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CINE | CHICO Y RITA

Película española de animación de 2010, de 94 minutos, dirigida por Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando, con guion de Fernando Trueba e Ignacio Martínez de Pisón, música de Bebo Valdés, coproducida entre España y Reino Unido por Fernando Trueba P.C. Magic Light Pictures y Estudio Mariscal. Galardonada por el Premio a la mejor película de animación en la XXV edición de los Premios Goya y en la XXIV de los Premios del Cine Europeo, siendo nominada para los Premios Óscar en la misma categoría el 24 de enero de 2012. Los discretos resultados en taquilla no respaldaron la cálida recepción de  la crítica por componer una “historia arrebatadora”, merced al “magisterio gráfico” de Mariscal y a los “conocimientos de Trueba sobre jazz latino”.

ARGUMENTO

La película  trata de los encuentros y desencuentros de 2 amantes: el pianista Chico Valdés y la cantante Rita  La Belle, cuyas existencias, definidas por la música de la época, que se extiende entre las décadas de los 40 y los 50 del siglo XX, se desarrollan entre La Habana, París,  Nueva York, Hollywood y Las Vegas.

LOS PERSONAJES

La película orbita en torno a Chico Valdés, el protagonista, atractivo joven, en el que se funden armoniosamente las sangres negra y blanca y talentoso pianista, cautivado por el jazz y Rita Martínez, de nombre artístico Rita La Belle, bella y sensual mulata, dotada para el canto y para la interpretación. Ambos comparten un sueño: vivir de la música y expandir la balada latina y el bolero por todo el mundo. Su relación, entreverada de amor, pasión, admiración, resentimiento, y rechazo, les reportará alegrías y amarguras y la realidad, duros golpes, que tendrán que afrontar.

SINOPSIS

Javier Mariscal y Fernando Trueba, que comparten el amor por la música y la cultura cubana, tienen una relación de amistad desde  el año 2000, en el que Mariscal realizó los carteles del documental de Trueba, “Calle 54”. Posteriormente Mariscal hizo un videoclip de animación para Compay Segundo, y tras su visionado Trueba, decide hacer una película sobre la Habana junto con Mariscal, pero el rodaje fue prohibido. Ambos deciden emprender un nuevo proyecto cinematográfico, basado en el bolero, aire cubano que le gustaba a Mariscal y que se adaptaba a la perfección a la narración de una historia de amor. La época elegida, el año 1948, le interesaba a Trueba por la relación estrecha entre la Habana y Nueva York que se daba en aquel tiempo. La animación, por otra parte, permitía la colaboración conjunta entre Trueba y Mariscal. Después Trueba contacta con Martínez de Pisón, al  que le da las directrices de la elaboración del guion, realizado con la supervisión de Trueba, que no pudo encargarse de su redacción, por encontrarse ocupado con “El milagro de Candeal”.

Trueba empleó actores reales para suministrar información óptica sobre movimientos de los intérpretes humanos a los dibujantes y así crear movimientos de cámara más naturales.

Mariscal, investigó previamente sobre el terreno, antes de dibujar las  localizaciones de interiores y exteriores en Cuba. La paralización económica originada por el bloqueo económico, orquestado por Estados Unidos, que sufre Cuba, había evitado la especulación inmobiliaria de las últimas cinco décadas, favoreciendo la conservación de edificios antiguos, pero también el  deterioro de los mismos, ante la carencia de materiales para rehabilitarlos, también debida al citado embargo económico.

Por otra parte el gobierno cubano había conservado un archivo fotográfico de La Habana desde 1949, coincidente con la fecha de inicio de la historia de Chico y Rita. Igualmente aparecieron fotos, tomadas dentro de los aviones, que transportaban a los norteamericanos a la perla de las Antillas, conocida por entonces como “El casino de Estados Unidos”. Cuba era también el “Cabaret” de Nueva York, en el que la mafia estaba muy presente. Las citados fotos suministraron una información valiosa sobre la vida cotidiana de aquel  tiempo  como la indumentaria de los cubanos, las calles, los anuncios, los coches, los bares…

La película, fruto de una estrecha colaboración aprovecha la racionalidad y academicismo de Trueba y la improvisación y el espíritu creativo de Mariscal, para crear un producto único. Mariscal se dedicó al apartado artístico como dibujos, creación de personajes y entornos y Trueba a la realización del guion, los planos, los movimientos de cámara, mientras Errando organizaba el conjunto.

La música, constituye una parte importante de la trama de la película, que capta un momento en la evolución del jazz, conducido hasta entonces por músicos como Charlie Parker y Dizzy Gillespie, pero que acusa la impronta de los ritmos latinos y africanos, con la incorporación del percusionista cubano Chano Pozo a un grupo de jazz.

Aunque Mariscal se inspira en fotos del guapo y joven  músico cubano Bebo Valdés, para plasmar el personaje de Chico en imágenes, Chico no es Bebo, según Trueba, sino que representa a todos los músicos cubanos de aquel tiempo como el mismo Bebo, Rubén González…Sin embargo Trueba reconoce que la música de Bebo, desencadenó el proceso creativo de la película y que la admiración sentida por Estrella Morente, impelió  a convencerla para participar en la película. Las canciones de Chico están interpretadas por Bebo Valdés, las de Rita por Idania Valdés, las de Estrella Morente, por la misma, las de Nat King Cole por su hermano Freddy Cole, las de Ben Webster por Jimmy Heath, las de Miguelito Valdés por Pedrito Martínez, las de Dizzie Gilliespie por Michael Philip Mossman, las de Tito Puente por Amadito Valdés, las de Charlie Parker por Germán Velazco, las de Chano Pozo por Yaroldi Abreu. Doblan a Rita, Limara Meneses, a Chico, Emar Xor Oña, a Ramón, Mario Guerra.

Esta película rinde homenaje al jazz latino y al cine de Hollywood(con guiños a “Un día en Nueva York”, “Casablanca”, “El padrino” y a las películas del maestro Woody Allen) del periodo que se extiende entre las décadas de 1940 y 1950 del siglo XX.

La película combina  la magnificencia de sugestivos paisajes urbanos, que recrean la atmósfera de La Habana, Nueva York y París durante las décadas de los 40 y los 50 del siglo XX, con una banda sonora de lujo, en la que destaca la poderosa música de Bebo Valdés y  la mezcla de música cubana, jazz y bebop, para configurar un intenso melodrama, que nos sumerge hipnóticamente, en la tempestuosa relación intermitente de amor-odio entre Chico y Rita. Una historia de amor, que sigue el ritmo de un bolero, canción que para los latinos consiste en historias de amor entreveradas de conductas machistas y posesivas de la clase ”No te volveré a besar porque has besado los labios de otro».

La película, cuya acción se dramatiza, cuando Rita primero y Chico después abandonan la Habana, detrás de sus sueños de éxito, contrapone 2 ciudades: la cálida, soleada, multicolor  y horizontal Habana frente a la gris, monocromática y vertical Nueva York, contrastando la sensualidad latina con el formalismo y pragmatismo anglo-sajón.

La concurrencia de complejos procesos técnicos y creativos da lugar a una impecable factura técnica, que  nos  permite capturar la magia de una época fascinante.

Esta película también retrata la inmigración cubana de la época, abducida por el señuelo del “sueño americano”, que se convierte en pesadilla, para los jóvenes migrantes. Esta película invita a la reflexión, ya que no se nos oculta en ningún momento, que las luces de neón del sueño americano están oscurecidas por las sombras del racismo.

Crónica: Beatriz Recio Inés

TRAILER