Los barcos pesqueros y recreativos podrán navegar el próximo mes de abril en la desembocadura del río Segura
Los trabajos de dragado de la desembocadura del río Segura permitirán que los barcos pesqueros y recreativos puedan navegar el próximo mes de abril, según el concejal de Puertos Jesús Tenza
En estos momentos una retroexcavadora a bordo pontona flotante abre una canal para que se pueda reanudar la circulación fluvial
El concejal de Puertos, Jesús Tenza, anunció hoy que los barcos pesqueros y deportivos con base en el puerto de Guardamar podrán utilizar la desembocadura del río Segura el próximo mes de abril, siempre y cuando no se produzcan inclemencias meteorológicas o problemas de otra índole. Así lo expuso en su visita a la desembocadura donde acaba de comenzar la tercera fase del dragado fluvial, cuyo aterramiento impide la navegación de barcos debido a los aportes arenosos del oleaje, de las mareas marítimas y del Segura. “Podemos decir que empieza el principio del final dragado, un procedimiento que llevamos arrastrando desde diciembre de 2016 cuando se produjo una gran riada y que se acrecentó con la DANA del pasado mes de septiembre” indicó el concejal de Puertos.
Jesús Tenza explicó que las primeras fases de los trabajos consistieron en la excavación de vasos para verter las arenas, en una parcela de propiedad municipal, a escasos metros del dragado. En la segunda se procedió a la extracción de sedimentos desde la orilla, utilizando maquinaria pesada, para abrir un canal y permitir la entrada a la desembocadura de una plataforma flotante o pontona que, “es la que ahora está actuando en todo el cauce”, subrayó el edil.
Por ello el responsable municipal destacó que, si las previsiones de obras se cumplen y no se ven entorpecidas, en pocas semanas los puertos pesquero y deportivo podrán recuperar su actividad, y en verano la normalidad será total.
En estos momentos la pontona flotante en la cual se sitúa una retroexcavadora actúa en la parte del cauce más cercana a las entradas y salidas de los puertos para aumentar el calado de navegación. Al mismo tiempo otra máquina deposita las arenas en camiones que son trasladas a los vasos. Una vez que puedan transitar los barcos, gracias a un pasillo fluvial, el dragado se extenderá a todo el cauce “con más tranquilidad ya que lo principal es adecuar el río para la navegación” apostilla Tenza.
Reseñar que las obras de dragado están siendo costeadas por el ayuntamiento de Guardamar con un presupuesto de 300.000 euros. Se prevé que sean extraídas unos 18.000 metros cúbicos toneladas de arenas que una vez secas se analizarán, y a partir de los resultados se utilizaran si procede para la regeneración de las playas, o bien depositadas definitivamente en vertedero autorizado, expone el concejal de Puertos.
Jesús Tenza destacó que a la situación actual se llega tras un proceso muy largo para conseguir permisos y autorizaciones ya que en el lugar de actuación intervienen cinco administraciones, Confederación Hidrográfica del Segura, Dirección General de Costas, Conselleria de Medio Ambiente, Puertos de la Generalitat y Ayuntamiento.
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