¿Te preocupa que tu hijo adolescente pueda contraer la covid-19 cuando sale? Adviértele de lo que no debe compartir
Como afirmó recientemente el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, los constantes rebrotes que no dejan de aumentar en nuestro país tienen como protagonistas, en gran medida, a los jóvenes y adolescentes. Actitudes imprudentes de unos pocos que son seguidas, por culpa de la inexperiencia y la impulsividad características de estas edades, por otros sectores sin pensar en las graves consecuencias que pueden conllevar. Ante tal panorama, los padres tenemos que transmitir mensajes claros, basados en la comprensión y la información, para que nuestros hijos entiendan que existen cosas que no deben compartir con sus amigos.
1. Mascarillas
Aunque parece obvio, no está de más recalcarles que los artículos de protección respiratoria están ideados para un uso personal. Quizá la inmadurez y la impulsividad propias de la edad puedan, en un momento puntual, llevarles a pensar que prestar una mascarilla a un amigo no conlleva un riesgo excesivo. Pero nada más lejos de la realidad. Entre las partículas acumuladas por la exhalación estarán presentes, si una persona se encuentra infectada, cantidades considerables del virus.
2. Móviles
Otra de las cosas que no deben compartir son los teléfonos móviles. No es ninguna novedad la gran susceptibilidad de estos dispositivos en cuanto a la acumulación de gérmenes. Experimentos como el llevado a cabo hace unos años por la Universidad de Arizona así lo confirman. En concreto, en este caso se determinó que transportan diez veces más de bacterias que la mayoría de asientos de inodoro. Una situación de riesgo que, tal y como sostiene Charles Gerba, uno de los microbiólogos de la institución, se acrecienta si los intercambiamos con otros, al propagarse los agentes patógenos de un usuario a otro con extrema facilidad.
3. Artículos de cosmética
También resulta evidente que todo lo que toque nuestra cara y, más aún, nuestras mucosas alberga muchas probabilidades de convertirse en un foco de transmisión del coronavirus. Así pues, cualquier tipo maquillaje y, en especial, artículos como el cacao, los pintalabios o el rímel, deben ser empleados por uno mismo y nunca ser ofrecidos a terceros.
4. Comida
Compartir una comida con otras personas, siempre que se respeten las distancias recomendadas y se haga en platos independientes, no debería representar un peligro de contagio. Por eso mismo, haríamos bien en recordar a nuestros hijos que eviten a toda costa alternativas como comer de una misma fuente, ya hablemos de una paellera, una pizza o una ensalada, entre otras. El continuo contacto de los cubiertos o las manos con el contenido de un recipiente común puede extender, entre todos los participantes, los agentes patógenos que uno o más de ellos posean.
5. Bebidas
Dejando a un lado otras cuestiones relacionadas con los perjuicios del alcohol, los botellones se están convirtiendo en uno de los mayores aliados de la COVID-19. Hacer uso de las mismas litronas, botellas o vasos equivale, al igual que en el caso anterior, a una invitación para que el virus pueda seguir propagándose a sus anchas. Pese a que, salvo en algunas situaciones excepcionales, la enfermedad no desarrolla su versión más agresiva entre los jóvenes y adolescentes, debemos dejarles claro que estas conductas pueden repercutir, de manera fatal, en los adultos con los que mantienen un contacto estrecho cotidianamente.
6. Cachimbas
Los actos irresponsables no solo hay que buscarlos en los sectores de la población menos longevos. También hay adultos, propietarios de establecimientos como los del caso que nos ocupa, que instan a aquellos con menos experiencia a que actúen de una forma inadecuada. Algo así ha ocurrido en distintos locales en los que se ofrecen cachimbas que, ya perseguidos por las autoridades municipales correspondientes, las ponían a disposición de los usuarios con los riesgos de contaminación, tanto por contacto directo como por el humo exhalado, que estas conllevan.
En cualquier caso, debemos advertirles de que compartir este elemento, sea en un local de ocio o en un espacio privado, es un acto irresponsable en estos momentos.
7. Mate
Aunque en España no está muy extendido su uso, los residentes en Sudamérica y nuestros conciudadanos latinos, especialmente los argentinos y uruguayos, consumen habitualmente el apreciadísimo mate. Un acto que va más allá de lo gastronómico y representa una importante práctica cultural que, sin embargo, ha de llevarse a cabo de un modo escrupuloso. Como apuntábamos con las comidas y las bebidas, cada uno debe hacer uso de sus propios recipientes y no ponerlos en común, bajo ninguna circunstancia, con los demás.
8. Espacios cerrados sin precauciones
Entre las cosas que no deben compartir nuestros hijos no solo encontramos objetos. Y es que en cualquier habitáculo cerrado, ya hablemos de ascensores o coches, si no extremamos las precauciones, es muy sencillo que los patógenos pasen de persona a persona.
Para garantizar su seguridad y la de los que les rodean es importante que, siempre que se vean bajo tales circunstancias, empleen las mascarillas.
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Fuente.,: princesas.elmundo.es
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