La vegana de las «gallinas violadas» vuelve a generar polémica: «La caña de pescar es un arma de matar”
La joven afirmó que esa práctica es «especismo» y que es nuestra elección usar a los animales como «simples productos»
Después de hacerse viral por comentar que en su santuario animalista separaba a los gallos de las gallinas para que no fueran violadas, ahora la vegana activista volvió a generar polémica ya que ahora afirmó que «pescar es matar» y es parte «del sistema capitalista opresor» que convierte a los animales «simples productos comerciales» y se les trata como si no tuvieran sistema nerviosos o sintieran dolor «innecesario».
«La caña de pescar es un arma de matar», dijo en un video en las redes sociales. Se trata, advirtió, que las cañas son un instrumento de trabajo de los pescadores a los que ha tildado de «asesinos» ya que la pesca «no es un deporte», opinó.
La joven añadió, además, que lo que ocurre con este tipo de animales también es «especismo», una discriminación por especie porque se les considera diferentes. «No necesitamos comer animales, ni usarlos para vestirnos ni para experimentación ni para el ocio», dijo.
Un santuario animal español llamado «Almas Veganas» se ha vuelto furor en las redes sociales debido a su pronunciamiento en pro de las gallinas y de la igualdad.
«Las gallinas son violadas»
Las opiniones de estas jóvenes se volvieron virales hace unos días al postear a través de su cuenta de Twitter, que «los huevos son de las gallinas», y que por esa razón separan a las gallinas de los gallos porque «no queremos que las violen».
Esta máxima fue difundida en las redes con el hashtag #huevosesesclavitud y defendida por sus integrantes, aunque en respuesta recibieron cientos de críticas de detractores del veganismo.
Tras estas declaraciones, el programa español de radio «Todo es mentira», de tono humorístico, no dudó en interpelar a las integrantes del colectivo sobre sus motivaciones para la creación del santuario.
«Comer huevos genera la explotación de las gallinas desde que nacen y hasta que mueren. Los pollos son separados de las gallinas, y cuando la gallina no pone, es asesinada. Esto es consecuencia directa de nuestro consumo», explicaron.
De acuerdo con su perspectiva, los consumidores de huevos «son cómplices de la opresión».
En uno de los videos, una de las entrevistadas afirma que las jaulas de gallinas son «campos de concentración» y que los que las critican son «personas fascistas y tránsfobas».
«Os invito a todos a ir a mataderos y a granjas para ver cómo están los animales», dijo una de las encargadas del lugar, a quien se sumó otra que apuntó al veganismo como la solución al cambio climático: «Si comiéramos plantas no tendríamos que deforestar los bosques».
En los videos también defienden el lenguaje inclusivo: «Hablamos con la ‘e’ porque sabemos que es género es mentira, es una construcción social».
«Sabemos que les persones humanes son muy diversas y por tanto queremos incluirles a todes», dijeron en un video para defenderse de las críticas que han recibido por su postura.
«Hola compañeres. Vamos hacer este video porque a raíz de la viralización de uno de nuestros video en los que hablábamos de la puesta de huevos de las gallines aquí en el santuario, hemos salido en algunos medios de comunicación».
«Los gallos no violan a las gallinas»: la respuesta de un granjero
La polémica trascendió las fronteras de España y se esparció por el resto de los países de habla hispana y luego el resto del mundo.
Sin embargo, fue una respuesta que provino desde el interior de España la que recientemente hizo más eco.
La réplica vino de un joven productor avícola que se ganó varios adeptos por su respuesta, incluido el partido español de extrema derecha Vox: «Nadie mejor que alguien del campo, que trabaja los siete días de la semana con los animales, para desmentir las chorradas de falsos ecologistas. ¡Viva el campo español y sus gentes!», escribió el partido político en su cuenta de Twitter.
«Hago este vídeo porque estoy un poco cabreadillo en relación con el vídeo que han sacado estas chicas, que parece que los ganaderos somos explotadores de animales. Les voy a enseñar mi explotación avícola para que vosotros mismos veáis cómo cuidamos las gallinas aquí y en la mayoría de España», dice el joven al principio de las imágenes.
«En primer lugar, dicen las chicas estas que los huevos no son necesarios», explicó el joven mientras tomaba un ejemplar de su granja. «Pero, ¿habrá algo más rico que un huevo con patatas? Será comida de pobres, pero comida de dioses».
«Decidles también que los ganaderos somos imprescindibles, porque si no fuese por nosotros estas chicas veganas no comerían yerba, porque para que los alimentos salgan del campo hace falta la mierda, el estiércol de la gallina», remarcó.
Lo siguiente que hizo el ganadero fue refutar la idea más polémica de Almas Veganas, aquella que señalaba a los gallos como «violadores» de gallinas.
«Aquí en mi explotación avícola yo gallos no tengo (ríe). Los gallos no violan a las gallinas. Las gallinas ponen los huevos todos los días, concretamente cada 28 horas. El gallo simplemente si pisa a la gallina, pues el huevo que incuba la gallina tendrá un pollito dentro. Si no lo incuba, sale un huevo normal. Las gallinas ponen huevos todos los días sin que haya gallos», aclaró.
«Si las gallinas que tengo yo tienen mala vida, que venga Dios y lo vea», dijo el granjero en los últimos segundos del video.
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Fuente.: infobae.com