Alarma en Botswana: mueren más de 300 elefantes en extrañas circunstancias
Las autoridades están investigando cuales podrían ser las causas de esta catástrofe ambiental ya que los animales no presentan signos de violencia ni se han detectado restos de veneno
Desde el pasado mes de mayo cientos de cadáveres de elefantes han aparecido muertos en el norte de Botswana. La mayoría de ellos cerca de pozos de agua, y otra parte alrededor de algunas de las aldeas habitadas de la zona o en plena sabana sin signos de violencia y sin que se haya podido atribuir, de momento, la muerte a ningún veneno conocido o enfermedad. Además otros tantos han sido vistos deambulando desorientados, con signos de debilidad y confundidos.
Las autoridades del país africano han abierto así una investigación para poder esclarecer la extraña muerte de estos paquidermos y se espera que en los próximos días el Gobierno de Botswana realice muestras de los animales, algo que los conservacionistas reclaman que debería haberse hecho antes. “Nos enfrentamos a un hecho sin precedentes” afirma Niall McCann, director de conservación de la organización británica National Park Rescue. “Hemos visto muertes masivas por ántrax o cianuro, pero no de esta escala. Hemos visto cómo la sequía segaba la vida de cientos de ejemplares hace décadas, pero nunca hemos visto una mortalidad tan grande en tan poco tiempo. Que todavía no sepamos la causa lo convierte en un hecho todavía más preocupante” ha declarado McCann, tal y como recoge la revista National Geographic.
Entre las opciones que se barajan está la de la intoxicación por cianuro, a menudo utilizada por los cazadores furtivos en Zimbabwe, algo que en un principio parece descartado ya que los animales carroñeros no están pereciendo, algo que sí pasaba anteriormente en las mismas circunstancias. También se ha constatado la posibilidad de que estos animales estén siendo afectados por el coronavirus, aunque parece poco probable. Tampoco parece haber relación con la presencia de ántrax, una toxina que se encuentra en el medio natural y que en las épocas de escasez de lluvia contamina la superficie y es causa habitual de muerte para la fauna.
De cualquier manera, sin llevarse a cabo los análisis pertinentes es imposible conocer la causa, y esto es algo que todavía puede tardar, debido a las dificultades del terreno y las restricciones como consecuencia de la Covid-19. “La región está cerrada y los recursos son escasos. No tienen la capacidad localmente de hacer todos los test necesarios para identificar el problema y necesitan ayuda. La segunda razón es más política, esta Administración siempre se ha cuidado de demostrar a los habitantes rurales que no se preocupan más por los animales que por la gente” ha señalado Niall McCann.
A pesar de todo esto, McCann, quien se ha encargado de difundir este extraño suceso ha señalado que este asunto no se puede ignorar ya que la muerte de estos elefantes podría desembocar en una auténtica crisis de salud para toda la fauna salvaje, el ganado e incluso también los humanos.
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Fuente.: tuotrodiario.com
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