Cincuenta años después el Día de la Tierra clama contra el deterioro del planeta
Lourdes Uquillas.- Han pasado más de cincuenta años desde el primer llamamiento de la ONU para la celebración de una cumbre para analizar el estado de la Tierra, de la que hoy se celebra el Día Mundial, y la acción del hombre y el medio ambiente continúan siendo más que nunca los temas centrales de los debates sobre el desarrollo sostenible en todo el mundo.
En 1968, el Comité Económico y Social de las Naciones Unidas sugirió la celebración de una reunión mundial para analizar el estado del medioambiente del planeta, Cumbre que finalmente se celebró cuatro años más tarde en Estocolmo.
Acción del hombre y desarrollo ecónomico
Pues bien, 51 años han pasado desde la convocatoria de la Cumbre de Estocolmo (48 desde su inauguración) , y a pesar de la celebración de innumerables reuniones sobre naturaleza, biodiversidad y/o ambiente, el planeta sigue sufriendo las consecuencias de la acción humana en un desarrollo económico que está provocando el deterioro del planeta, con todas las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático.
Dos fenómenos que a pesar del elevado apoyo de más de 180 países firmantes del Acuerdo de París en 2015, no se ha logrado ralentizar sus efectos.
La comunidad científica lleva años advirtiendo de que el modelo de desarrollo económico actual no es viable para mantener la temperatura del planeta por debajo de los 1,5 grados, como sugiere el último informe del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC), con el fin de evitar el deshielo de los polos, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad y el advenimiento de fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y potentes.
Calentamiento global
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó en noviembre pasado de que los 20 años más cálidos de los que se tiene noticia corresponden a los pasados 22 años, y los más calientes han sido los últimos cuatro.
Asimismo, el informe anual del Estado del Clima Europeo (European State of the Climate) elaborado por el Copernicus Climate Change Service (C3S) señala que 2018 fue uno de los tres años más calientes en Europa de los que existen registros.
Durante la presentación del informe el pasado 9 de abril en Viena, el C3S dependiente del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Unión Europea, señaló que se evidencia una “clara tendencia al calentamiento”.
En Norteamérica, el Gobierno de Canadá alertó también a principios de abril de que el cambio climático está provocando que las temperaturas suban el doble en su país en relación a la media mundial.
El estudio ‘El cambiante clima de Canadá’ dice que desde 1948 la temperatura ha subido 1,7 grados en el país, mientras en el resto del planeta la subida fue de 0,8 grados.
Según el documento, las regiones árticas de Canadá han tenido una subida de 2,3 grados y el mayor calentamiento se ha producido durante el periodo invernal.
Deshielo de los polos y glaciares
Así, los científicos llevan años alertando sobre el deshielo de los polos y advierten de la subida del nivel del agua en los océanos, situación que ya ha obligado a los habitantes de algunas islas del Pacífico o poblaciones de Estados Unidos a abandonar sus localidades.
Asimismo, el deshielo de glaciares en todo el mundo está provocando, entre otras consecuencias, la pérdida de biodiversidad y las fuentes de agua para los cultivos de comunidades que viven pie de las grandes montañas.
Los fenómenos meteorológicos son cada vez más frecuentes y potentes, como el temporal que se ha vivido esta Semana Santa en las comunidades autónomas de Valencia y Murcia, en el sureste de España, que sin causar víctimas mortales ha dejado el “peor temporal de abril en 50 años”, según el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.
No hay que olvidar el huracán María, que afectó a Puerto Rico hace un par de años y donde las autoridades aún no se han puesto de acuerdo sobre el número exacto de víctimas mortales, que según datos oficiales son más de 3.000.
Dos ejemplos de los múltiples fenómenos meteorológicos que se producen cada año dejando miles de víctimas, damnificados y migrantes climáticos por la destrucción y las millonarias pérdidas que ocasionan.
Calentamiento global, contaminación, pérdida de biodiversidad, océanos
Fenómenos que junto a la subida de la temperatura global por el aumento de las emisiones, la contaminación atmosférica y del agua y la caza ilegal de especies están causando la pérdida de biodiversidad mundial a un ritmo nunca antes visto.
WWF ha advertido que asistimos a la “sexta extinción” de especies del planeta, en la que el factor principal es la actividad humana.
En los primeros días de abril se celebró una reunión internacional para la protección de los océanos ante la cada vez más creciente actividad las grandes industrias energéticas y de pesca que están destruyendo los fondos marinos con actividades extractivas y de sobrepesca.
El informe ’30×30: Guía para la protección de los océanos’, publicado por Greenpeace los primeros días de abril, señala que es posible proteger un tercio de su superficie total para 2030.
Según el estudio realizado por académicos y científicos de las Universidades de York y Oxford, es crucial adoptar medidas para salvaguardar la biodiversidad y ayudar a mitigar los efectos del cambio climático y de los plásticos que invaden los mares.
Cambios de las políticas de desarrollo para 7.500 millones de habitantes
Todo estos factores vienen dados por las necesidades de los más de 7.500 millones de habitantes del planeta, que demandan alimentos, vivienda y servicios.
Académicos, científicos, economistas y expertos señalan la necesidad urgente de implementar cambios en las políticas económicas actuales para lograr una ralentización de esta vertiginosa carrera hacia el colapso de los ecosistemas y la biodiversidad.
La directora ejecutiva de la cuarta Asamblea de Medio Ambiente de la ONU (#UNEA4), Joyce Msuya, manifestó en Nairobi en marzo pasado, que es posible llevar a cabo las acciones porque “aún hay tiempo”, sin embargo, es necesario acelerar la marcha para lograr que la subida de la temperatura sea solo por debajo de los 1,5 grados.
Su sucesora en la Asamblea de la ONU, la danesa Inger Andersen, señaló en entrevista con EFEverde que “estamos a tiempo de detener la pérdida de la biodiversidad” pero es necesario “repensar” las políticas económicas.
Carolina Schmidtz, ministra chilena de Ambiente y presidenta de la COP25 que se celebrará en Santiago de Chile, ha hecho un llamamiento porque “es tiempo de actuar”.
Concienciación social
La tecnología y la concienciación social deben hacer lo suyo. La primera para lograr mecanismos que reduzcan la utilización de combustibles fósiles, sobre todo en sectores como la producción de energía, la industria, el transporte, las actividades agroganaderas y la gestión de residuos para incrementar la economía circular.
La concienciación social ha empezado a calar gracias a la voz de la joven activista sueca Greta Thumberg quien ha movilizado a estudiantes de todo el mundo en el movimiento “Fridays For Future” (FFF o Viernes por el Futuro), y que ya cuentan con numerosos apoyos como los de ‘Madres por el clima’.
Asimismo, Extinction Rebelion, un movimiento que pretende llamar la atención sobre la necesidad de actuar ya y que en el Reino Unido ha provocado la detención de numerosos activistas que demandan la implementación de medidas que permitan un futuro seguro para las siguientes generaciones. EFEverde
Fuente.: EFEverde
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