La Policía Nacional libera en Tarragona a un ciudadano rumano que llevaba 19 días secuestrado y duramente maltratado
§ Los raptores llegaron a solicitar un rescate por valor de 750.000 euros y enviaron al padre una fotografía de su hijo con la cara desfigurada
§ Dos personas han sido detenidas por su relación con los hechos, ingresando ambos en prisión tras pasar a disposición judicial
- Agentes de la Policía Nacional han liberado en Tarragona a un ciudadano rumano que permaneció secuestrado durante 19 días, fuertemente atado de pies y manos y duramente maltratado. Llegaron, incluso, a apuntarle con una pistola en la cabeza y trataron de estrangularle en varias ocasiones. Dos personas han sido detenidas por su presunta relación con los hechos.
Las investigaciones comenzaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de un secuestro llevado a cabo en la localidad tarraconense de Vilaverd. La información se recibió a través de los canales oficiales de la Agregaduría de Interior en Rumanía tras la denuncia interpuesta por el padre de la víctima, quien poseía una empresa familiar dedicada al transporte internacional de mercancías por carretera. Según su declaración, uno de sus empleados tenía que realizar una entrega desde el puerto de Valencia hasta Italia con uno de sus camiones. La entrega nunca llegó a su destino y el empleado desapareció abandonando el vehículo en una pequeña localidad cercana a Girona.
Por esta razón, el padre decidió viajar hasta España en su propio vehículo para aclarar la situación y recuperar el camión. Durante el viaje, su hijo le advirtió de que ese camión tenía que realizar “un transporte especial”, que podría tratarse de una mercancía de 700 kilogramos de marihuana. Esta carga fue recogida por otro conductor de la empresa que se había desplazado desde Valencia a Girona. Allí, ambos conductores entraron en contacto, separando la mercancía. Por una parte, el segundo de los conductores llevaría 400 kilogramos en su camión hasta Alemania, mientras que el primero llevaría los 300 restantes hasta Italia.
La mercancía destinada en Alemania llegó sin problema y, cuando fue entregada, su conductor regresó a España. Ambos empleados estaban a las órdenes del hijo del dueño de la empresa, y habían sido contratados unos meses antes.
Tras una reunión con tres ciudadanos albaneses se produce secuestro
Tras estos sucesos, el hijo del empresario viajó desde Rumanía hasta España para reunirse con su padre e intentar localizar al conductor desaparecido. Después de varios intentos infructuosos, los dos se reunieron en Vilaverd con tres varones de origen albanés, presuntamente dueños de la mercancía, y a los que el hijo del denunciante conocía. Estas personas también estaban buscando al conductor, por lo que, con el pretexto de buscarlos juntos, invitaron al hijo del denunciante a acompañarlos en su vehículo. Transcurrida medía hora, el hijo contacta con su padre para decirle que no puede regresar y que tenga paciencia.
Ante estos hechos, el padre del secuestrado solicitó ayuda al conductor que no había desaparecido para que averiguase qué era lo que estaba ocurriendo en relación a su hijo y los albaneses. Este le respondió que “se encontraba secuestrado hasta que apareciese el conductor desaparecido o recuperasen la mercancía robada”. Los secuestradores llegaron a solicitar, a través de él, un rescate por valor de 750.000 euros, pues esa era la cantidad en la que valoraban la mercancía desaparecida. Incluso, llegaron a mandarle una fotografía de su hijo con la cara desfigurada y con claros indicios de haber sido golpeado.
El padre, en un intento desesperado, trató de buscar a su hijo por sus propios medios y, ante la imposibilidad de hallarlo, decidió regresar a Rumanía y denunciar allí los hechos. Los secuestradores llamaban con un teléfono con prefijo de Marruecos, mientras que el padre se encontraba en Rumanía. Por ello, la cooperación internacional resultó fundamental para la resolución del caso. A través de esta colaboración, se intentó negociar la liberación de la víctima.
En el desarrollo del operativo, y a través de las medidas de investigación, en un momento dado se tuvo conocimiento de que la víctima se encontraba en la localidad alicantina de Elche, siendo trasladada hacia Girona en un vehículo conducido por el empleado que no se encontraba desaparecido. Por esta razón, se montó un dispositivo policial de cierre a la altura de Tarragona, donde se verificó que el secuestrado se encontraba dentro del vehículo, procediéndose a la detención del conductor. Posteriormente, en Elche se detuvo a otro individuo que presuntamente había participado en el secuestro. Los dos arrestados son de origen rumano. Tras pasar a disposición judicial, ambos han sido enviados a prisión.
Durante su cautiverio, el secuestrado sufrió puñetazos, golpes con un cable y quemaduras de cigarro, y fue atado fuertemente de pies y manos durante los 19 días que permaneció sin libertad. También llegaron a ponerle una pistola en la cabeza e intentaron estrangularle en varias ocasiones.