La Policía Nacional detiene en Benidorm a una mujer por el intento de homicidio de un operario que se encontraba realizando trabajos verticales en su edificio
- Dos operarios de una empresa de rehabilitación de trabajos verticales se encontraban a la altura de la planta 13 de un edificio cuando una de las dos cuerdas que sujetaba a uno de ellos fue cortada por una persona desde una de las ventanas de su domicilio, quedando solamente sujeto con una única cuerda, la llamada «cuerda principal»
- El trabajador al ver que su vida pendía de un hilo y ante el temor de que la única cuerda que quedaba fuese cortada, se aferró a la cornisa del edificio para no precipitarse y comenzó a gritar con todas sus fuerzas
- Los investigadores comprobaron que los hechos se produjeron en una vivienda que se encontraban más arriba de la planta 20 donde residía un matrimonio, siendo la mujer la que cortó las cuerdas desde su vivienda debido a que no estaba de acuerdo con la realización de los trabajos de rehabilitación que se habían aprobado por su comunidad de vecinos
- Si la presunta autora hubiera cortado la cuerda principal en lugar de la de vida, se hubiera producido una caída aumentando el peso del operario en diez veces su valor con consecuencias nefastas para su integridad física.
27-Enero-2021.- Agentes de la Policía Nacional de Benidorm han detenido a dos personas de nacionalidad española y de 51 y 60 años de edad, por un presunto delito de tentativa de homicidio a un trabajador que se encontraba realizando trabajos verticales un edificio de la localidad de Benidorm.
Dos operarios de una empresa de rehabilitación de trabajos verticales se encontraban realizando reparaciones en la fachada de un edificio de la localidad, cuando se percataron de que una de las dos cuerdas que sujetaba a uno de ellos, se había soltado, quedando solamente sujeto con una única cuerda, la llamada «cuerda principal».
Inmediatamente los dos trabajadores miraron hacia arriba y observaron que desde una de las ventanas había unas manos de una persona manipulando la cuerda principal, percatándose de que la otra cuerda llamada de seguridad o de vida habría sido cortada por esa persona.
Uno de los operarios al ver que su vida pendía de un hilo, y ante el temor de que esa persona cortara la única cuerda que le sujetaba, se aferró rápidamente a la cornisa del edificio para no precipitarse al vacío a la vez que ambos trabajadores gritaban con todas sus fuerzas.
Ante el alboroto, la persona que estaba manipulando las cuerdas de seguridad desde una ventana del edificio, soltó la única que quedaba sin cortar y se ocultó en el interior de la vivienda.
Los operarios que se encontraban a una altura de 13 plantas en el momento de ocurrir los hechos, consiguieron alcanzar el suelo rápidamente y ponerse a salvo sin llegar a sufrir ningún tipo de lesión, dando aviso inmediato a la policía.
Las patrullas de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana que acudieron hasta el lugar activaron el protocolo especial ante delitos violentos, personándose instantes después agentes de Policía Científica y del Grupo IV de la Brigada Local de Policía Judicial para hacerse cargo de la investigación.
Los investigadores realizaron en el lugar las primeras indagaciones sobre los hechos y tras revisar la cuerda cortada se percataron de que presentaba un corte limpio realizado con algún objeto cortante como un cuchillo.
Seguidamente los agentes utilizaron las mismas cuerdas y las dispusieron de la misma forma que se encontraban cuando fueron cortadas pudiendo determinar que los hechos se habrían producido desde una de las ventanas que se encontraba por encima de la panta vigésima del edificio.
Cuando los agentes acudieron a la vivienda donde al parecer habrían sucedido los hechos, en el interior se encontraba un matrimonio y tras preguntarle por lo ocurrido, su primera reacción fue acometer contra los operarios acusándolos de que habían roto las bisagras de una ventana al realizar los trabajos. Sin embargo, seguidamente manifestaron no saber nada sobre lo ocurrido y que en el domicilio además de ellos se encontraban varios obreros realizando reparaciones en su domicilio y el autor podría ser alguno de ellos.
Posteriormente, los agentes investigadores contrastaron todos los datos con manifestaciones obtenidas de la víctima y testigos en la escena del crimen, determinando que en el momento de ocurrir los hechos en la vivienda se encontraba solamente la mujer, siendo ella la que presuntamente cortó una de las dos cuerdas de seguridad que sujetaban a uno de los trabajadores y el motivo se debía al desacuerdo con la realización de los trabajos de rehabilitación del edificio que se habían aprobado por parte de la comunidad de vecinos.
Si la presunta autora hubiera cortado la cuerda principal en lugar de la de vida, se hubiera producido una caída aumentando el peso del operario en diez veces su valor con consecuencias nefastas para su integridad física.
Los detenidos, hombre y mujer, fueron trasladados a dependencias policiales y tras ser oídos en declaración, el hombre quedó en libertad ya que los agentes determinaron que en el momento de producirse los hechos en la vivienda solo se encontraba la mujer, que al parecer sufría algún tipo de trastorno psiquiátrico, siendo ella la única autora de la tentativa de homicidio por lo que fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de la localidad de Benidorm, decretando el Juez su libertad con cargos.