Consiguen superar los 100 Gbps usando microondas
Más allá del WiFi o las ondas de telefonía móvil, hay otro grupo de bandas milimétricas utilizado para transmitir datos, en un grupo de ondas conocidas como «microondas«. Hasta ahora, la velocidad máxima que se podía transmitir con ellas era de 10 Gbps, pero Ericsson y DT han conseguido multiplicar por 10 esa cifra.
100 Gbps por banda ancha inalámbrica: 10 veces más que el máximo actual
Aunque esta cifra de 100 Gbps se ha conseguido en un entorno ideal, en una prueba, esto demuestra que ya es posible poder llegar a transmitir información a esta velocidad por el aire. En la prueba, consiguieron transmitir la información a pesar de los 1,5 kilómetros que separaban al emisor y al receptor.
Para lograrlo, utilizaron MIMO 8×8 con cancelación de interferencias mediante polarización, a través de un canal de 2,5 GHz situado en la banda E, perteneciente al espectro EHF. Esta banda opera entre los 60 y 90 GHz. En octubre de 2003, la FCC en Estados Unidos permitió el uso comercial de las bandas que van de los 71 a 76 GHz, 81 y 86 GHz, y 92 a 95 GHz, para servicios de banda ancha inalámbrica (fixed wireless en inglés). En Europa apenas se utiliza, siendo su principal uso es la radioastronomía, pero el espectro se encuentra prácticamente inutilizado.
Desde Ericsson afirman que conseguir esta velocidad de 100 Gbps de forma inalámbrica permite tener conexiones que realmente puedan sustituir a la fibra óptica sin necesidad de tener que utilizar cable. A pesar de que esta tecnología sea sensible al clima y otros factores, es un interesante método de comunicación alternativo en zonas donde no es posible cablear con fibra.
Podría usarse como red de apoyo para las antenas 5G
Además de usarlas como producto comercial principal, estas redes tienen otros dos usos importantes. El primero es para funcionar de backup en el caso de que haya algún problema con la red principal de fibra. En segundo lugar, pueden servir como redes de apoyo para el 5G, que va a requerir enlaces de fibra conalto ancho de banda y bajísima latencia para comunicar la información de la futura red móvil.
Estas necesidades del 5G no sólo suponen un problema por la gran velocidad que se necesita, sino que el 5G va a requerir cientos o miles más antenas que el 4G para ofrecer la misma cobertura con altas frecuencias. Esto hará que también haya que aumentar el número de enlaces, y este tipo de antenas pueden ser una manera excelente de comunicar varios puntos de acceso con uno cableado, en lugar de tener que ir desplegando un cable por cada uno de ellos; sobre todo si las antenas tienen visión directa entre sí.
Este uso no era planteable hasta ahora por el límite de 10 Gbps de este tipo de comunicación, pero el hecho de que se hayan conseguido alcanzar los 100 Gbps sí que puede permitir que en zonas donde las antenas no tienen un excesivo uso puedan implementarse.
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