La UV investigará el potencial de los humedales como sumidero de carbono y reducción de los gases de efecto invernadero
Un equipo de la Universidad de Valencia, liderado por el profesor Antonio Camacho, experto en ecología funcional de humedales y cambio climático, participa en un proyecto financiado con dos millones de euros para poner en valor el papel de los humedales como sumideros de carbono y reductores de las cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.
El equipo de la Universidad será el responsable de la medición de los procesos del ciclo del carbono, del seguimiento científico y la redacción de los protocolos de gestión en diez zonas piloto de España, entre ellas, la Albufera valenciana, Marjal Pego-Oliva o el Prat de Cabanes.
En un contexto en el que queda poco tiempo para alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones mundiales de carbono al menos un 45% antes de 2030- y limitar así el calentamiento global a un nivel por debajo de los 2 ° C, los humedales constituyen una solución natural añadida para contribuir a la consecución de este vital objetivo.
Además de su papel como sumideros de grandes cantidades de carbono, los humedales tienen un gran valor ecológico. No sólo por la gran biodiversidad de especies que albergan, sino, entre otros múltiples servicios ecosistémicos, por su función limpiando el agua, que luego alimenta otros ecosistemas y llene los acuíferos subterráneos. Estos resultan esenciales en el entorno mediterráneo, teniendo en cuenta la escasez de agua y sequías que afectan de manera crónica en la Península Ibérica.
El Acuerdo de París sobre el clima reconoce la función que desempeñan los humedales en limitar la cantidad de carbono presente en la atmósfera. Sin embargo, los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. Recientes estudios publicados por diversos organismos científicos, entre ellos la Universidad de Valencia con respecto a los humedales mediterráneos, alertan también del problema que supone la degradación de estos. Así, los humedales pueden pasar de almacenar grandes cantidades de carbono cuando están en condiciones de buena conservación, a emitirlo cuando se altera gravemente su salud ecológica, con las consecuencias que esto conlleva para el calentamiento global.
Estas investigaciones abren un escenario en el que se hace más patente que la conservación de humedales contribuye de manera decisiva a la conservación de la biodiversidad y servicios de los ecosistemas, y pone de relieve su potencial en la mitigación del cambio climático.
Actuaciones en humedales sobre la base de su estado de conservación
El proyecto LIFE Wetlands4Climate (W4C), recientemente aprobado por la Comisión Europea, validará una metodología para cuantificar los intercambios de GEI, y servirá al objetivo de políticas climáticas de Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (LULUCF por sus siglas en inglés), generando datos sobre el secuestro de carbono en humedales que servirán, entre otros, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), así como pautas de gestión que aumentan su gestión como sumideros. Este proyecto pretende ofrecer desarrollos y herramientas a implementar, como las soluciones naturales en una gestión de las zonas húmedas que contemple también una perspectiva climática.
Mediante el desarrollo de medidas de gestión para la conservación en 10 humedales piloto, distribuidos por la Península Ibérica a fin de ser representativos, se diseñará un protocolo experimental que evalúe detalladamente las características y condiciones iniciales de cada uno de estos humedales para poder definir así las mejores acciones de manejo, incluyendo acciones de gestión de suelo, agua, y vegetación, y se elegirá aquellas que, potencialmente, puedan tener un mayor efecto sobre el ciclo del carbono y, en consecuencia, sobre la capacidad de los humedales para secuestrar carbono. Este proyecto abre la puerta a que los humedales mediterráneos, costeros o de interior, se comportan como sumideros de carbono a través de medidas de gestión específicas alineadas con intereses conservacionistas, y propone mecanismos para que la iniciativa privada se sume de manera voluntaria multiplicando el beneficio conservacionista y climático.
El proyecto establece las bases para disponer de una metodología que permita cuantificar el carbono retenido en humedales costeros y de interior en la cuenca del Mediterráneo, y como optimizar esta retención. A través de esta metodología se podrá ofrecer a las empresas la compensación voluntaria de sus emisiones. Con ello se estudiará la posibilidad de a través de proyectos de restauración, generar fondos para la conservación de la naturaleza, y así poder acelerar las sinergias entre la sociedad y el mundo económico, impulsando el tránsito hacia una economía descarbonizada. Esto supone un hecho adicional, ya que sin este tipo de mecanismos no se realizarían las inversiones previstas en gestión y conservación de humedales que mitigan el cambio climático. Estas actividades de certificación y verificación de emisiones implican en sí mismas la puesta en marcha de nuevos modelos de negocio, de actividades de consultoría, y generación de empleo.
Conseguir una implicación del sector privado en proyectos de restauración y gestión sostenible de humedales, de manera que pudieran compensar su huella de carbono a través de este tipo de acciones, y avalados por estándares oficiales del mercado voluntario de carbono, que verifican la fijación de las cantidades de emisiones a las que se comprometen, es una oportunidad única para generar fondos para la conservación de la naturaleza.
LIFE Wetlands4Climate
El proyecto LIFE Wetlands4Climate -con el apoyo del Programa LIFE, del Ayuntamiento de Valencia y de la Generalitat Valenciana- se llevará a cabo en los próximos cuatro años y cuenta con una inversión de más de dos millones de euros. La coordinación del proyecto la realizará la Fundación Global Nature, entidad con más de 25 años de experiencia trabajando en restauración de humedales. Además de la Universidad, EFE Verde y Valencia Clima y Energía (VCE) desarrollarán labores de comunicación y educación ambiental que darán a conocer proyecto entre la comunidad local y a nivel nacional y europeo.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Oficina Española de Cambio Climático, la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana, el Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana, la DG de Medio natural de la Junta de Castilla-la Mancha, la DG del Patrimonio natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, Living Lakes y Wetlands Internacional, que formarán parte del comité de seguimiento del proyecto.
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Fuente.: agronewscomunitatvalenciana.com