. Su objetivo de llevar las plantas del árbol del pan a América, se impone a cualquier otra circunstancia. La decisión de racionar la comida, primero, para llegar antes a Tahití, en el viaje de ida y el optar posteriormente por el racionamiento del agua, para el riego de las plantas, en detrimento de la tripulación, precipitan la rebelión de sus subordinados. A los ojos de su tripulación es una figura infernal y sádica, es el malvado de su propia historia.
Por el contrario el segundo oficial, Fletcher Christian, tiene una actitud empática y considerada con la tripulación y aunque en principio, bascula entre la obediencia debida a Bligh y la antipatía que siente hacia éste, se ve forzado al enfrentamiento directo con su superior. Fletcher Christian cae rendido ante los encantos de la joven y bella princesa Maimiti, hija del jefe de la isla.
El narrador de los hechos es el horticultor William Brown.
HECHOS HISTÓRICOS REALES EN QUE SE BASA LA ACCIÓN DRAMÁTICA
Descripción del Bounty
El Bounty era inicialmente un navío carbonero, de nombre Bethia, construido en 1784 en el astillero de la familia Blaydes en Kingston upon Hull, Yorkshire. La Marina Real Británica lo rebautizó con el nombre de Bounty, tras comprarlo en 1787, para transportar árboles del pan desde Tahití hacia las colonias británicas de las Indias Occidentales. Su clasificación como cúter, categoría inferior de navío de guerra, le asignaba el mando a un teniente, único oficial a bordo y no garantizaba la existencia de un destacamento de Royal Marines, que respaldase la autoridad del mando del navío. Por otra parte las reformas acometidas en el Bounty, para convertir el gran camarote, o aposentos del capitán, en un invernadero con capacidad para más de 1000 árboles del pan, redujeron el espacio disponible en el navío ya de por si pequeño, provocando el hacinamiento de la tripulación, lo que, a mi juicio, fue un factor influyente en el desencadenamiento de los hechos.
Partida del Bounty de Inglaterra
El buque “Bounty” zarpó de Spithead el 23 de diciembre de1787 con 46 hombres, entre ellos 2 botánicos, con el objetivo de importar en Tahití árboles del pan y trasplantarlos en las colonias inglesas del Caribe, para alimentar a los esclavos. Como el Almirantazgo aplazó la orden de partida, el viaje se inició más tarde de lo previsto.
Según las instrucciones recibidas Bligh debía navegar hacia Tahití, atravesando el Cabo de Hornos, lo que constituía una travesía de 16000 millas, pero el tiempo adverso frustró sus planes, impidiendo pasar por el Cabo de Hornos, pese a intentar dicha hazaña durante 1 mes. Como Bligh contaba con el permiso del Almirantazgo, para usar, en caso de necesidad, una ruta alternativa hasta Tahití, opta por llegar a la isla polinesia, atravesando el Océano Índico, pasando por el Cabo de Buena Esperanza, lo que representaba 10000 millas más para el viaje.
Llegada a Tahití
Casi un año después de abandonar Inglaterra, el Bounty alcanza la bahía Matavai, Tahití el 26 de octubre de 1788 tras un viaje de 10 meses y más de 50000 km. Por este considerable retraso el Bounty debió permanecer más tiempo de lo previsto en Tahití, esperando el tiempo necesario, para trasplantar los árboles del pan, por lo que todos se vieron forzados a quedarse en la isla 5 meses. Durante esta larga estancia disminuyeron las responsabilidades de la tripulación, tanto en tierra como a bordo.
Los marineros aprovecharon para forjar vínculos con los nativos, especialmente con las desinhibidas y bellas tahitianas. Este comportamiento de moral laxa a los ojos de la puritana sociedad británica de aquel tiempo no hubiera podido experimentarlo la tripulación del barco en su cultura de origen. En este sentido cabe comentar que en torno al 40% de los hombres, concretamente 18 hombres, incluido Christian, fueron tratados médicamente por enfermedades de transmisión sexual, contraídas en Tahití, originadas allí anteriormente por exploradores ingleses y franceses.
Hay indicios fundados de que el capitán Bligh había evitado estrechar relaciones con los indígenas, por lo que según algunas fuentes podía estar enojado con la tripulación, que sí se había implicado con los nativos.
Christian acabó por implicarse sentimentalmente con una mujer tahitiana, Mauatua o Maimiti, a la que el llamaba cariñosamente Isabella, en memoria de un antiguo amor de Cumberland.
Bligh esperaba en cualquier caso que la vida disipada de la tripulación en la isla polinésica, no les distrajera de sus obligaciones, por lo que le disgustó el aumento de casos de negligencia y pereza de sus oficiales, situación registrada en sus notas. Ni siquiera el segundo de a bordo, Christian, pudo sustraerse de la indignación de Bligh, Christian era humillado incluso en presencia de la tripulación y de los tahitianos por faltas reales o no, se castigaba con severidad a hombres por descuidos, que causaron robos o pérdida de equipo, aumentó la administración de latigazos… Esta malsana situación llevó a 3 hombres Charles Churchill, Johan Millward y William Muspratt a desertar el 5 de enero de 1789, sustrayendo un pequeño barco, armas y munición. Fueron encontrados 3 semanas después, siendo azotados.
Según el historiador Richard Hough, Bligh no pudo anticipar la reacción de la tripulación, al reanudar la dura y austera vida en el mar, después de 5 meses de vida fácil, regalada y hedonista en Tahití. Por esta razón algunos investigadores apuntan a la larga estancia de los marineros en Tahití como detonante del motín. Muchos tripulantes, entre ellos Christian, establecieron relaciones románticas o de otra naturaleza con jóvenes isleñas y durante casi medio año los marineros y oficiales abandonaron la estricta disciplina del barco, por lo que el regreso a sus deberes fue duro y difícil de afrontar.
Partida de Tahití
El 5 de abril de 1789 el Bounty zarpa de Matavai con dirección al Caribe, transportando 309 plantas del árbol del pan, con el profundo pesar de la tripulación, que como había disfrutado intensamente la vida placentera que les había ofrecido Tahití, no se adaptó a reanudar la disciplina en el barco. Según algunas fuentes al continuar con el viaje se produjo el estallido de la rabia contenida de Bligh, volcada especialmente hacia Fletcher Christian, al que criticaba en particular, convirtiéndole en víctima propiciatoria y sometiéndolo a castigo en público. Concretamente el 27 de abril de 1789 Bligh atribuyó el robo de cocos de su despensa particular a Fletcher Christian, castigando a toda la tripulación por el citado hurto, eliminando la ración de ron y reduciendo a la mitad la ración de comida.
De acuerdo con algunas fuentes el origen del motín fueron las tensiones, provocadas por el retorno a la disciplina y por los castigos desmesurados.
El motín
El 28 de abril de 1789, a 56 km de la isla de Tofua, el segundo de a bordo Fletcher Christian, se rebeló contra la autoridad, liderando un motín. Fletcher y 22 amotinados forzaron a Bligh y a sus leales a abandonar el Bounty, en alta mar, en un pequeño bote auxiliar, con escasas provisiones, con el que Bligh y sus fieles consiguieron alcanzar Timor, desde la que partieron hacia Inglaterra. Christian y los suyos se refugiaron en la isla de Pitcairn. La versión oficial, difundida por medios como películas y novelas, atribuye el motín al trato desalmado, que sufrió la tripulación por parte del tiránico e inflexible capitán Bligh, mientras muestra a un Christian heroico e idealizado.
Las investigaciones de Caroline Alexander, autora de “La Bounty”, arrojan una luz diferente sobre los hechos. Según Caroline, Bligh era un honorable y brillante marino, interesado en el bienestar de los hombres a su mando, para los que consiguió un violinista para entretenerles durante el viaje. William Bligh, era protegido del capitán James Cook, a quien había acompañado en su tercer y último viaje, entre 1776 y 1780, sirviendo como piloto en el HMS Resolution. Bligh no defendía los castigos corporales y de acuerdo con sus anotaciones él intentaría realizar el viaje, sin castigar a nadie de la tripulación, lo que no logró. Sin embargo de acuerdo con ciertas fuentes no se excedió en ese sentido y a los desertores, se contentó con aplicarles azotes como castigo, en lugar de colgarlos, que es lo que permitía la ley del momento.
Bligh, por tanto, a través de Cook conocía los avances en la gestión de la navegación. Como en los barcos de Cook, se regularon 3 guardias, en lugar de 2, para que la tripulación tuviera 8 horas de sueño ininterrumpido. Bligh como Cook, se preocupaba de la alimentación de la tripulación y del ejercicio realizado por ésta, llegando a contratar a un violinista, para que los hombres a su cargo pudieran bailar y divertirse. Innovación que los conservadores marineros británicos no apreciaron. También navegaba en la Bounty el oficial de cubierta Fletcher Christian, ascendido por Bligh a teniente en funciones. Bligh y Christian se conocían antes del viaje, ya que Christian había navegado ya 2 veces a las órdenes de Bligh, cuando ambos trabajaban en la Marina Mercante,. Ambos personajes procedían de extracciones sociales diferentes. Aunque Bligh era de clase media, concretamente un “caballero”, estatus necesario en la sociedad inglesa de aquel tiempo, carecía de medios económicos, por lo que a la edad de 6 años, entró en la Marina, para trabajar, con el fin de mantenerse. Por esta razón en lo tocante a cuestiones financieras era ansioso, puntilloso y quejica, manteniendo un registro, donde anotaba sus gastos y equilibrando sus cuentas merced a un moderado estilo de vida.
Por el contrario Fletcher Christian era un aristócrata, perteneciente a una distinguida familia de milenario apellido, conocida por sus dispendios y consiguientes bancarrotas. Los Christian deseaban continuar con un lujoso tren de vida, aunque carecieran del dinero, para mantener este estilo de vida. De hecho el padre de Christian falleció, siendo niño Christian, dejando a la familia endeudada. Situación que empeoró por los cuantiosos gastos del hermano mayor de Fletcher, John y de su madre, Ann. Como mínimo, 2 veces, la familia fue ayudada por parientes más ricos, pero cuando las deudas de Ann Christian volvieron a incrementarse en 1779 hasta tal punto, que no se les podía hacer frente, la familia Christian se estableció en la isla de Mann, entre Inglaterra e Irlanda, para evitar la cárcel. Muchos años después del motín uno de los amotinados comentó, que la causa del conflicto entre el capitán y el segundo de a bordo fue que Bligh había prestado dinero a Christian en el viaje de ida a Tahití, durante la estancia en Bahía Falsa el 24 de mayo de 1788 y que solía recordárselo, lo que debió constituir toda una humillación para el aristocrático Christian, mientras el préstamo en sí se convirtió en una fuente de ansiedad para el meticuloso pequeño burgués Bligh.
Con la reducción del tamaño de la marina británica, acabada la Guerra de Independencia de Estados Unidos en 1783, Bligh quedó en tierra y con media paga, atravesando dicho periodo de ociosidad, hasta asumir el mando del Britannia, buque mercante propiedad del tío de su esposa Duncan Campbell en el año 1785, empleo en el que ganaba 500 libras anuales. Al ser nombrado capitán del Bounty el 16 de agosto de 1787, recibía unas 70 libras al año. La considerable reducción de salario y la inestabilidad laboral, pueden explicar su cicatería y su obsesión por recuperar el dinero prestado.
Con la llegada a la isla de Tahití, se abrió un nuevo mundo para la tripulación. Durante la estancia en Tahití, que abarcó 5 meses, los hombres vivieron a cuerpo de rey, ya que la tripulación fue muy bien recibida por las autoridades isleñas. En aquel momento la vida en la isla era fácil, y las mujeres bellas y accesibles sexualmente, lo que no tenía lugar en la puritana Inglaterra de aquel tiempo. Además esta situación tenía para Fletcher Christian la ventaja añadida de que, como estaba a cargo de la partida de tierra, vivía con independencia de su superior y la isla polinésica le proporcionaba un estilo de vida, que él consideraba merecido, por nacimiento. Los motivos del motín, según los informes de la época, entre otros los de las entrevistas realizadas con algunos de los hombres de la Bounty, que volvieron a Inglaterra, fueron simple y llanamente las mujeres tahitianas y un estilo de vida regalado.
El viaje del capitán Bligh tras el motín
Tras el motín, Bligh fue abandonado en un bote de 7 metros, con comida para 5 días, sin mapas, con pocos instrumentos de navegación y un grupo de leales, 18 hombres, porque 4 leales más, se vieron obligados a permanecer en la Bounty, al no haber espacio suficiente en el bote, pese a que suplicaron a Bligh, que les llevara con él. lo que probaba su desacuerdo con el comportamiento de Christian. Tras un duro viaje de 6000 km(unas 3600 millas), el 14 de junio de 1789, tras 48 días de precaria navegación, Bligh consiguió llegar al asentamiento neerlandés en la isla de Timor con sus hombres sanos y salvos, exceptuando un hombre, asesinado por los indígenas de la isla de Tofua, donde Bligh y su tripulación recalaron para buscar alimentos. En el viaje de vuelta a Inglaterra, varios hombres murieron. Bligh, con el resto de sus hombres, logró alcanzar Inglaterra en marzo de 1790.
El viaje de los amotinados tras el motín
Tras el motín, el Bounty navegó de vuelta a Tahití, desembarcando durante el itinerario en varias islas de la Polinesia, entre otras la isla tongana de Tubuai a unos 640 km al sur de Tahití, donde asesinaron a un grupo de isleños hostiles, volviendo a Tahití para buscar mujeres, trabajadores y suministros e intentar nuevamente la ocupación de Tubuai. Optaron por ocultar el motín a las autoridades tahitianas, al pensar que los jefes tahitianos, en buenas relaciones con Gran Bretaña, no les ofrecerían ayuda, al enterarse de la rebelión. Christian, con el fin de lograr el apoyo de los jefes tahitianos, pergeñó una historia en la que Bligh, Cook y él mismo estaban creando un asentamiento en Aitutaki, consiguiendo así aprovisionar el barco con ganado, bienes, y 30 hombres y mujeres tahitianos, algunos de ellos engañados.
Regresaron a Tubuai, que les parecía un emplazamiento idóneo, para asentarse, ya que con la excepción de un único pequeño canal, la isla estaba totalmente circundada por un arrecife de coral, que permitiría una fácil defensa ante un ataque exterior. Sin embargo los conflictos con los isleños y las divisiones entre la tripulación hicieron inviable la ocupación de la isla. Gran parte de los hombres, 16 concretamente, deseaban establecerse en Tahití, el resto no quería abandonar a Christian. Christian aceptó la voluntad de sus hombres, dejaría a la mayoría en Tahití, y acompañado de sus 8 adeptos, probaría suerte en otra isla.
Los amotinados por tanto regresaron a Tahití, y se enteraron que su mentira había salido a la luz. La tripulación de otro buque británico había revelado que la historia de la fundación de un asentamiento en Aitutaki por Bligh y Cook era mentira, entre otras razones, porque Cook había muerto tiempo atrás. Previendo por tanto Christian una reacción violenta de los tahitianos, no se quedó mucho tiempo en la isla, acompañado de 8 amotinados leales, Young, Quintal, Brown, Martin, John Williams, William McCoy, John Mills y John Adams, 6 hombres nativos y 11 mujeres indígenas, en su mayoría engañados, abandonó Tahití.
Vida de los 16 hombres :los amotinados y los fieles a Bligh, que se quedaron en Tahití
Según algunas fuentes la parte de los amotinados que volvió a instalarse en Tahití, ofreció sus servicios como mercenarios, proporcionando armas de fuego al jefe tribal, que finalmente adoptó el título de rey, iniciando la dinastía Pomare.
Según otras fuentes los marinos que decidieron quedarse en Tahití, se dividieron en varios grupos. El grupo dirigido por Morrison y Tom McIntosh, siguió con la rutina y la disciplina naval, construyendo una goleta, Resolution, en memoria del barco de Cook, con la que pretendían dirigirse a las Indias Orientales Neerlandesas y rendirse a la autoridades, para confirmar su inocencia. El grupo compuesto por Churchill y Matthew Thompson se decantó por una vida disipada y alcohólica, que les condujo a la muerte, ya que Churchill recibió la muerte a manos de Thompson y éste, a su vez, fue asesinado por los amigos tahitianos de Churchill. Stewart y Heywood optaron por adaptarse a la cultura isleña. De hecho Heywood aprovechó el tiempo, estudiando la lengua tahitiana, adoptando la indumentaria local y luciendo tatuajes en el cuerpo.
Destino de Christian y los amotinados, que decidieron buscar refugio fuera de Tahití
Finalmente el grupo liderado por Christian el día 15 de enero de 1790 alcanzó las costas de la isla de Pitcairn, que constituía el mejor escondite, porque su posición no estaba bien señalada en las cartas de navegación, estaba deshabitada y además contaba con abundante comida, agua y fértiles tierras. Concretamente un error en los mapas existentes entonces, imputado al navegante y cartógrafo Portugués Pedro Fernández de Quirós, situaba el archipiélago de Pitcairn, que abarca 4 islas, a cientos de millas de donde está realmente.
Con el fin de evitar que les descubrieran, y que alguien decidiera escapar, quemaron la Bounty el 23 de enero. Por un tiempo hubo buena convivencia entre amotinados y rehenes tahitianos, pero no tardaron en desatarse peleas entre tahitianos e ingleses, porque los británicos se repartieron entre ellos mismos las tierras y las mujeres y reflejando la mentalidad colonial de la época, trataban a los nativos como esclavos, maltratando a las mujeres tahitianas, a las que consideraban objetos sexuales . Además ambos colectivos competían por las mujeres. De hecho se cree que una de las mujeres, Tevarua, decidió suicidarse por el maltrato sufrido. Con la rebelión de los indígenas los asesinatos hicieron acto de presencia. En septiembre de 1793, 4, de los 8 amotinados, entre ellos Fletcher Christian, murieron a manos de los indígenas. Tiempo después los 4 amotinados supervivientes y algunas de las viudas de los amotinados asesinados se vengaron, asesinando a los hombres tahitianos. Los problemas continuaron cuando William Mc Coy, que consiguió destilar alcohol a partir de una planta autóctona, y otro compañero se convirtieron en alcohólicos. Mc Coy acabó suicidándose y el otro murió durante una disputa con sus compañeros. Únicamente quedaron 2 amotinados John Adams y Ned Young, 9 mujeres polinesias y 19 hijos e hijas, que habían tenido entre ellos. Edward Young, posteriormente, murió de asma en 1800.
Los habitantes de Pitcairn fueron descubiertos accidentalmente en febrero de 1808 por el barco estadounidense Topaz. Quedaban 35 personas, mayoritariamente las viudas indígenas de los amotinados y su descendencia, 20 niños, entre los cuales estaba Jueves Octubre Christian, hijo de Felcher Christian y de Maimiti. De los amotinados solo restaba John Adams, que relató su versión de los hechos. Los graves acontecimientos acaecidos en Pitcairn suscitaron la reflexión de Adams. Ayudado por una biblia, rescatada del Bounty, comenzó a alfabetizar y a adoctrinar en los principios y valores cristianos a los jóvenes, posibilitando la paz en la isla y convirtiéndose en sacerdote, legislador y gobernante de Pitcairn. En 1814 aparecieron en Pitcairn 2 barcos de guerra británicos: HMS Briton y HMS Tagus, bajo el mando de Thomas Staines y Philip Pipon. Los informes favorables de Staines, hicieron que el Almirantazgo decidiera no tomar medidas contra Adams, que falleció de muerte natural en 1829.
La declaración oficial de colonia británica del archipiélago de Pitcairn tuvo lugar en 1838 inicialmente bajo el control del gobernador de Fiyi, y posteriormente bajo el mando de Nueva Zelanda. Acudieron nuevos colonos, seducidos por la singular historia de la isla, pero la mayoría acabo por marcharse, bien por la superpoblación o por los escasos alicientes de la vida en aquella isla. Con el curso del tiempo los descendientes de los amotinados se radicaron en la isla Pitcairn, abandonando y retornando a la isla, buscando suministros y tierras más productivas. Dichos descendientes continúan viviendo en dicha isla, que actualmente es un territorio británico con alrededor de 50 habitantes, todos descendientes de los amotinados de la Bounty y de las mujeres tahitianas secuestradas. La isla sigue tocada por la tragedia, señalada por los conflictos e incluso el abuso sexual en el presente. Nada más lejos del paraíso en la tierra, perseguido por los que reaccionaron contra la autoridad de Bligh en 1789.
Los isleños han aprovechado el filón económico de su herencia histórica, vendiendo muchos objetos recuperados del Bounty como souvenirs. En 1999 surge el Proyecto Pitcairn, constituido por una asociación de entes académicos e históricos australianos, para registrar y documentar los materiales, que permanecen en la isla, que integran un estudio pormenorizado del desarrollo de este peculiar asentamiento.
Búsqueda y captura de los amotinados
La Marina envió el buque Pandora, para buscar y capturar a los amotinados. Dicha nave llegó a Tahití en marzo de 1791.
Solo 14 de los amotinados de la Bounty fueron detenidos en Tahití, ya que 2 de los amotinados habían muerto. El capitán de El Pandora, Edwards, al contrario de Bligh, no tenía contemplaciones con sus hombres y menos con los amotinados del Bounty. Encarceló a los 14 amotinados en una prisión de madera, sin consideraciones con los 4 leales a Bligh, que fueron encerrados como los amotinados. La búsqueda del grupo de Christian resultó infructuosa. Durante el regreso a Inglaterra, el 29 de agosto de 1791, el Pandora naufragó cerca de Australia, en la Gran Barrera de Coral, muriendo ahogados 4 amotinados y 30 miembros de la tripulación. Los supervivientes alcanzaron Timor en los botes de salvamento y tras muchas penalidades, regresaron a Spithead, Inglaterra el 19 de junio de 1792.
Juicio de los hombres capturados(amotinados y fieles a Bligh, que permanecieron en el Bounty, por falta de espacio en el bote auxiliar)
¿Por qué Christian asumió el papel del héroe y Bligh el de villano?¿Por qué el capitán Bligh aparece retratado como infernal y sádico en películas y novelas? ¿Y si en realidad no era malvado, por qué se produjo el motín? La explicación no se encuentra en el sur del Pacífico, sino en Inglaterra y en el contexto del juicio de los amotinados capturados.
Una vez en Inglaterra a los hombres capturados se les puso en manos de una corte marcial, y el juicio se celebró entre el 12 y el 18 de septiembre de 1792. De los 10 marineros juzgados, a 6 se les sentenció a morir ahorcados y los 4, leales a Bligh, consiguieron la absolución. La posición social de 2 de los amotinados, Heywood y Morrison, condenados a muerte, pesó a su favor, obteniendo el perdón real. Otro amotinado, Muspratt, sentenciado a muerte, logró el indulto real el 11 de febrero de 1793. Los otros 3 amotinados, de extracción social humilde, Thomas Burkett, John Millward y Thomas Ellison, cuya condena era la pena capital, fueron ejecutados el 29 de octubre de 1792. La prensa de la época criticó el hecho de que el dinero y las influencias habían comprado la vida de algunos, mientras a otros los había matado su pobreza. Para Dening habían sido decisivas la clase social o las relaciones o el clientelismo, a la hora de determinar el destino de los amotinados capturados.
Concretamente en lo que concierne a Heywood, conviene señalar que, entre los capturados en Tahití, se encontraba este joven oficial, guardiamarina, Peter Heywood, emparentado no solo con Christian, sino también con Lord Richard Howe, antiguo Primer Lord del Almirantazgo, almirante de la Flota del Canal de la Mancha. De los 12 jueces de la corte marcial uno era tío de Peter, otro amigo de otro tío de Peter y otros dos debían su carrera a Lord Howe. Aunque Peter fue declarado culpable, se consiguió su absolución, gracias a que se solicitó el perdón del rey. El hilo de los acontecimientos del juicio fue posible seguirlo por la consulta de la correspondencia, conservada por la hermana de Peter, Nessy. Estos documentos revelan las presiones de la familia Heywood, para ayudar a Peter y los comentarios incriminatorios del sagaz abogado, contratado para defenderle. Dicho abogado defendió a Peter, argumentando que éste había sido arrastrado contra su voluntad por los amotinados. Sin embargo la carta de un joven guardiamarina a su padre, escrita cuando estaba en el mismo barco que Peter Heywood, señala que Peter y otros amotinados, que al contrario que Peter fueron ahorcados, se habían comprometido a regresar a Tahití, si eran absueltos, lo que contradice la versión de la defensa. Por otra parte fue considerada una fuente primordial por investigadores, un libro sobre los amotinados, escrito por Lay Belcher, hijastra de Peter. El vínculo familiar reconocido citado no fue obstáculo, para desconfiar de su “imparcialidad”.
Conseguido el perdón de Peter, su familia se enfrentaba a un nuevo desafío, la rehabilitación del joven, para continuar en la Marina. Además, uniéndose a la causa de la familia Heywood, un hermano de Christian en una carta a un amigo íntimo del Almirantazgo afirma que “hay que cerrar todas las puertas” a Bligh cuando regrese”. Como resultado, en 1792 Bligh, como capitán del Providence marchó como héroe a un segundo viaje a Tahití, para recoger plantas del árbol del pan, llegando allí en abril de ese mismo año y llevándose más de 2000 plantas del árbol del pan y volvió convertido en malvado.
Aventuras o mejor dicho desventuras posteriores del capitán Bligh
De todas formas la carrera posterior del capitán Bligh apunta en la dirección de que el exceso de celo en el trabajo, rebajaba su nivel de empatía para con sus subordinados. En 1797 formó parte de los capitanes afectados por el motín Spithead, por “cuestiones de paga y servicios no voluntarios de los marinos comunes”. Bligh, entre otros capitanes, sufrió el motín del fondeadero de Nore de la Royal Navy, cuyo objetivo era distribuir equitativamente el dinero del premio y el fin de la brutalidad. Estos motines no se desencadenaron directamente por el comportamiento de Bligh, puesto que sucedieron en muchos barcos ingleses.
Sn embargo en 1805, estando al mando del HMS Warrior, fue amonestado en un consejo de guerra, por utilizar lenguaje inapropiado hacia sus oficiales. Además en 1808, mientras era gobernador de Nueva Gales del Sur, en Australia, fue arrestado y depuesto por un grupo de oficiales del ejército, durante la Rebelión del Ron.
SINOPSIS
Por lo que respecta a Tahití, según la historiadora Diana Preston, las enfermedades importadas de Europa, el proceso de cristianización, punta de lanza del colonialismo, y la explotación sexual de las mujeres terminaron con todo lo exótico y estimulante de su cultura.
En descargo de los amotinados cabe señalar que el motín del Bounty se produjo sin derramamiento de sangre y sin torturas. Además los amotinados no se convirtieron en piratas, que era el destino común de las tripulaciones amotinadas.
La historia, que siempre la cuentan los vencedores, en lo referente a este motín, es una combinación de confusión, medias verdades, manipulación y la profesionalidad de un evasivo e inteligente abogado.
Esta historia tiene por tanto muchas lecturas. Constituye toda una aventura y una liberación de vidas insatisfactorias para los amotinados, que lograron escapar. Es una fuente de sinsabores y una epopeya de navegación para Bligh y sus seguidores. Se revela como una tragedia para los amotinados ahorcados. Y en cualquier caso los hechos históricos reflejan una historia mucho más compleja, que la que han plasmado distintas películas como “Rebelión a bordo” de 1935, interpretada por Charles Laughton y Clarke Gable y una película homónima de 1962, con Trevor Howard y Marlon Brando en los papeles estelares. Sin embargo la película “Motín a bordo”, con Anthony Hopkins y Mel Gibson como protagonistas, se ciñe mejor a los sucesos reales.
Aunque algunos datos, extrapolados de documentos de la época, cuestionan la versión del cine y de la novela, tanto la novela como la película funcionan, en cualquier caso, como alegato contra el abuso de poder y como metáfora de la lucha entre los nuevos vientos, auspiciados por las ideas de la ilustración, resultado de los cambios que trajo consigo la revolución industrial, representados por Fletcher Christian y las fuerzas del antiguo régimen, feudalismo, encarnadas por el despótico y tiránico capitán Bligh.
En definitiva esta película, inflamada del aliento del mejor cine de aventuras, se hace eco de un imaginario colectivo, en el que el conflicto entre Christian y Bligh simboliza la rebelión contra el autoritarismo, confrontando una vida en libertad y una vida restringida, la licencia sexual y la represión sexual. Pero …. ¿Dónde está la verdad, examinando los hechos, tras el estudio de la historia? Todo es una cuestión de perspectiva.
Crónica: Beatriz Recio Inés
TRAILER DE LA PELÍCULA «REBELIÓN A BORDO» DE 1962
ESCENA DE DANZA TAHITIANA DE LA PELÍCULA «REBELIÓN A BORDO» DE 1962
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