Protestas de la ultraderecha marcan la Nochevieja en Madrid
El PSOE considera los actos como un posible delito de odio
Las desinfladas protestas de la ultraderecha en la calle Ferraz de Madrid, frente a la sede central del PSOE, han tomado un nuevo impulso durante la Nochevieja. Decenas de personas, respondiendo a la convocatoria de Revuelta, una organización juvenil vinculada a Vox, protagonizaron una polémica celebración en la que ahorcaron y apalizaron un muñeco que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Las manifestaciones, ataviadas con banderas de España y enseñas franquistas, se llevaron a cabo en la noche del domingo, convirtiéndose en un acto de odio cargado de proclamas ofensivas contra el Gobierno. A pesar de la presencia de la Unidad de Intervención Policial (UIP), no se registraron incidentes durante la celebración.
Desafíos en la Organización del Evento
La convocatoria, difundida desde las redes sociales de Revuelta, recaudó más de 10.000 euros para la organización del evento, que contó con música y la participación de numerosas personas. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid impidió el acceso de los camiones encargados del despliegue técnico, lo que afectó al desarrollo del festejo.
Tras los controvertidos eventos de Nochevieja, la Policía Nacional ha anunciado que citará a declarar al convocante de la protesta, vinculado a la organización Revuelta. El apaleamiento del muñeco de Pedro Sánchez en las inmediaciones de la sede del PSOE ha generado tensiones y reacciones tanto dentro como fuera del partido.
La Policía Nacional busca esclarecer los detalles de la organización y ejecución del evento, con el objetivo de determinar responsabilidades. Este paso refuerza la postura del PSOE, que considera los actos como potencialmente constitutivos de un delito de odio.
