Innovación tecnológica y economía circular, el futuro para gestionar las aguas residuales
València, 29 jul (EFE).- Aplicar los principios de la economía circular e incorporar innovación tecnológica conforman la solución de futuro para la gestión de las aguas residuales en España, tanto urbanas con industriales, según AINIA Centro Tecnológico.
Tras la multa de 12 millones impuesta a España por incumplir las normas europeas de tratamiento de aguas residuales urbanas, los expertos de AINIA sostienen que «en una economía lineal, el agua se usa ineficientemente y las aguas residuales generadas en las actividades económicas se depuran, en el mejor de los casos, para evitar la contaminación del medio, y sanciones de la administración».
Sin embargo, según explica a EFE el jefe del departamento de Medio Ambiente, Bionergía e Higiene de AINIA, Andrés Pascual, con la economía circular el término «aguas residuales» desaparece, ya que tanto el agua como el resto de compuestos presentes «son considerados recursos a recuperar y aprovechar».
AINIA trabaja en la introducción de la circularidad en la gestión del agua a través de la innovación tanto para empresas explotadoras de depuradoras urbanas como industrias, según Pascual, que explica que en el caso de las depuradoras urbanas, se están «transformando en biorrefinerías cuya materia prima sea las propias aguas residuales junto con otras corrientes a valorizar».
Un ejemplo sería el proyecto LIFE LO2X, liderado por AINIA, que ha demostrado la viabilidad de un novedoso proceso de alta presión y temperatura que recupera nutrientes en lodos de depuradora de baja calidad no aptos para agricultura o usos convencionales, además de tratar otros residuos complejos (plaguicidas, lixividados, purines, alpechín, etc.) en el mismo proceso eliminando el 100 % de los contaminantes emergentes de la mezcla tratada.
LO2X, mediante la tecnología de co-oxidación en agua supercrítica (por encima de 374ºC de temperatura y 221 bar de presión), ha alcanzado más del 99 % de eliminación de los contaminantes orgánicos presentes en los residuos tratados y concretamente el 100 % de los productos fitosanitarios.
Además, el efluente generado en el proceso oxidativo permite la recuperación de nitrógeno y fósforo como materia prima para la fabricación de fertilizantes, con lo que cierra el ciclo de los minerales y contribuye al desarrollo de las estrategias sobre eficacia en el uso de los recursos en el marco de los modelos de producción bajo Economía Circular.
De esta forma, los lodos de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) junto con otros residuos con sustancias tóxicas y peligrosas se tratan en condiciones supercríticas con oxígeno como agente oxidante, lo que permite que los contaminantes emergentes sean mineralizados, obteniendo principalmente dióxido de carbono, agua y sales.
Otro ejemplo de novedosos tratamientos en las EDAR es el proyecto europeo LIFE STO3RE, en el que también participa AINIA para impulsar un modelo de economía circular en la gestión de fangos y purines de granja convirtiendo estos residuos en recursos.
«Mediante la combinación de diferentes tecnologías que integran procesos físicos, químicos y biológicos, se persigue eliminar de forma eficaz los patógenos y microcontaminantes orgánicos presentes en lodos y purines y, al mismo tiempo, obtener biogás agroindustrial reutilizable como fuente de energía, así como nitrógeno, potasio y fósforo para su uso en las explotaciones agrarias de la zona», cuenta.
En cifras, esta tecnología a escala industrial posibilitaría generar suficiente biofertilizante para cubrir las necesidades de 1.700 hectáreas de cultivos al año, además de reutilizar 50.000 m3 de agua y reciclar unas 300 toneladas de nitrógeno, 80 de potasio y 70 de fósforo.
Las operaciones de limpieza y desinfección en superficies industriales supone un impacto medioambiental en cuanto al consumo de agua, energía y productos químicos, así como generación de aguas residuales, por ello impulsan el uso de tecnologías avanzadas de higienización tan eficientes como las tradicionales, pero más sostenibles como ECO3CIP que, con un proceso de ozonización, reduce el consumo de agua un 20 % y genera un agua residual con un menor impacto ambiental.
AINIA también trabaja en soluciones de eco-diseño de equipos e instalaciones, que puede llegar a reducir entre un 40 y un 50 % del uso del agua en instalaciones industriales (ECODHYBAT) y en alternativas sostenibles para el reciclado del agua de lavado en cooperativas y centrales hortofrutícolas en la operaciones de post cosecha (ECO3WASH), que podría reducir el consumo de agua más de un 70 %. EFE
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Una persona controla un proceso de depuración, en una imagen facilitada por AINIA. EFE
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