LA NOCHE DE SAN JUAN LA NOCHE MÁGICA TRADICIÓN Y TÓPICOS
¿Porque saltamos las hogueras por San Antón y San Juan?
Son diferentes los motivos de cada celebración aunque intervenga el fuego en ambas.
¿Por qué San Antón se celebra con hogueras?
Esta tradición de origen pagano se llevaba a cabo como medio de purificación y renovación, al mismo tiempo para rendir homenaje a los animales, que servían de alimento, transporte y forma de trabajo.
¿Por qué San Juan se celebra también con fuego?
Cada año, en la madrugada del 23 de junio, se celebra la noche de San Juan.
Este día se conmemora el nacimiento de San Juan Bautista, pero anteriormente al cristianismo se asociaba con la llegada del verano, aunque se dice que es la noche más corta del año, es erróneo, el día más corto del año corresponde al día que comienza el solsticio de verano, que corresponde al 21 de junio.
La noche de San Juan es la celebración del solsticio de verano en el hemisferio norte terrestre pues tras el día más largo del año los días comienzan a acortarse.
Tradicionalmente se sacaban a la calle muebles y enseres de madera que ya no servían para quemarlos y así renovar al mobiliario y todo lo antiguo. De este modo se llega a simbolizar que el fuego de la noche de San Juan tiene que ver con la purificación y la renovación espiritual, quemar lo viejo para dar paso a lo nuevo.
Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal (fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y Reino Unido (Midsummer).
La fiesta cristiana de San Juan es el 24 de junio, seis meses antes de la víspera del nacimiento de Jesús, que es el 24 de diciembre.
Estos seis meses son la diferencia que los evangelios indican entre uno y otro nacimiento. No obstante, tres días de diferencia de ambas fechas con ambos solsticios hace que no sea razonable asignar esta fiesta al solsticio, y los estudiosos se inclinan por el hecho de que el 25 de diciembre, nacimiento de Jesús, se asocia más razonablemente a la celebración judía de la Hanukkah o dedicación del Templo (Jesús era el nuevo Templo para los cristianos).
Según este razonamiento, la fiesta de San Juan no tendría nada que ver con las celebraciones paganas del solsticio de verano. Una diferencia de 3 días es demasiado margen para el conocimiento astronómico de cualquier época que consideremos. En América Latina, en el nordeste de Argentina, Brasil (tiene Festas Juninas), Bolivia, Cuba, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela, la noche de San Juan está así mismo relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas españolas como la Leyenda de la Encantada.
En muchos lugares no cabe duda de que las celebraciones actuales tienen una conexión directa con las celebraciones de la antigüedad ligadas al solsticio de verano, influidas por ritos precristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza. Sin embargo, en otros lugares (por ejemplo, España y Portugal) la existencia de una vinculación entre las celebraciones del solsticio de verano (en el hemisferio norte) que tiene lugar el 20-21 de junio y las celebraciones del día de San Juan (el 24 de junio) varían en función de las fechas, la discontinuidad en la celebración, las tradiciones y costumbres o la ruptura con el pasado pre-cristiano que supuso el largo periodo de dominación musulmana en la Península Ibérica, que haría imposible cualquier vinculación con cultos paganos de una festividad vinculada al cristianismo. Pese a ello, se observan elementos comunes, como la realización de hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares y amigos.
Leyenda de la Encantada
En esencia, la leyenda narra la aparición de una bellísima joven peinando su larga cabellera con un peine de oro, en torno a la Noche de San Juan y en las cercanías de un castillo, cueva u otro paraje natural cargado de fuerte simbolismo. El encuentro con ella puede suscitar un encantamiento del espectador que, generalmente, es un pastor o agricultor. Algunas de las distintas versiones del mito son:
Aketegi (Cegama)
Un pastor se acercó un día a la boca de la espantosa cueva que se abre en la parte oriental de la cresta del Aketegi. Había oído que Mari habitaba aquella oscura caverna y que solo se dejaba ver cuando salía a la entrada a peinarse su hermosa cabellera.
Recopilado por José Miguel de Barandiarán
Baza
En el río de Baza, a un kilómetro aproximadamente de la carretera de Murcia-Granada, hay una terrera con unas cuarenta o cincuenta cuevas con varias ventanas, llamada Terrera de los Argálvez, donde cuentan los más viejos del lugar, que todos los días de San Juan, al salir el sol se asomaba por las ventanas una mujer morena con el pelo muy largo y que año tras año aumentaba la curiosidad por verla, hasta que un día de San Juan, que nadie sabe la fecha exactamente, al salir el sol se asomó por una de las ventanas de la cueva con un peine en la mano derecha y una daga en la mano izquierda y dirigiéndose hacia un señor que esperaba, le dijo: ¿qué quieres: la dama, el peine o la daga?, a lo que el señor contestó: la daga. Ella entonces le dijo: ¡pues con ella te atraviesen el alma, porque me has encantado para otro tanto tiempo!
Recopilado por Antonio Selva
Benamor (Moratalla)
Arroyo Benamor
En los tiempos visigóticos, aquellas tierras de Moratalla habían tejido otra historia de amor. Estando la princesa Ordelina prometida en matrimonio con el noble Sigiberto, quebrantó instantes antes de la boda su palabra para casarse con Hiliberto, rival de aquél. Contrajeron el vínculo vísperas de San Juan, pero el matrimonio no quedó consumado porque a media noche moría repentinamente Ordelina, quedando condenada su alma a vagar en pena eternamente, a causa del perjurio, cobrando figura humana sólo y en cada año, la noche de San Juan, cuando el destino le permitía salir de la tumba para peinarse sus largos cabellos en el arroyo de Benamor.
Recopilado por Juan García Abellán
Coy
En la noche de San Juan una princesa mora vestida de blanco y con largo cabello sale de la cueva de la Encantá a peinarse y lavarse la cara en el manantial de la Fuente. Antaño la gente no salía a la calle esa noche por el temor a quedar encantado. La cueva se encuentra en el Cabezo de la Encantá, donde existen restos de una antigua torre de vigilancia de la época medieval que, junto al castillo de Coy, formaba parte de construcciones defensivas de Campo Coy.
Las Camarillas (Hellín)
En la madrugada del día de San Juan (24 de junio), solía aparecer una dama muy blanca con el pelo muy largo y rubio al pie de la cueva de la Camareta, a orillas del camino de la Junta de los Ríos, muy próximo al río Mundo, sentada en una piedra y peinándose con un peine de oro, preguntándole, si alguien pasaba por allí, sobre qué le gustaba más, si el peine o ella. Dicen que en cierta ocasión pasó un pastor y al hacerle la pregunta, éste respondió que el peine, exclamando ella: ¡maldito seas, que por tu culpa seguiré encantada!
Recopilado por Antonio Selva
Manzanares el Real. La Pedriza
La Cueva de la Mora en la Pedriza, Manzanares el Real (Madrid), recuerda a historias que se repiten a lo largo de la geografía española debido quizás a la larga ocupación musulmana. Existe otra leyenda con este título, recogida por Gustavo Adolfo Bécquer en sus Leyendas, situaao en la localidad navarra de Fitero.
La cueva, de difícil acceso, se halla cerca del refugio Giner de los Ríos, concretamente enfrente de su fachada principal y al este de la Peña Sirio. Parece ser que la hija de un rico árabe quedóse prendada de un joven cristiano. Ante esta situación fue secuestrada y retenida por sus familiares musulmanes en el interior de esta cueva. Pasaron los años y el caballero cristiano no regresó jamás, a pesar de la ansiada espera por parte de la joven, por lo cual, según las creencias de la gente, de cuando en cuando, el alma de la despechada joven se desliza vagando entre las formaciones rocosas y canchales tratando de buscar a su amor perdido.
Paterna del Madera
Una cueva situada entre el Río Madera y Casa Rosa, conocida como la cueva de la Encantada, donde en las madrugadas de la noche de San Juan aparecía una dama vestida de blanco, peinándose las largas melenas.
Recopilado por Antonio Selva
Puerto Lumbreras
Cuentan que en una cierta ocasión cuando anochecía, un pastor casi anciano encontró junto a un baladre a una hermosa dama. Ésta le llamó y le dio a elegir entre un peine de oro, que sostenía en una mano, o su persona. El anciano eligió el peine y la joven lamentándose espetó: ¡ay, que me has encantado por cien años más! y desapareció tras un resplandor.
Recopilado por Antonio Selva
Rojales
La Encantá es una leyenda tradicional de Rojales, un pueblo de la Vega Baja del Segura en la provincia de Alicante. La historia cuenta que hace ya bastantes siglos, en el Medievo, una princesa árabe llamada Zulaida o Zoraida se enamora de un príncipe cristiano, provocando las iras de su padre, el rey moro, que la maldice a vivir por siempre encantada dentro del monte redondo llamado Cabezo Soler, al lado del río Segura, en el camino que va del pueblo de Rojales a Guardamar. Todos los años, y sólo en la Noche de San Juan, la Encantá se aparece en el Cabecico Soler para que alguien la libere. Si algún hombre valiente se encuentra con ella, la Encantá le pedirá que la lleve en brazos hasta el río Segura para bañar sus pies y así poder romper el maleficio. Pero para el hombre que la lleva, la Encantá se hace cada vez más pesada, por no mencionar a los monstruos que salen a su encuentro, provocando que el pobre valiente caiga desfallecido al suelo soltando a la princesa, condenándola a volver así a su encierro en el monte, y cargando él a su vez con una maldición formulada por ella, al no lograr su objetivo: la de morir con la lengua fuera.
Esta leyenda ha sido recordada gracias a la tradición oral y a la novelización del escritor Fausto Cartagena. También existe una obra teatral escrita por Salvador García Aguilar, que fue dirigida con gran éxito por el afamado director Alberto González Vergel, y un mediometraje con título La leyenda de la Encantá, dirigido por Francisco Jorge Mora García y Joaquín Manuel Murcia Meseguer en el año 2002 y que obtuvo la Mención Especial en su categoría en el Festival Internacional de Cine Cinema Jove de Valencia. Años después, el compositor Francisco Jorge Mora García compone varias piezas instrumentales y corales inspiradas en la leyenda de la Encantá («Noche de San Juan», «Tema de Zulaida», «Batalla en el Cabezo Soler»,…).
Usanos
La Encantada de Usanos es una leyenda tradicional de Usanos, provincia de Guadalajara. La leyenda ha pasado de generación en generación y habla de una lamia o mujer embrujadada y bellísima que en el cerro del Castillejo, según se va desde Usanos al término de Galápagos, tiene su guarida en una cueva, de la que mana un riachuelo.
Los días de San Juan de cada año, es visible la lamia, la cual peina sus cabellos largos y de oro con un peine en una mano y una daga en la otra, intentando cambiar su lugar con cualquier transeúnte que por allí se acerque en esa fecha. Para que el hechizo ocurra basta con que el transeúnte sostenga la mirada a la lamia, o entable conversación con ella, momento en que el cambio de persona embrujada se produciría.
Esta leyenda ha sido recordada gracias a la tradición oral y a haber sido poetizada y recogida en el libro Castilla, este canto es tu canto (Parte II) del escritor Juan Pablo Mañueco, en el año 2014.
Villarrobledo
Lamia de Herbert James Draper
En esta versión aparecen los elementos fundamentales: bellísima joven, la maldición (o encantamiento), el peine de oro o la Noche de San Juan. Sin embargo, lo peculiar es que une la leyenda con la realidad puesto que, efectivamente, en la zona hay un castillo y otros cercanos y crecen flores raras que no se pueden encontrar en otro lugar.
Resumen del texto recopilado por Elvira Menéndez y José María Álvarez: En la noche de los tiempos, una joven y bellísima princesa llamada Dulciades, hija del señor de un castillo, es raptada por Draskolín, un príncipe malvado y depravado hijo de Hastrano, señor de otro castillo vecino. El cruel príncipe da muerte al aya de la princesa que, antes de morir, pronuncia una maldición contra él. Con motivo de esa maldición el príncipe muere en una de sus frecuentes correrías y, como castigo, su padre encierra a la princesa en una mazmorra. Después ordena a la bruja Nasanta que prepare un veneno para matar a la princesa. Cuando se lo ha suministrado, se aparece el aya y empareda a la bruja, aunque no puede evitar que el bebedizo haga parte de su efecto. Sólo consigue que la princesa duerma en un estado letárgico hasta que, una vez al año cada Noche de San Juan, despierte. Esa noche aparece La Encantada, una delicada y bellísima joven de tez clara, peinando su larga y hermosa cabellera con un peine de oro, para regar y cuidar unas flores extrañas que sólo crecen allí. Otras versiones de leyenda añaden que, si la ves y te mira fijamente a los ojos, ocuparás su lugar.
Recopilado por Elvira Menéndez y José María Álvarez
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