La Comunitat Valenciana desarrolla tres proyectos de investigación para la mejora del tratamiento, detección y prevención del coronavirus
– El Incliva desarrollará dos proyectos de investigación enfocados a la sedación de pacientes críticos y la detección rápida de COVID-19
– Fisabio y el hospital de Elche realizan un ensayo clínico con un fármaco para reducir el riesgo de coronavirus en las personas expuestas
La Comunitat Valenciana, a través de los institutos de investigación Incliva y Fisabio, ha presentado propuestas para el desarrollo de proyectos y ensayos clínicos orientados a mejorar el tratamiento de pacientes con coronavirus, así como procesos de detección rápida o ensayos clínicos con determinados fármacos que puedan reducir el riesgo de contagio en aquellas personas que están más expuestas.
Dichos proyectos, que se han presentado a nivel nacional, han recibido el visto bueno del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y van a recibir entre todos ellos ayudas que ascienden a los 245.100 euros, lo que va a permitir desarrollar las investigaciones y contribuir a la mejora del conocimiento que actualmente existe en cuanto a tratamientos en pacientes con coronavirus, detección o prevención de contagios.
En concreto, se trata de dos proyectos que lidera el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, por un lado, y por otro, un tercer proyecto que están desarrollando investigadores de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) junto con el hospital General Universitario de Elche.
Los proyectos han sido presentados en el marco de la convocatoria del ISCIII de ‘Solicitud urgente de expresiones de interés para la financiación extraordinaria de proyectos de investigación sobre SARS-COV-2 y la enfermedad COVID-19’, dirigida a impular propuestas que permitan una implementación y puesta en marcha inmediata en el Sistema Nacional de Salud, con resultados concretos, tempranos y aplicables a la situación actual de urgencia generada por el impacto de esta pandemia.
Sedación de pacientes y detección rápida de COVID-19
El Incliva ha obtenido financiación del IS Carlos III por importe de 21.500 euros para el desarrollo del proyecto ‘Sedación con sevoflurano en pacientes con síndrome de distrés respiratorio causado por la infección COVID-19’, cuyo investigador principal es el doctor Rafael Badenes, jefe de la Sección de Anestesia del hospital Clínico y del Grupo de Investigación en Anestesia de Incliva.
El objetivo es disminuir la mortalidad con respecto a la sedación intravenosa estándar mediante el uso de sevoflurano en pacientes con distrés respiratorio. La infección por COVID-19, cuando es grave, se caracteriza por producir un cuadro de neumonía viral con evolución rápida a Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) y deterioro de la oxigenación que obliga al soporte ventilatorio y es la principal causa de mortalidad de los pacientes que contraen esta enfermedad, en un porcentaje del 61,5% a los 28 días.
Muchos estudios preclínicos y uno clínico han demostrado que la inhalación de sevoflurano como sedante mejora el intercambio gaseoso y reduce el edema alveolar, atenuando la respuesta inflamatoria pulmonar y sistémica. El impacto esperado del proyecto de Incliva es que la sedación inhalatoria con sevoflurano de los pacientes con SDRA-COVID19 mejore la oxigenación y disminuya los marcadores inflamatorios y la mortalidad en comparación con la sedación intravenosa estándar.
Por otro lado, el Incliva ha obtenido fnanciación por importe de 175.000 euros para un proyecto de detección rápida de COVID-19. El investigador principal es el doctor Felipe Javier Chaves, director de la Unidad de Genómica y Diabetes de Incliva, en colaboración con el Servicio de Microbiología y Parasitología del hospital Clínico de Valencia, bajo la dirección del doctor David Navarro.
El objetivo de este proyecto se centra en detectar la infección de forma rápida y obtener información acerca de la secuencia del virus para determinar su virulencia. Además, pretende analizar los factores genéticos del paciente que modulen el efecto de la infección, y con estos datos se podrá determinar el riesgo de cada paciente y la evolución de la enfermedad.
Para ello, se van a desarrollar unos kits modulares de bajo coste y que puedan trabajar a partir de muestras de diferente origen. Estos kits permitirán determinar la presencia del virus en unos 15-30 minutos y los aspectos genéticos del virus y del paciente , en 3-4 horas.
El impacto será muy elevado al disponer en poco tiempo (1-2 meses) de test que permitirán detectar la presencia de virus en pequeñas cantidades, la presencia de infección en las personas expuestas, la capacidad infectiva y cómo podría cursar la infección en base a la cepa a la que se haya expuesto y a sus propias características genéticas. Ello permite actuar de forma más rápida, identificar a los pacientes infectados y aquellos que pueden desarrollar la enfermedad con más complicaciones.
Fármaco para reducir el riesgo de COVID-19
Por último, uno de los proyectos financiados por el IS Carlos III es el ensayo clínico que va a desarrollar Fisabio junto con el hospital General Universitario de Elche por un importe de 48.600 euros. El objetivo es evaluar la eficacia y seguridad de un fármaco para reducir el riesgo de desarrollar COVID-19 en personas expuestas a la enfermedad por haber tenido contacto estrecho con pacientes infectados por coronavirus.
El estudio se centra en comprobar la efectividad de un fármaco denominado mefloquina, que se utiliza habitualmente contra la malaria y que ha demostrado tener un efecto antiviral frente a coronavirus muy similiares al COVID-19. Actualmente, existen otros dos fármacos, cloroquina y la hidroxicloroquina, que han mostrado buena actividad antiviral y que de hecho se están empleando actualmente como tratamiento del COVID-19.
Además, en la actualidad existe un ensayo clínico en el que se va a evaluar la eficacia de uno de estos fármacos (hidroxicloroquina) también en la profilaxis o prevención de coronavirus en personas expuestas,
La metodología consiste en administrar un comprimido de 250 mg de mefloquina a la semana durante dos semanas.
Los y las profesionales consideran que una muestra de 200 contactos estrechos con pacientes diagnosticados de COVID-19 podría ser suficiente para detectar si este fármaco tendría potencialmente alguna utilidad en profilaxis. Ya se han reclutado los primeros pacientes del hospital General de Elche, y en este ensayo participan hospitales de Murcia y Madrid.