Los Invisibles del Toscar
Todos hemos vivido el confinamiento, cada cual, a su manera, hemos aplaudido, hecho pan, pastas, gimnasia, Tik Tok, juegos, televisión, radio y un sinfín de actividades.
Mientras tanto, en el Albergue del Polideportivo del barrio de El Toscar en Elche, voluntarios invisibles de la organización DYA han trabajado también con personas invisibles para la sociedad, y todo en conjunto pasa desapercibido si no “miramos hacia ellos” y “contamos su historia” para hacerlos VISIBLES, a todos, a los voluntarios y a los necesitados de esa ayuda y apoyo de la sociedad.
Estas personas necesitadas no tenían donde confinarse, estaban en la calle, había perdido la posibilidad de protegerse e incluso de alimentarse.
Más de 70 personas diariamente han recibido cobijo, cama, alimentación, orientación personal y laboral, atención médica y atención de todo tipo, y como ellos mismos han valorado en las entrevistas que hemos realizado, lo principal que les ha servido para “recomponerse” es el CALOR HUMANO y también EL CARIÑO con que se les trata.
La labor de estos INVISIBLES voluntarios no es nada fácil, hay personas que hablan diferentes idiomas, con diferentes costumbres y religiones, con problemas personales muy distintos, algunos con problemas médicos, problemas de dependencia, sin trabajo, sin preparación y sin la autoestima necesaria para buscar un empleo difícil de encontrar, hasta para los más preparados.
Estos voluntarios han conseguido que el albergue funcione como una autentica familia.
Hay que destacar que han contado con el apoyo de múltiples entidades, una de las principales el Ayuntamiento de Elche, ONGs como Caritas, Abrazos de Luz, Conciénciate, …, y empresas privadas de diversos sectores. Sin ese importante apoyo de infraestructuras y económico no habría sido posible esta gran labor.
Los voluntarios ademas de las labores de organización, alimentación, aseo y desinfección del recinto, mobiliario, ropa, apoyos en el aseo personal de las personas, … etc., también realizan talleres que además de poseer un aspecto divertido y de integración, son positivos para la formación y la creación de hábitos personales, talleres de escritura, calculo, entrevistas de trabajo, realización de currículums, deportes, y otros puramente de ocio y esparcimiento, como los talleres de dominó y juegos de mesa.
Algunas pocas personas eran drogodependientes cuando ingresaron en el albergue y se estaban tratando con metadona y ellas mismas pidieron no volver a consumir drogas en este ambiente familiar y tutelado por voluntarios lo han conseguido a fecha de hoy.
Otras personas del albergue con ayuda de los voluntarios de DYA han conseguido trabajo en el campo y solo acuden al albergue cuando terminan la jornada.
Pero el confinamiento acabará pronto y no será nada fácil seguir ayudando a este colectivo, entonces de nuevo volverán encontrase sin hogar, algunos que cobran algún tipo de ayudas han decido buscar y alquilar pisos en grupo para poder pagar los gastos del inmueble y los de alimentación, los problemas con los que se encuentran para conseguir esto es que los propietarios de viviendas en su mayor parte, cuando saben de la procedencia de estas personas, no se fían y no les alquilan los pisos.
DYA por su parte, además de no cesar en la labor de conseguirles trabajo tanto en el campo como en la ciudad, propondrá al ayuntamiento de Elche contratar a alguna de estas personas este verano en la labor de cuidado y mantenimiento en las Playas de Elche, para que aquellos que sepan nadar o les guste este tema, impartirles un curso de socorrismo y así que puedan pasar la temporada de verano trabajando y esto pueda servir para ayudarles en parte a remontar laboralmente.
Crónica, Fotografías y Vídeo: Paco Ciclón y Alberto Carrillo / AFPRESS
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