CINE | ARDE MISSISSIPPI

Película de 1988, basada en hechos reales, concretamente en el asesinato, ocurrido en 1964 y perpetrado por el Ku Klux Klan, de 3 activistas pro derechos civiles, integrantes de un grupo de voluntarios del “Verano de la Libertad”, que se dedicaban a registrar electoralmente a la población negra : J. E. Chaney, Mickey Schwerner y Andrew Goodman .Dirigida por Alan Parker, interpretada por Gene Hackman, Willem Dafoe, Frances McDormand, Brad Dourif, Michael Rooker, Stephen Tobolowsky y R. Lee Ermey entre otros actores, esta película consiguió un Oscar en 1989 a la Mejor Fotografía, siendo candidata a 6 estatuillas más. En 1990 logró 3 premios BAFTA a la Mejor Fotografía, al Mejor Montaje y al Mejor Sonido.

La película trata de dos agentes del FBI: Alan Ward y Rupert Anderson, que son enviados al pueblo de Jessup, Mississippi, para investigar la desaparición de tres activistas por los derechos civiles.

La acción orbita alrededor de 2 personajes, que pese a su alianza en pos de un objetivo común: detener a los responsables del asesinato de los activistas, son antitéticos y representantes de 2 formas de resolución de investigación policial. Mientras Alan Ward, procedente del Norte de Estados Unidos y de tendencia liberal, se apoya firmemente en la ley y en el Derecho, su compañero Rupert Anderson, exsheriff de otro pueblo de Mississippi, desencantado y profundo conocedor de la sociedad sureña, recurre a maniobras discutibles como el engatusamiento, guante de seda para las damas y métodos intimidatorios, puño de hierro para los caballeros, con el fin de sonsacar la información que precisa. Ambos agentes se enfrentan a la ley del silencio, a la atmósfera de prejuicios raciales dominantes en la zona y a una espiral de violencia, desencadenada por el avance de la investigación.

Aunque la Ley de Derechos Civiles de 1964, fue decisiva para hacer efectivos los derechos civiles de los afroestadounidenses, era el derecho al voto el más importante de todos, ya que garantizaba la permanencia de todos los derechos civiles para la población negra. Los afroestadounidenses del sur, se habían visto privados del derecho al voto desde la Reconstrucción tras el final de la Guerra de Secesión. Este derecho al voto de los afroamericanos se suprimió de varias formas: mediante la violencia, mediante la imposición de un “impuesto per cápita”, privando a los que no lo pagaban del derecho al voto, por medio de exámenes orales y escritos que medían el nivel de alfabetización…

En este contexto los activistas del Comité Coordinador Estudiantil por la No Violencia y del Congreso para la Igualdad Racial promovieron el registro de votantes en las zonas rurales y en las áreas del sureste del país densamente pobladas por negros en 1961. Durante 1964 la Conferencia del Liderazgo Cristiano del Sur, el Congreso para la Igualdad Racial, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color y el Comité Coordinador Estudiantil por la No Violencia implementaron el “Verano de la Libertad”. Más de 1000 blancos del Norte, mayoritariamente estudiantes universitarios, se ofrecieron, en calidad de voluntarios, para ayudar en el registro de votantes negros. El propósito de esta campaña era poner el foco en la violencia usada para privar a los negros del derecho al voto. El 21 de junio de 1964, trascendió la desaparición de 3 activistas de los derechos civiles: James Chaney, Michael Schwerner y Andrew Goodman. Posteriormente se supo que habían sido asesinados. Existen sospechas bien fundadas, indicando que la investigación de la desaparición de los activistas se produjo porque 2 de ellos eran de raza blanca. Aunque los voluntarios lograron convencer aproximadamente a 17000 afroestadounidenses de registrarse como votantes, los funcionarios electorales sólo aceptaron a menos del 10%.Los estadounidenses finalmente comprendieron que a pesar que los negros constituían casi la mitad de la población de Mississippi, sólo representaban el 5 % de los electores registrados.Cinco meses después se promulgó la Ley de los Derechos del Votante en 1965.

La cruda realidad es que el viejo Sur nunca digirió la derrota sufrida en la Guerra de Secesión, y que la abolición de la esclavitud, producida por razones económicas y no humanitarias, significó el colapso del sistema de producción esclavista, que sustentaba la forma de vida de los terratenientes sureños. El sur nunca se recuperó y aunque carezco de todos los elementos necesarios para explicar el enquistamiento de las luchas entre razas en el Sur de Estados Unidos, me permito aventurar que en un marco en el que los blancos pobres compiten con los negros por los trabajos menos cualificados, se ha promovido desde arriba la división entre razas, para impedir la colaboración entre los más desfavorecidos, negros y blancos pobres, ya que dicha unión pondría en peligro los privilegios de los poderosos. En último término podría entenderse que las razones que subyacen bajo las actitudes racistas son con frecuencia la pobreza, la ignorancia y/o, en términos psicológicos, la inseguridad y la baja autoestima.

La película, se erige en instrumento de denuncia social, criticando la connivencia de las autoridades sureñas(alcalde, policía local, jueces…)con el Ku Klux Klan, para silenciar a los activistas pro derechos civiles y amedrentar a la población negra, impidiendo que los afroamericanos accedan a sus derechos, reconocidos por la ley(voto, etc.…), sin embargo, a mi juicio, también esta película avala el uso de tácticas violentas en el curso de una investigación policial, al acreditar que al final, las maniobras más que cuestionables del agente Rupert, son las que, finalmente hacen que la verdad salga a la luz.

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Crónica: Beatriz Recio Inés