La Policía Local de Elche denuncia ante Sanidad a una explotación ganadera por arrojar restos de animales a un barranco en Altabix
- La Unidad de Urbanidad y Medio Ambiente (UMA) fue alertada por vecinos de la aparición de varios cadáveres de corderos en avanzado estado de descomposición
- Las sanciones por estos hechos oscilan entre 600 y 60.000 euros y pueden suponer la suspensión de temporal de la actividad ganadera entre 1 y 5 año
2022/04/23
La Policía Local de Elche denunció el pasado 11 de abril ante Sanidad a una explotación ganadera por arrojar restos de animales a un barranco. La Unidad de Urbanidad y Medio Ambiente (UMA) del Cuerpo fue alertada sobre las 16:00 horas por vecinos y de la partida de Altabix y senderistas de la aparición de varios cadáveres de corderos en avanzado estado de descomposición en un barranco.
La dotación policial rastreó la zona y encontró los restos óseos de al menos dos corderos que todavía conservaban los crotales auriculares de identificación electrónica, hecho que, tras las oportunas pesquisas, permitió a los agentes localizar la explotación ganadera a la que supuestamente pertenecían.
Una vez en las instalaciones de la explotación ganadera, los agentes identificaron a su titular y comprobaron la documentación preceptiva para la actividad. Asimismo, detectaron varios incumplimientos relativos al bienestar animal. Las infracciones abarcaban aspectos tales como el mal estado en que se encontraba el lecho en el que reposan, carente de paja y con una gran acumulación de deyecciones, además de no presentar el código de buenas prácticas ni el plan de limpieza de desinfección, desinfectación y desratización (PLDDD), que resultan obligatorios en este tipo de actividad.
En este sentido, la ley prohíbe expresamente el abandono de animales muertos o moribundos, siendo preceptiva la contratación de los servicios de un gestor de tratamiento de cadáveres para las especies ganaderas. En casos como este, los responsables se exponen a sanciones que oscilan entre 600 y 60.000 euros, así como la suspensión de temporal de la actividad ganadera entre 1 y 5 años.