La justicia manda al Clan Pujol a juicio por organización criminal
El juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha sido el artífice instructor que la pasada semana envió a la familia Pujol Ferrusola al banquillo por formar, durante décadas, una organización criminal para enriquecerse con actividades corruptas.
El declive político, social y económico de la familia Pujol ya ha sido palpable los últimos años por numerosas incidencias y problemas con la justicia a raíz de actividades económicas ilegales. Y aunque hasta el momento, no se había conseguido resultado alguno, en los próximos meses se plasmará en los medios una imagen demoledora para el que ha sido presidente de la Generalitat durante 23 años. El magistrado cree que el expresidente de Catalunya, su esposa, sus 7 hijos y 18 personas más son culpables de delinquir durante el mandato, aprovechándose de su posición privilegiada para enriquecerse económicamente hasta tal punto, que acumularon un patrimonio relacionado con el cobro de comisiones ilegales nada correspondiente con su cargo de presidente.
De la Mata propone juzgar al clan Pujol tras siete años y medio de instrucción y ha dejado a una de las familias más pudientes de Catalunya a un paso del banquillo. El juez afirma la participación de la familia en delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y falsedad documental, todos ellos consecutivos de los hechos de investigación pertinentes realizados los últimos años. Algunos de los que figuran como posibles colaboradores de la familia son: la exesposa de Jordi Pujol Ferrusola, Mercé Gironés, y los empresarios Luis Delso Heras, Carlos Sumarroca Claverol y Carlos Sumarroca Coixet.
509 son el número de folios en los que el juez determina que se desconoce la procedencia de gran parte del patrimonio de los Pujol durante más de tres décadas. Durante la instrucción, la familia Pujol Ferrusola ha alegado constantemente que la procedencia de prácticamente toda su fortuna proviene de la herencia familiar que les dejó el abuelo Florenci Pujol Brugat, el padre del expresidente. Asimismo, la justicia cuenta con pruebas e indicios sólidos que acreditan de donde procede su patrimonio ilegal y desmontan de un plumazo las débiles explicaciones sobre las que se sustentan sus continuas mentiras.
“No se ha aportado elemento alguno que permite contrastar la veracidad de esta versión, ni tampoco se ha suministrado explicación alguna razonable y contrastable por ninguna de las personas investigadas de esta familia sobre este particular”, señalaba el magistrado. De la Mata alegaba también el hecho de que ningún miembro de la familia hubiera podido especificar hasta el momento de forma clara, la entidad bancaria donde estuvo depositado dicho legado familiar, el momento y la forma en la que el dinero llegó a sus cuentas.
A falta de una explicación coherente que permita probar los hechos que señala la familia Pujol, el juez considera que queda probado el origen de gran parte de los fondos. Comisiones ilegales proporcionadas por empresarios mientras que el expresidente ejercía su mandato en la Generalitat. Estos pagos eran presuntamente ocultados por el resto de la familia, que conocía el origen de ese dinero, mediante estructuras societarias, contratos simulados y paraísos fiscales. A cambio de esos pagos proporcionados por empresarios, la familia ejercía su influencia para conseguir que estos recibieran favores a largo plazo, se les recalificasen terrenos, se les adjudicasen concesiones o contratos públicos.
En algunos casos, estos pagos se hacían: “simulando supuestas operaciones contractuales de asesoramiento en los campos más variados, dotadas de la más perfecta apariencia de regularidad formal, cuya existencia real no ha quedado acreditada”, señalaba de la Mata. En otras ocasiones el asesoramiento o los contratos de intermediación se asociaban a operaciones económicas reales a las que añadía el coste del pago irregular que se realizaba a la familia Pujol.
Los Pujol a un paso del banquillo
Y así, poco a poco el clan Pujol ha ido sirviéndose su posición económica, política y social privilegiada para enriquecerse hasta acumular un patrimonio “desmedido” directamente relacionado con actividades corruptas. Por todo ello, el juez José de la Mata ha considerado como organización criminal a los Pujol cumpliendo los requisitos que conforman dicha definición. Contando con diferentes niveles jerárquicos de la sociedad catalana, una estructura organizada y planificada que ha perdurado en el tiempo durante más de treinta años. Sus cuentas bancarias se remontan a 1992 y la familia no cerró sus últimas fundaciones hasta el año 2014. “Esta organización tenía como finalidad obtener multimillonarios beneficios ilícitos mediante actividades falsarias y corruptas”, concluye el magistrado.
Crónica: María Vecina / AFPRESS
Fotografías: Lukas
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