CINE | ADAM

Película marroquí de género dramático de 2019, cuyo título original es Adam, cuya duración es 98 minutos, basada en experiencias reales de la directora, dirigida por Maryam Touzani, con guión de la misma Maryam Touzani y de Nabil Ayouch, fotografía de Virginie Surdej, coproducida por Marruecos, Francia y Bélgica, en concreto por Les films du nouveau monde, Ali n’Productions y Artemis Films, y protagonizada por Lubna Azabal, Nisrin Erradi, Douae Belkhaouda, Aziz Hattab y Hasnaa Tamtaoui entre otros actores. Entre otros galardones ha logrado los siguientes premios: el del Festival de Cannes en 2019 y el del Festival de Valladolid el mismo año.

ARGUMENTO

La película trata de Abla, mujer de mediana edad, dueña de una pastelería, ubicada en su propia casa en Casablanca, donde reside acompañada de su hija de 8 años, Warda. Su rutinaria existencia, regida por el trabajo y las tareas domésticas, se ve alterada por la aparición de Samia, una joven embarazada que necesita techo y empleo. La entrada de Samia en las vidas de Abla y de Warda cambia sus vidas.

LOS PERSONAJES

La película orbita en torno a 3 personajes principales.

Abla, viuda de edad madura, propietaria de una panadería, consagra su existencia al trabajo y al cuidado de su hija. Condicionada por una muerte que no ha superado, la de su marido, se ha acostumbrado a la independencia, por lo que rechaza reiteradamente las propuestas matrimoniales del repartidor de harina, Slimani, ya que en la sociedad musulmana las viudas jóvenes, son percibidas como una presa fácil, porque carecen de un hombre que las proteja y ya no están tuteladas por los padres.Inicialmente es reticente a acoger a la desconocida Samia, bajo su techo, finalmente, a instancias de su propio corazón y de su hija Warda, accede a abrirle las puertas a la joven.

A Warda, niña de 8 años, le agrada, la joven Samia, enseguida, e intenta influir en su madre Abla, para que acepte a Samia.

Samia, embarazada de un hijo concebido fuera del matrimonio, ha dejado su ciudad, para parir a su hijo en Casablanca y entregarlo en adopción, porque de no hacerlo así, se enfrentaría a los prejuicios de la tradicional sociedad marroquí sobre las madres solteras. La existencia de Samia está constreñida, por tanto, por el hijo que brota de sus entrañas, con el que no tiene intención alguna de establecer un vínculo emocional. Acaba destrozada por la lucha interna entre la necesidad de abandonar a su hijo, para poder recuperar su vida y el lento despertar del instinto maternal en contra de su voluntad. Ambas mujeres Abla y Samia, intentan eludir el mundo, pero son incapaces de evitar  sus reglas.

MARCO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO

Hoy en día, persiste el prejuicio contra las madres solteras en Marruecos, incluso en las clases sociales acomodadas, educadas o modernas. Según el artículo 490 del Código Penal de Marruecos ”Serán castigadas con una pena de cárcel de entre un mes y un año las personas de sexo opuesto que, no habiendo contraído matrimonio, mantengan relaciones sexuales entre ellas”. Si además la mujer  se queda embarazada, se la puede acusar de ejercer la prostitución, por lo que el destino de una mujer soltera que pare en un hospital depende de un juez. Las madres solteras son además víctimas de criminación y de rechazo social. Y muchas veces son expulsadas del seno familiar. En este este contexto, pese al elevado coste emocional, el aborto o el abandono del menor o la entrega de este en adopción, son las opciones preferidas por muchas mujeres, ya que permiten la apariencia de respetabilidad y el retorno a la familia. Alrededor de 7000 niños son abandonados a su suerte en Marruecos, sin que el Estado intervenga para aliviar su situación. Sólo hay unas pocas asociaciones, que se encargan de los varones huérfanos y un convento de monjas españolas católicas, que cuida de las niñas huérfanas, con capacidad para 6 ó 7 niñas. Las que deciden quedarse con los niños, son estigmatizadas y rechazadas por el Estado, la sociedad y la familia, sus hijos son considerados ”bastardos”, y solo pueden darles su propio apellido con la autorización de su padre o hermano. Legalmente, no pueden reclamar una pensión alimenticia al padre biológico.

SITUACIÓN DE LAS MADRES SOLTERAS EN ESPAÑA

La irrupción del régimen franquista en 1936, conllevó la derogación de la legislación republicana, más progresista, como la ley del matrimonio civil y la ley del divorcio. Se reinstauró el Código Civil de 1889, que implicaba para las mujeres el aumento de su mayoría de edad hasta los 25 años, la obligatoriedad de permanecer en el hogar paterno hasta el matrimonio o el ingreso en un convento. Siempre estaban bajo la tutela de un hombre(padre, marido o hermano). El padre era el que tenía la patria potestad sobre los hijos. Uno de los objetivos del franquismo era la imposición del nacionalcatolicismo, doctrina que asignaba a la mujer el papel de esposa y madre. En la tipificación de delitos contra la honestidad, solo importaba la protección del honor personal y familiar del hombre, sin tener en cuenta la voluntad y libertad sexual de la mujer. Se penalizaba el adulterio sólo para las mujeres y se toleraba, penalmente, la violencia sexual o física dentro del matrimonio. El aborto no estaba legalizado, reservándose penas de cárcel  a los que lo realizaran, facilitaran o se sometieran a él. Para la dictadura franquista la sexualidad femenina se limitaba a los fines reproductivos dentro del matrimonio. Esta mentalidad subyacía dentro de la persecución, criminalización y estigma padecidos por las mujeres embarazadas, sin matrimonio de por medio, que se enfrentaban al rechazo familiar, social e institucional. Las casas de maternidad del Patronato de Protección de la mujer se crearon para atender a las madres solteras, denominadas “mujeres caídas”. Estas instituciones, dirigidas por órdenes religiosas, bajo el pretexto de la “dignificación moral de la mujer” , fueron testigo  no solo de  maltrato y humillación y otros abusos a las “mujeres caídas”, sino también de adopciones ilegales  de bebes, por familias acaudaladas, recurriendo incluso a falsos certificados de defunción, para despojar a las madres de sus vástagos. Las mujeres “caídas”, una vez terminado el periodo de “reeducación “ para  acabar con su conducta “inmoral”, podían reintegrarse en la sociedad “bienpensante”, incorporándose al servicio doméstico de una familia acomodada o casándose. El Patronato de Protección de la Mujer, no se disolvió hasta 1985, tras los escándalos de la residencia de San Fernando de Henares en Madrid y de la Casa Maternal de Nuestra Señora de la Almudena, también en la capital de España.

Hoy en día, en 2023 desgraciadamente, los distintos modelos de familia (biparental, monoparental)no tienen  el mismo grado de reconocimiento legal ni social. Concretamente las familias monoparentales, compuestas por un progenitor, generalmente una mujer, que asume en solitario el cuidado de sus hijos, se enfrentan a esta carencia de reconocimiento tanto legal como social. La invisibilidad de las familias monoparentales en las políticas públicas, revela un lastre de prejuicios y estereotipos, heredado de la época franquista. El modelo de familia biparental se sigue protegiendo legalmente, mientras la maternidad con la ausencia de varón, se sigue  concibiendo, como un fenómeno marginal o excepcional, que no es digno de atención.

SINOPSIS

La historia reivindica el valor de la tradición en algunos ámbitos, como el gastronómico, resaltando la exquisitez de las recetas locales como la rziza, que son relegadas, por motivos económicos. La mirada de Touzani, no percibe conflictos continuos entre la tradición y la modernidad.

La historia se centra en la amistad, en el apoyo mutuo y en la solidaridad o sororidad  de 2 mujeres al margen de la sociedad:  Abla y Samia. Abla, tras la muerte de su esposo, se ha enclaustrado prácticamente en su casa, dedicada íntegramente al trabajo y al cuidado de su hija, Samia ha huido de su lugar de origen para evitar la vergüenza de ser madre soltera a ojos de sus conocidos.Mientras Abla se plantea si Samia debe entregar a su hijo en adopción, esta última duda si es acertada la decisión de Abla, de cerrar su corazón a los hombres. Ambas mujeres están limitadas por los tabúes de su sociedad y por el peso de la tradición.

La historia, está basada en una situación parecida, presenciada por Touzani, cuando los padres de esta directora ofrecieron refugio durante un tiempo  a una embarazada soltera en Tánger, en un momento en el que estar preñada sin marido era ilegal en Marruecos. Esta película pese a  su aparente  sencillez, vibra por un tema de gran calado social: la difícil situación de las madres solteras, estigmatizadas en la conservadora y patriarcal sociedad marroquí.

Esta película puede contribuir a abrir un debate sobre la libertad individual y los derechos de las mujeres y su lugar en la sociedad, colaborando con el trabajo realizado durante décadas por Asociaciones Feministas en Marruecos.

Crónica: Beatriz Recio Inés

TRAILER