CINE | EL AMOR BRUJO
Película de 1986, basada en el ballet “El amor brujo” de Manuel de Falla, inspirado a su vez en una antigua leyenda gitana. Esta película está, dirigida por el director Carlos Saura y protagonizada por Antonio Gades, Cristina Hoyos, Laura del Sol, Juan Antonio Jiménez, Emma Penella y La Polaca entre otros actores. La banda sonora original de Manuel de Falla está interpretada por Rocío Jurado, junto a la Orquesta Nacional de España, dirigida por Jesús López Cobos. Este film recibió los premios Goya de 1987 a mejor fotografía y mejor diseño de vestuario y forma parte junto con “Bodas de Sangre “ y “Carmen” de la trilogía sobre el flamenco de Saura.
La película comienza con una puerta metálica que baja progresivamente, como si de un telón se tratara, para inmediatamente mostrar la panorámica de un poblado de chabolas, como las que jalonan el extrarradio de nuestras ciudades e inmediatamente nos introduce en las vidas de Candela y José, gitanos que se casan, obligados por sus padres, aunque ambos están enamorados de otras personas: Carmelo y Lucía. El espíritu de su marido José, muerto en el curso de una reyerta, acosa a Candela, impidiéndole rehacer su vida con Carmelo.
Según estudios lingüísticos y genéticos el origen del pueblo gitano se encuentra en el noroeste del subcontinente indio, específicamente, en la frontera entre los actuales estados de India y Pakistán. Los antepasados de los gitanos pertenecían a la casta de los músicos o “dom”, un nivel muy bajo, en el sistema de castas indú, sólo situado por encima de los “intocables”. En su tierra natal los “dom” tenían que resignarse a su estrato social y no aspirar a ascender en la escala social, ya que el sistema de castas era cerrado y no permitía el paso de una casta a otra. Bien por no conformarse con esta situación tan injusta, bien por escapar de la invasión de pueblos musulmanes en la zona en el siglo IX , bien por haber sido enviados al oeste para luchar contra la invasión musulmana, o por haber sido esclavizados por los musulmanes y llevados al oeste o por mero nomadismo comercial los “dom” optaron por emigrar hacia el oeste. El pueblo gitano o romá se estableció en tierras de Persia, pero más adelante las hambrunas, los árabes, los mongoles y los desórdenes obligaron a este pueblo a emigrar otra vez, continuando su éxodo hacia territorios más occidentales. A mediados del siglo XI, en que los turcos invadieron Persia, los romá se unieron al ejército turco para alcanzar las costas europeas. Más adelante llegaron los tártaros, que se aliaron con los bizantinos para reconquistar Constantinopla y los romá cayeron en la esclavitud. Los nobles rumanos, que expulsaron a los tártaros a mediados del siglo XIV, continuaron con las prácticas esclavistas, por lo que los romá se desplazaron a lo largo de Europa, huyendo de la esclavitud. Los primeros romá o gitanos llegaron a España en el siglo XV, en calidad de “peregrinos”, obteniendo provisiones reales que les permitían la circulación, como el pasaporte proporcionado por el Rey Alfonso el Magnánimo de Aragón en 1425. Además un clima benigno para la vida ambulante promoverá también el asentamiento de gitanos en España. Sin embargo en España los gitanos fueron objeto de persecuciones y afectados por normativas que limitaban sus derechos, como la prohibición del nomadismo y la obligatoriedad del trabajo en el campo. Finalmente Carlos III favoreció su integración, reconociendo en 1783 la libertad de oficios y de residencia de los gitanos.
En España conservaron su estilo de vida nómada, hasta comienzos del siglo XX. Este nomadismo, de la etnia gitana, unido a las prácticas endogámicas, obstaculizó la integración en la cultura “no gitana” y por tanto, promovió el mantenimiento de costumbres ancestrales como los matrimonios concertados y el ritual del pañuelo, utilizado para comprobar la virginidad en las jóvenes gitanas antes del matrimonio. Aunque cabe recordar que tanto los matrimonios concertados como la apreciación de la virginidad prematrimonial, también estuvieron presentes en la cultura “no gitana” en tiempos pretéritos.
Por otra parte, el pueblo gitano pese a que conforma junto a los judíos, un pueblo estigmatizado en el curso de la historia, en España, ha realizado aportaciones notables y esenciales al flamenco, expresión artística que integra música, cante y baile y que debido a su gran intensidad emocional ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010.
La cultura gitana es de transmisión oral, por lo que la mayoría de los estudios de esta etnia han sido realizados por personas que no eran gitanos, corresponde pues ahora a los gitanos contar su propia historia.
Entre los famosos de origen gitano se pueden citar el guitarrista Paco de Lucía, el músico de los “Rolling Stones” Ron Wood, los cantantes Camarón, Elvis Presley y Rosario Flores, los bailarines Joaquín Cortés y Carmen Amaya, los actores Pastora Vega, Charlie Chaplin, Michael Caine, Helen Mirren y Yul Brynner.
Esta película, en la que destaca la excelente coreografía de Antonio Gades y donde merece mención especial la danza del fuego, escenificación quizás de un viejo culto de naturaleza animista y baile en el que las evoluciones de los bailarines imitan los movimientos de las llamas de la hoguera, constituye un sentido homenaje a esta corriente artística.
Esta obra reflexiona también sobre el peso del pasado(concebido como costumbre, matrimonios concertados, fantasmas…) en el presente(actualidad, matrimonios por amor, los vivos…), en un contexto histórico en el que se producen ya fricciones entre tradición y modernidad, incluso dentro de un mundo tan fiel a los usos antiguos como el gitano.
TRAILER
Crónica: Beatriz Recio Inés
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