Primer fármaco aprobado para la obesidad genética rara
La agencia reguladora estadounidense FDA ha aprobado un agonista de MC4R para tres trastornos genéticos raros que causan obesidad
Entre las condiciones genéticas que pueden provocar obesidad, se encuentran tres afecciones que implican la deficiencia de los genes POMC, PCSK1 o LEPR. Los tres trastornos son infrecuentes, pero abocan a quienes los sufren a desarrollar obesidad desde una edad muy temprana.
Ahora cuentan con un tratamiento que puede paliar su situación. La agencia reguladora de fármacos y alimentos de Estados Unidos, FDA, acaba de aprobar el fármaco setmelanotida para el control de peso crónico en pacientes de seis años o más con obesidad debido a las mencionadas afecciones genéticas raras: deficiencia de proopiomelanocortina (POMC), deficiencia de proproteína subtilisina/kexina tipo 1 (PCSK1) y deficiencia del receptor de leptina (LEPR) confirmada por pruebas genéticas.
Las personas con una deficiencia o anomalía en los genes POMC, PCSK1 o LEPR se vuelven gravemente obesas a una edad muy temprana. Los pacientes suelen tener un peso normal al nacer, pero aumentan su IMC debido al defecto genético que afecta a la regulación del apetito, a su capacidad de sentirse saciado y al metabolismo.
Las tres son condiciones son muy raras; de todas ellas, apenas hay 150 casos en la literatura médica.
Con la aprobación de la FDA, este fármaco (Imcivree, de Rhythm Pharmaceuticals) se convierte en el primero autorizado para estas tres afecciones genéticas.
Vía MC4R
La setmelanotida es un agonista del receptor 4 de la melanocortina (MC4R), que actúa activando áreas del cerebro que regulan el apetito y la saciedad, lo que impide a estos pacientes que coman demasiado, bloqueando la hiperfagia, y les permite así perder peso. Además, el fármaco aumenta el metabolismo en reposo, y con ello la cantidad de calorías quemadas en resposo, algo que también contribuye a la pérdida de peso.
El mecanismo de acción de este fármaco conduce a la pérdida de peso en pacientes con la obesidad asociada a estas afecciones, pero no trata los defectos genéticos que la causan. Tampoco se indica en la obesidad debida a otras causas.
Los estudios pivotales que avalan esta autorización se han publicado recientemente en The Lancet Diabetes & Endocrinology. Karine Clément, del Hospital Pitié-Salpêtrière en París, es la investigadora principal de estos estudios, en los que también participa el profesor Jesús Argente, del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid.
Ambos trabajos en fase III evaluaron la eficacia del fármaco a un año: el primero a diez pacientes con obesidad y deficiencia de POMC o PCSK1 confirmada o sospechada, mientras que el segundo estudio incluyó a once enfermos con obesidad y deficiencia de LEPR confirmada o sospechada; todos tenían seis años o más.
En el primer estudio, el 80% de los pacientes con deficiencia de POMC o PCSK1 perdieron al menos el 10% de su peso corporal. En el segundo estudio, el 46% de los pacientes con deficiencia de LEPR perdieron al menos el 10% del peso.
Los estudios también analizaron el apetito, que descendió significativamente en algunos aspectos medidos con una escala de once unidades con respecto al inicio del estudio.
Según informa la FDA, los efectos secundarios más comunes del tratamiento incluyeron reacciones en el lugar de la inyección, hiperpigmentación de la piel, dolor de cabeza y trastornos gastrointestinales (náuseas, diarrea y dolor abdominal), entre otros. Con el tratamiento se han producido erecciones espontáneas del pene en hombres y reacciones sexuales adversas en mujeres. También se han producido depresión e ideas suicidas.
Sobre los estudios pivotales
“Los resultados de los estudios pivotales de fase III de Rhythm, que son los más grandes hasta la fecha sobre obesidad por deficiencia de POMC y LEPR, proporcionan evidencia sobre la seguridad y eficacia de setmelanotida y creemos que validan su uso potencial a largo plazo como un tratamiento novedoso para la obesidad severa y la hiperfagia”, afirmaba otro de los autores, Peter Kühnen, del Instituto de Endocrinología Pediátrica Experimental, del Hospital Charité de Berlín, al hilo de la publicación de esos estudios.
Entonces ya indicaba que “es importante reconocer los signos de estos raros trastornos genéticos, porque pronto tendremos una opción de tratamiento dirigido disponible por primera vez para los trastornos de obesidad causados por deficiencias en la vía MC4R».
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Fuente.: diariomedico.com